El mayor evento del género de superhéroes
10 años. Es el tiempo que transcurrió entre Iron Man y Vengadores: Infinity War. Entre ambas, hay 17 películas de por medio en las que nos han presentado multitud de superhéroes, cada uno con un sello muy marcado y, en su mayoría, repletos de carisma. Es un viaje que ha ido poniendo pequeñas pistas de cuál sería el desenlace de esta primera gran etapa del MCU. Thanos fue apareciendo desde la misma Fase 1, por lo que el enfrentamiento contra él era inevitable.
La idea era tan ambiciosa, que decidieron dividirla en dos grandes películas que no se entienden la una sin la otra. Vengadores: Endgame, de la que ya habrá tiempo de hablar, cerrará definitivamente la Saga del Infinito. Por eso se me hace muy complicado tratar esta como un ente individual, aunque sí me funcionó así la primera vez que la vi en el cine.
Y es que no se trata de una película más del MCU, ni siquiera una más de Vengadores. Esto es algo que pudieron notar todos aquellos que acudieron a una sala de cine los primeros días del estreno. La gente estaba eufórica: aplausos, algún grito de emoción y un silencio que no olvidaré jamás en la recta final.
Esta sensación de evento que no te puedes perder, del que todo el mundo habla y que si no vas rápido al cine te spoilearán toda la película, era única en el género. Quizás lo hemos visto en otras sagas, como en El señor de los anillos: El retorno del rey (2003) o el ya mítico “Barbieheimer”, que unía las películas de Barbie (2023) y Oppenheimer (2023) por lo opuestas que eran y por la casualidad de estrenarse el mismo día. Esto es algo que se reflejó en la taquilla, logrando ser la séptima película con mayor recaudación de la historia, superando los 2 mil millones de dólares con un presupuesto superior a los 500 millones.
Los elegidos para dirigir ambas películas, el mayor reto de Marvel Studios hasta la fecha, fueron los Hermanos Russo, Anthony y Joseph. Una decisión que me parece la más lógica, pues ambos rindieron a un nivel excelso en sus dos anteriores películas en el MCU, Capitán América: El Soldado de Invierno (2014) y Capitán América: Civil War (2016). Una confianza que sigue vigente a día de hoy, pues serán los directores de las dos próximas películas de Los Vengadores. Se puede decir con total seguridad que son los directores más importantes del MCU, junto a Jon Favreau, que dio origen a todo con Iron Man (2008).
* A partir de aquí habrá spoilers de la trama de Vengadores: Infinity War, si queréis una opinión sin destripes, id directamente a la conclusión.
La emocionante presentación de cada uno de los Héroes del MCU
Si hay algo que te puede provocar que se te erice un poco la piel en una cinta que reúne a tantos héroes ya conocidos, es la primera vez que aparecen en pantalla. Me parece muy cuidado el ritmo y cadencia de presentación, teniendo en cuenta que son alrededor de 30, cada uno pidiendo su parte del pastel. Momentos como Peter Parker activando su sentido arácnido al notar la presencia de una enorme nave amenazando La Tierra, El Capitán América apareciendo en las sombras con su nuevo look con barba, o Los Guardianes de la Galaxia con sus clásicas bromas surcando el espacio.

Son pequeños instantes que emocionan, no solo por ver a nuestros héroes favoritos de nuevo, sino por lo bien que están introducidos, cada uno en su contexto. De esta forma, la trama se divide en muchos frentes, cada uno centrado en una Gema del Infinito que deben proteger. Aquí es donde se forman sinergias divertidísimas que se mantendrán hasta el final, dignificando la palabra “crossover”. Por ejemplo, tenemos el encuentro de Thor con Los Guardianes de la Galaxia, uno de los más graciosos por el constante enfrentamiento entre Peter Quill y el Dios del Trueno por ver quién es más “hombre”.
Y es que es una película repleta de acción desde el minuto 1. Es de las más divertidas del género, pues entre estelares apariciones, épicos combates y momentos inolvidables, las casi dos horas y media pasan en un chasquido. Es la cinta que mejor refleja lo bien cohesionado que está el MCU. A través de todas las películas, hemos ido conociendo las seis Gemas del Infinito, cuál es su poder y su localización. Es por esto que arranca tan directa, pues no necesita presentar ni el conflicto ni a los héroes, solo al villano.

Thanos, el verdadero protagonista de Vengadores: Infinity War
No, los Vengadores no son los protagonistas esta vez. Si la trama gira en torno a alguien, ese es sin duda Thanos. Lo digo ya, es el mejor villano que ha tenido el MCU en su historia. Sí que es verdad que el punto débil en la mayoría de cintas ha sido el villano. Hay muy pocos memorables, pues suelen carecer de carisma o un propósito que realmente nos haga reflexionar. Thanos llega para cambiar las tornas, con una misión que lleva años teniendo clara: reducir la sobrepoblación del universo eliminando al 50 % de la misma. Josh Brolin es quien le interpreta, aunque es muy difícil reconocerle entre tanto efecto digital.
No quiere dominar el mundo ni destruirlo, simplemente hacer que sea uno mejor a través de un genocidio aleatorio sin distinción de clases. El equilibro es la clave, como le enseña a Gamora, hija adoptiva a quien recluta tras eliminar a la mitad de su planeta. Un flashback muy bien metido entre toda la acción, representando uno de los pocos momentos de calma que sirve para profundizar en un personaje con más matices de los que podía parecer en un principio. Es su película y aparece apenas 29 minutos, más que suficientes para ver su poder, motivaciones y para someter a todos y cada uno de los héroes que le planten cara.

Hay gente que ha llegado a empatizar con su causa. A mí me sigue pareciendo un asesino despiadado, por mucho que pueda tener razón en el fondo de sus intenciones. Los Russo saben remover un poco los sentimientos para que no se muestre como un personaje que no siente nada. Por esto nos dan la escena de Vormir, planeta que alberga la Gema del Alma.
Está custodiada por Cráneo Rojo, a quién no veíamos desde Capitán América: El Primer Vengador (2011). Es una de las grandes sorpresas de la película, aunque su aparición no deja de ser circustancial. Lo importante aquí es que para conseguir la gema, has de dar algo que amas. Thanos nos muestra su parte más sensible y sentimental al llorar desconsolado tras aceptas que ha de sacrificar a su propia hija.
Es la segunda muerte relevante de Vengadores: Infinity War tras la de Loki. Es una pena perder a esta Gamora que tan buena química había desarrollado con el resto de Guardianes de la Galaxia. Es en este momento cuando nos damos cuenta de que no habrá nada ni nadie que pueda parar ya a Thanos, pues el sí está dispuesto a sacrificar lo que haga falta por su misión. Algo que varios de Los Vengadores no serán capaces de hacer, acercándoles cada vez más a su inevitable derrota.

La cinta arranca con él obteniendo la segunda gema, tras haber conseguido la del Poder en Xandar. Se trata de la del Espacio, la cual está escondida en el Teseracto. Es brutal el arranque por un motivo: vence a Thor, Loki y Hulk como si fueran muñecos de trapo. El segundo acaba muerto, Hulk es rescatado por Heimdall y enviado a La Tierra y Thor queda varado en el espacio, flotando como yo en la piscina. Sí, Thanos es muy poderoso sin las gemas, pero lo terrorífico es de lo que es capaz a medida que va obteniendo todas una a una.
Ahora bien, todo lo que consigue no lo podría hacer solo. Por ello tiene un increíble ejército liderado por la Orden Negra (Ebony Maw, Cull Obsidian, Proxima Midnight y Corvus Glaive) y millares de criaturas como los chitauri que ya conocimos en Los Vengadores (2012). Es la mayor amenaza que ha habido nunca en el cine para los héroes de Marvel, ¿fueron capaces de vencer?
Los mejores momentos de Vengadores: Infinity War
Vengadores: Infinity War está repleta de momentos que son ya icónicos en el género de superhéroes. Ya hemos comentado algunos, como su explosivo arranque o las primeras apariciones de Spider-Man y Capitán América, pero hay más. El primero que se me viene a la mente, es el de Thor entrando en la batalla de Wakanda para salvar el día cuando parecía todo perdido. Antes, tuvo que construir, con la ayuda de Rocket, Groot y Eitri, el herrero que construyó el Guantelete y el Mjolnir, el Destructor de Tormentas.
Un arma que viene a sustituir la destrucción del Mjolnir en Thor: Ragnarok (2017). Es una entrada tan épica, que siempre que la veo se me levantan los pocos pelillos que tengo en los brazos. Es el Thor más desatado que hemos tenido nunca y una demostración inmejorable de por qué es el Dios del Trueno.

Una batalla que me parece especialmente divertida, es la que tienen Dr. Strange, Wong, Iron Man, Hulk y Spider-Man contra Cull Obsidian y Ebony Maw. El combate muestra el potencial de todos, salvo de un Hulk acobardado toda la película por la paliza que le da Thanos, una decisión dantesca en mi opinión, pues nos priva de verlo en acción. Ver a Spider-Man utilizar los portales de Strange, a este hacer nuevos hechizos y a Iron Man desatar toda su nueva nanotecnología, es adrenalínico. Ahora bien, no es suficiente para ganar, acabando con Strange encerrado en la nave, pues tiene la Gema del Tiempo y con Iron Man y Spider-Man siguiéndole los talones.
Por último, hay que destacar la gran batalla de Vengadores: Infinity War. La conocida como Batalla de Wakanda, es un brutal clímax en el que se enfrentan los wakandianos y Los Vengadores, contra todo el ejército de Thanos, sin este último. Es la última oportunidad de los héroes para no fracasar y proteger la Gema de la Mente antes de poder destruirla. Es un festival de explosiones, magia y poderes de todo tipo. Ver a Black Panther y al Capitán América comandar los equipos y las hordas alienígenas acercándose, se me quedará para siempre en la memoria.

Vivir esto en el cine fue apoteósico, pues todos los héroes tienen su momento en combate: Falcon y Máquina de Guerra desatan su explosivo arsenal, Wanda y su magia acaba con centenas de enemigos, Bucky y Rocket codo con codo gastando toda su munición o Bruce en la HulkBuster aprendiendo a dominarla. Además, que el escenario sea Wakanda con su impresionante escudo, hace que todo gane un poco más en épica.
Hay un momento que, obviamente es el mejor y más relevante de Vengadores: Infinity War, pero merece un apartado para él solo más adelante.
Los errores por los que los Vengadores no ganaron esta vez
Esto es como en un partido de fútbol. Tus aciertos cuentan, pero los errores del rival, muchas veces, marcan la diferencia entre la victoria y la derrota. Thanos hace todo lo que está en su mano para salir victorioso: desarrolla un plan durante años al mismo tiempo que se va haciendo más fuerte y con un ejército mayor, localizando todas y cada una de las gemas y organizando a su equipo para conseguirlas. Ahora bien, todo esto es muy bonito, pero podría haber fracasado varias veces si algunos héroes no hubiesen sido tan egoístas.
El primer error, aunque me parece el más lógico, es el de Loki no consiguiendo engañar a Thanos con el Teseracto. Es el Dios del engaño, pero estaba en una situación límite, con la nave destruida y con Thor y Hulk vencidos. Su intento bien podría haber sido esconder el Teseracto por un bien mayor, aunque es algo demasiado ideal para un personaje como Loki. Pero sí, sin Teseracto no habría habido chasquido y Loki era el único que podría haber evitado que obtuviese la Gema del Espacio.
El segundo y el que me parece el más grave de todos, es el de Peter Quill en Titán. El grupo de Los Guardianes de la Galaxia y el de Iron Man unen sus fuerzas tras conocer que tienen un mismo enemigo en común. Es otra parte muy divertida y graciosa gracias a conversaciones como qué es un buen plan entre Tony y Peter Quill o Peter Parker creyendo que Mantis es un alienígena que pondrá huevos dentro suya, como en la saga Alien.
El plan de ataque parece ser perfecto: le impiden usar el Guantelete del Infinito gracias a las telarañas de Peter, los hechizos de strange, los gadgets de Star Lord y, sobre todo, por el poder de Mantis que le paraliza definitivamente. Spider-Man está a punto de quitarle el Guantelete, la victoria estaba asegurada y el universo seguiría su curso. Sin embargo, la información de que Gamora está muerta cae como un piano en la cabeza de un Peter Quill que reacciona de la forma más impulsiva y necia posible.

Decide darle golpes en la cabeza como un mono, haciendo que Mantis pierda el equilibrio y Thanos se recupere para acabar con todos, llevándose la Gema del Tiempo de un Strange que decide dársela. Esta última decisión no la meto en error, pues él conoce el único futuro de los 14 millones que ha visto en el que ganan. Así que se la da porque es la única forma en la que Los Vengadores salen victoriosos en el futuro.
El último error que meto en la ecuación, es el de Wanda y Visión. Ambos se aman y tienen una relación de lo más bonita. Es verdad que en su mayoría hasucedido fuera de cámaras, pero lo que vemos es un vínculo muy fuerte entre la bruja y el androide. Ahora bien, él utiliza la Gema de la Mente para vivir, así que es uno de los objetivos de Thanos. Lo más inteligente, aunque sea duro, era acabar con su vida antes de que le capturasen. De hecho, es una decisión que sí acaba tomando Wanda al final de la película, pero demasiado tarde.
Al final, todos estos errores demuestran que Los Vengadores son humanos y pueden perder por sus sentimientos. Si tienes algo que perder, tus enemigos lo pueden aprovechar. Thanos sí tiró hacia adelante matando a su propia hija y por este motivo, ganó.
Y con un chasquido, llegó el silencio
Era inevitable. Thanos llegaba a Wakanda con cinco gemas, solo le faltaba la de la Mente, custodiada por Visión. Hasta su llegada, la batalla iba viento en popa gracias a la entrada de Thor y al resto de Vengadores que conseguían repeler a todos los alienígenas en masa que no dejaban de llegar. Thanos vence de manera muy sencilla a todo héroe que se lanza sobre él, pues con cinco gemas es prácticamente invencible.

La última oportunidad era Thor. Tras demostrar por qué es el vengador más poderoso, voló como un trueno hacia Thanos, consiguiendo clavarle el Destructor de Tormentas en el pecho. Y es aquí donde llega el último y definitivo error de Los Vengadores que les niega la victoria. En vez de apuntar a la cabeza, lo hizo en una zona no mortal, dando la oportunidad al Titán Loco de consumir su plan con un simple chasquido de dedos.
El resultado es una de las veces que más me ha impactado el silencio en una sala de cine. Poco a poco, la mitad de los héroes que has ido siguiendo película a película hasta encariñarte con ellos, se convertían en polvo. Groot, Peter Quill, Black Panther, Dr. Strange, Bucky Barnes o el más doloroso, Spider-Man. Ver a Peter Parker suplicar a Tony Stark que no quiere irse, que no está listo para morir, es muy duro y el momento que más puede hacerte asomar cierta lágrima que tanto te estaba costando sacar.

Por primera vez, Los Vengadores habían perdido. Esta es la sensación que se nos quedó durante un año hasta que estrenaron Vengadores: Endgame. Ahora bien, la escena postcréditos es un pequeño haz de luz para no irte con tanto vacío del visionado. Nick Furia, antes de desaparecer por el chasquido, consigue enviar un misterioso mensaje a alguien fuera de La Tierra. Se trata, ni más ni menos, que de la Capitana Marvel. Un personaje hasta ese momento desconocido en el MCU, pero que pronto conoceríamos en su propia película estrenada en 2019.
Conclusión
Vengadores: Infinity War no es solo la mejor película de Vengadores, sino de todo el MCU. Marcó un antes y un después en el género, tanto por un final que dio muchísimo que hablar, como por la increíble capacidad de aunar alrededor de 30 héroes distintos, sabiendoes dar a todos su cuota de protagonismo. Es muy emocionante ver la primera aparición de cada uno, pues son personajes que ya conoces y aprecias por los 10 años de películas que hay entre Iron Man y esta.
El ritmo es endiablado, con una escena de acción tras otra y sinergias entre superhéroes que aportan el humor justo a la película, como la de Los Guardianes de la Galaxia con Thor o la de Spider-Man con Dr. Strange. Son dos horas y media muy ligeras que se sienten como un clímax. Y es que realmente lo es, pues no se entiende sin las 18 películas anteriores que han ido forjando tanto a los héroes como a la trama troncal de esta cinta.
Ahora bien, el verdadero protagonista no son Los Vengadores, sino el Titan Loco, Thanos. Es el gran villano de la función, aquel que ha estado prácticamente estos 10 años de películas urdiendo el plan definitivo para encontrar el equilibrio en el universo. Una meta con la que puedes llegar a empatizar, pero nunca con sus formas. Toda la trama gira en torno a Thanos buscando las seis Gemas del Infinito para acabar con el 50% de los seres vivos. Es brutal como te construyen al personaje, con pequeños flashbacks de su pasado que te hacen ver un villano algo más gris de lo que parecía en un principio.
Está claro que saber que había una continuación directa un año después llamada Vengadores: Endgame, pudo restar algo de fuerza al final. Aun así, verla otra vez te sigue dejando esa sensación de vacío que muy pocos finales de películas de este género han conseguido. El MCU llegaba a su cenit en esta recta final de la Saga del Multiverso, siendo Vengadores: Infinity War la que hace que todo el camino que nos ha llevado hasta aquí, merezca totalmente la pena.
Con un chasquido, me despido.
Lo Mejor:
- ✅ Es una película que nunca me cansaré de ver.
- ✅ El ritmo de la película no te deja respiro gracias a constantes escenas de acción y sinergias entre héroes.
- ✅ El tiempo en pantalla está bien medido para todos y cada uno de los héroes Marvel que hemos ido conociendo a través de 18 películas anteriores.
- ✅ Thanos es un villano espectacular y está representado de tal forma. Es muy imponente y tiene las ideas muy claras.
- ✅ El final es historia del género...
Lo Peor:
- ❌ ... un poco empañado por conocer de antemano que habría una continuación solo un año después.