Una lección de cómo revivir un clásico
Bubble Ghost fue un videojuego que salió a la venta en 1987 para Atari ST, porteándose posteriormente para otras computadoras personales. Después, en el año 1990, la compañía japonesa Pony Canyon llevó al fantasma, que en su primera versión tenía aspecto más alargado y un tono más oscuro, a una versión de Game Boy más adorable. Consiguió convertirse por méritos propios en un clásico de culto, gracias a una genial mezcla entre juego de habilidad y de puzles. Han pasado 35 años desde entonces, ¿por qué vuelve tanto tiempo después?
Pues para saberlo, hay que conocer al estudio responsable de este remake. Nakama Game Studio son los encargados de llevar una ambiciosa idea como lo es traer de vuelta un clásico por el que mucha gente siente nostalgia, con la responsabilidad que esto conlleva. Es el primer videojuego del estudio español, uno más de todos los que están saliendo últimamente y tanta calidad están demostrando.
Como podéis leer en esta entrevista para GAME, comenzaron siendo cuatro personas y han llegado a tener 12 para crear el juego. La idea de traerlo de vuelta viene como suelen venir todas las buenas ideas: de casualidad. Recordando viejos tiempos, salió el nombre de Bubble Ghost, juego del que tenían el beneplácito de su creador original, Christophe Andreani, para hacer una versión actualizada no comercial. Al darse cuenta de lo cara que era en Japón su versión de Game Boy, comenzaron a negociar los derechos para hacer realidad el proyecto. Un año después lograron el sí y se pusieron mano para desarrollar lo que tenemos hoy entre manos.
La forma de llevarlo a cabo me parece tremendamente ambiciosa. El juego original se trataba de una aventura de 35 niveles que podías completar en menos de 20 minutos a poco que te hagas con sus controles. Pues bien, aquel juego ahora me parece una simple demo al lado de lo que han conseguido con Bubble Ghost Remake. Es un juego completamente nuevo, con una historia elaborada, largos y complicados niveles, espectaculares jefes finales, fases secretas, modos opcionales y un sinfín de coleccionables. Todo con un aspecto audiovisual precioso que te llamará desde la misma portada del título.
Encantador por fuera…
Lo primero que me llamó la atención para querer jugar a Bubble Ghost Remake, fue su apartado artístico. Siento especial debilidad por el estilo alegre y colorido que se mezcla con lo terrorífico y “spooky”. Ejemplos en el videojuego hay varios, como el Remake de Medievil o la saga Luigi’s Mansion. Aquí está llevado tan bien o más que los anteriores, pues cada plano de sus escenarios está repleto de detalles, tanto en primer plano como en los fondos. Es una delicia atravesar las distintas estancias del castillo, pues siempre quieres avanzar para ver con qué nuevo diseño te sorprenden.
Lo mismo ocurre con sus enemigos, repleto de ellos y tan bien animados que se sienten con vida propia. Los jefes finales tienen muchísima personalidad, hay una buena cantidad de ellos y ofrecen de los mejores momentos de la aventura. Todo esto sin olvidarse de una banda sonora que reacciona a cada situación que nos encontremos, pues es una herramienta más para orientar el estado de tu pompa. En estos combates contra bosses, es donde más brilla, con melodías fantásticas que encajan como un guante con el resto del arte.

No solo es bonito en su estética, sino que lo es también en su historia y en la forma de contarla. Nos ponemos en la no-piel de Heinrich Von Schinker, un inventor enamorado de Sofía, su esposa. Eran felices hasta que un día fue llamado a la guerra, una de la que no volvió con vida. Convertido en un fantasma, vuelve a su hogar en busca de un reencuentro que se dará solo si consigue llevar una pompa hasta lo más alto del castillo.
Es una historia bonita y dura, contada a través de viñetas tipo cómic y escrita en prosa. También cuenta con alguna cinemática, sobre todo tras cambiar de mundo. Me ha sorprendido la importancia que se le da a la trama, pues es algo del que el original carecía totalmente. Todo esto hace parecer que la aventura es como visitar a Heidi en las montañas, pero nada más lejos de la realidad.
…endiablado por dentro
Bien, ya se divirtieron los niños, ahora le toca a los adultos. Bubble Ghost Remake es el juego más difícil, frustrante y adictivo que he jugado en mucho tiempo. No soy el tipo de jugador que le encanten los retos de primeras, disfruto la saga Souls y repetir un jefe varias veces, pero quedarse encallado en una misma fase durante horas es algo que detesto, pues siento que estoy perdiendo el tiempo. El objetivo es sencillo, controlar al fantasma para orbitar alrededor de una pompa que estalla con cualquier contacto, CON CUALQUIER. Perdón, no es momento de subir el tono. Para desplazarla, hay que soplar en la dirección que queramos ir, calculando la potencia del soplido.
Su esquema de control es muy cuadriculado, pues solo podemos movernos en 8 direcciones, sin movimiento libre 360º. Es una decisión que me parece acertada, pues de esta forma es más fácil dirigir la pompa para que no se nos vaya un milímetro hacia el lado que no es. Y ya está, no hay más mecánicas que estas, la innovación y frescura se la quedan en sus escenarios y enemigos.

Los primeros niveles están muy bien pensados para ir cogiendo el tranquillo al control, no aprietan demasiado y ponen retos asequibles, aunque esto no evitará que se nos explote la burbuja unas cuantas veces. Tardé unos dos mundos en dominar de verdad el control, pues al ser muy único de este juego, tienes que hacerte con la inercia de la pompa. Al principio te pasarás de potencia o te quedarás corto, girarás para el lado que no es y cometerás mil errores constantemento. Ahora bien, lamento decirte que esto te va a pasar durante toda la aventura. Mi pompa ha explotado 1278 veces en 13 horas 49 minutos, con las cuatro fases opcionales completadas.
Es prueba y error constante, una sensación de frustración que no se siente injusta, pues siempre es culpa tuya como jugador. Lo digo porque he sentido las hitboxes muy bien medidas, no tiene bugs de ningún tipo y todo está calculado al milímetro. Quizás demasiado, pues hay veces que sientes que podrían haber sido un poco más generosos con los timings de ciertas amenazas de los escenarios o los espacios por donde tienes que colar a la burbuja.

El diseño de escenarios es su gran punto fuerte a nivel jugable. Sobre todo por la variedad, ninguna fase se siente similar a otra. Todas tienen algún elemento nuevo y la forma de encararse es distinta al resto. Hay niveles en los que tienes que tocar trompetas para poder pasar por según que zonas, en otras has de jugar con la temperatura para que tu burbuja no explote por calentamiento o congelamiento, o incluso has de moverla bajo el agua, complicándose mucho por la inercia de flotación que ejerce sobre ella.
Además, sus jefes finales, tan desafiantes como el resto del juego, están llenos de sorpresas con las que te querrás tirar de los pocos pelos que te quedarán según vas avanzando. El último mundo es de lo más brutal a nivel de dificultad que he experimentado nunca. Para aliviar esto, existe el modo asistido. En él, puedes elegir que el fantasma apunte automáticamente a la pompa, los enemigos y mundos son menos hostiles y existen checkpoints en varios niveles (algo que me habría dado la vida en el modo normal). Ahora bien, lo malo es que la dificultad no se puede cambiar en ningún momento, así que es una decisión a sopesar desde el principio.
Contenido opcional para no aBOOOOOrrirse
Bubble Ghost Remake cuenta con un jugoso contenido secundario que alargará las horas de juego a poco que estés disfrutando del mismo. El que más me ha gustado es la posibilidad de jugar al juego original con los gráficos del Remake. Nunca tuve la oportunidad de jugarlo, así que poder hacerlo con este arte es un auténtico lujo. Ahora bien, se queda muy corto y hasta fácil en comparación con la aventura principal. Lo completé a la primera con dos explosiones de pompa, una que es mucho más grande, pero sus escenarios son menos amenazantes.

Otro modo para los amantes de la velocidad, es el Speedrun. Ideal para picarte con amigos, pues es un juego al que le viene que ni pintado un modo así. Cuenta con un temporizador y un contador de muertes, por lo que si sois locos de batir tiempos, este es el modo idóneo.
Más allá de estos modos que se encuentran fuera de la aventura principal, existen las fases secretas y los coleccionables. De las primeras he logrado hacer todas, se tratan de niveles ocultos muy difíciles que, al completar las cuatro, desbloquean el final verdadero. No me han parecido tan difíciles como las del último mundo, aunque sí que recomiendo hacerlas cuando tengamos más práctica. En cuanto a los coleccionables, hay 30 repartidos por los niveles y son muy útiles para comprender mejor la historia del juego. Además, están los aros, que se obtienen al completar rápidamente los niveles.

Con todos estos elementos, Bubble Ghost Remake tiene un gran componente de rejugabilidad para que las horas se alarguen incluso por encima de las 20 horas. Una duración muy alta para el tipo de juego que es. Completar la aventura desbloquea el modo heroico, un paso más en la dificultad por si eres un auténtico enfermo y maestro pompero.
Conclusión
Bubble Ghost Remake trae de vuelta un clásico de hace más de 35 años que se hizo popular en Game Boy. Lo hace de manera inmejorable, pues no solo trae aquella aventura remasterizada, sino que esto es un simple añadido de un juego mucho más grande y ambicioso. Empezando por un diseño artístico delicioso, tanto de escenarios como de enemigos, que sabe mezclar la estética colorida y agradable con el terror más “spooky”. Aderezado con una genial banda sonora que se adapta genial a cualquier contexto. La historia y la forma de contarse, a través de viñetas y escrita en prosa, es emotiva y encantadora.
Ahora bien, que no os engañe su piel de cordero, pues dentro esconde uno de los videojuegos más difíciles a los que puedes jugar hoy en día. Un simple movimiento en falso de apenas un milímetro es la diferencia entre que tu pompa sobreviva o no. A través del ensayo y error, has de dominar la frustración para poder atravesar unos niveles muy bien, pero diabólicamente diseñados. Durante sus cinco grandes mundos, superarás fases muy variadas que logran sorprender por la abundante cantidad de mecánicas que esconden.
Aunque el juego es justo, sí he sentido que aprieta en exceso, sobre todo en cuestión de timings de algunos elementos y del espacio, prácticamente a pixel perfecto, que hay en ciertas zonas. Los jefes finales son espectaculares y mejor medidos en cuanto a dificultad respecto al resto de niveles, aunque el último me llevó varias horas superarlo. El contenido opcional es abundante y te motiva a explorar a conciencia cada escenario para intentar sacar el final verdadero.
En definitiva, un videojuego apto para los más valientes, que mezcla lo adorable y lo diabólico como nunca antes he visto en el medio. No diría que Bubble Ghost Remake es el Souls de las pompas, sino que cualquier Souls es el Bubble Ghost Remake de los RPG. La satisfacción que me llevó vencer al Meteorrobot atormentado, no hay Malenia o Radahn que me la haya dado. Toma pareado.
Lo Mejor:
- ✅ Todo su diseño artístico, es una delicia que no deja de sorprender.
- ✅ El contenido que tiene, tanto principal como opcional. Es abundante y de calidad.
- ✅ Un auténtico reto muy satisfactorio de superar.
- ✅ Su historia, emotiva, bonita y bien contada.
Lo Peor:
- ❌ No poder cambiar la dificultad en cualquier momento, pues habrá jugadores que se arrepentirán tarde.
* El juego ha sido analizado gracias a una copia de prensa recibida a través de Keymailer por Selecta Play.