Atención: la siguiente crítica contiene spoilers sobre el desarrollo de la película y está fundamentada en opiniones personales.
El Imaginario es una película de Anime que se estrenó en 2023. Dirigida por Yoshiyuki Momose y animada por Studio Ponoc, siendo esta su tercera obra en el mundo de la animación. Está basada en la novela de A.F Harrold, bajo el título de; «Los Imaginarios».
Se ha estrenado en Netflix hace poco y, en cuanto reparé en la portada y el título, llamó mi atención. Leí la descripción para formarme una idea de si merecía la pena darle al play e invertir dos horas de mi tiempo y; ¡Vaya que si valió la pena! La película no decepciona en absoluto. Tiene un trasfondo que, los más pequeños, pueden disfrutar y entender. Los adultos pueden analizar su contenido, localizar mensajes ocultos y sus maneras sutiles de transmitir algo, o no hacerlo. A veces es mejor dejar que nuestra imaginación, como la de Amanda, vuele libre.
Lo positivo de ponerse a ver una película sin ninguna expectativa, contexto previo o idea de qué va a ocurrir es que es muy fácil que te sorprenda y muy complicado que te defraude. Soy de esas personas que echan un vistazo rápido a la cartelera y escogen la película que más les transmite. De ese modo, he dado con auténticas bombas de relojería creativas que no son mainstream y cuya propaganda no te está acosando por todas partes.
Los protagonistas
Amanda Shuffleup es una niña que se prometió no olvidar nunca a su padre, proteger a su mamá y no llorar jamás. Es una pequeña sociable, entrañable, simpática y con una imaginación desbordante. Vive con su madre, Elizabeth, que es dueña de una librería que ha puesto a la venta para cambiar de empleo. Su padre falleció, aunque no se especifica la causa, y Amanda quedó traumatizada por ello.
Tiene un amigo imaginario al que, haciendo honor a su nombre, solo Amanda puede ver. Se llama Rudger, a pesar de que algunos se confundan y se refieran a él como Roger. Los adultos saben que Amada habla sola, juega sola y se ríe sola. Algunos lo descartan como juegos de niños y otros lo identifican como un asunto preocupante. La madre de Amanda no cree que Rudger exista y a su hija le duele que su mamá no acepte las historias que ella le cuenta, ya que piensa que, si su padre hubiera estado vivo, la habría creído.
Rudger posee la apariencia de un niño rubio, con ojos marrones y una curiosidad que solo es rival para las cualidades imaginativas de Amanda. Ambos son inseparables. Juegan juntos en un mundo, donde, cada brinza de hierba, cada luciérnaga y cada ráfaga de viento nace al cien por cien de la imaginación de Amanda.

El antagonista
El villano de la película es el señor Bunting. Hablamos de un hombre con apariencia estrafalaria y bizarra. Viste una boina negra, unas gafas y una camisa roja con flores rosas. Tiene una nariz prominente (casi kilométrica, diría yo). Va acompañado de su propia amiga imaginaria, que tiene un parecido remarcable a Miércoles Adams.
La primera vez que le vemos, se presenta en la librería de la madre de Amanda con la excusa de llevar a cabo una encuesta sobre el comportamiento de los hijos. El hombre, literalmente, olfatea con sus narices descomunales a los entes imaginarios y nota la presencia de Rudger.

Bunting me pareció una elección interesante como antagonista. La idea de un sujeto de quien sabe cuántos años persiguiendo niños y, repito, olisqueándolos por si tuvieran algún amigo imaginario, me dio qué pensar. Como mínimo, me condujo a la conclusión de ser un mensaje subliminal. Puedo estar en lo cierto o completamente equivocada. Pero, esa fue la primera impresión que me generó Bunting. Con lo cual, es un personaje que me desagrada. No solo por su apariencia y sus maneras de actuar. Tiene algo raro que te hace identificarle como persona non grata en seguida.
El verdadero motivo de este villano es engullir imaginarios para hacerse inmortal. De hecho, Bunting tiene más de mil años. Lo que implica que lleva siglos atormentando a los imaginarios. Para ellos, es una leyenda, un mito, una especie de hombre del saco. A pesar de que muchos piensen que no es real, evitan hablar de él como la peste. Parece que Bunting se negó a aceptar la desaparición de su propio amigo imaginario y empezó a devorar a otros para mantenerle con vida, lo que resultó también en su inmortalidad.
El viaje de Rudger
La aventura comienza cuando Rudger y Amanda van con Elizabeth al supermercado. La madre se va a pagar el parking y los dos niños se quedan en el coche. Bunting aparece por sorpresa en el aparcamiento y se encuentra a Rudger y Amanda. Se desata una persecución, en la que Amanda logra evitar que Bunting absorba a Rudger. Pero, con la trágica consecuencia de que un coche atropella a Amanda, dejándola inconsciente. Rudger permanece en el estacionamiento. Cuando de su cuerpo empiezan a emanar luces doradas, comprende que está desapareciendo y que no le queda mucho tiempo, llegando a una conclusión aún peor; Amanda ha muerto.
El gato Jinzan, con el llamativo atributo de tener un ojo azul y otro rojo, localiza a Rudger. Le muestra un camino hacia una biblioteca secreta, donde viven todos los imaginarios que se han quedado sin amigo o que han sido olvidados. De día, la biblioteca está llena de humanos entrando y saliendo con libros bajo el brazo. Pero, de noche, se convierte en el paraíso de la fantasía de los imaginarios. Cada noche imaginan y visitan un lugar diferente. Los edificios y los objetos se materializan como por arte de magia. Allí, Rudger conoce a Emily.
Emily es una imaginaria con apariencia de niña humana. Tiene el cabello rojo, ojos verdes y unas gafas de aviador ajustadas a la cabeza. A la mañana siguiente, le guía hacia un gigantesco tablón de anuncios, donde las fotografías de cientos de niños le devuelven la mirada. Todos ellos son niños que necesitan un amigo imaginario. Rudger sostiene la imagen de John, a quien reconoce del autobús escolar de Amanda, y sin pensarlo se ve arrastrado por una fuerza invisible. Emily y otros dos imaginarios le persiguen.

Entran en el sueño de John. Emily advierte a Rudger de que tenga cuidado, porque, si mueren sin tener un amigo humano, morirán de verdad. Consiguen escapar ilesos, sin embargo, uno de los imaginarios forma un vínculo con John, pasando a ser su nuevo amigo. Bunting, que está a la caza de Rudger, percibe un aroma que sale de casa de John. El niño corre con todas sus fuerzas, tomando la decisión de distraer a Bunting para que sus amigos no resulten heridos.
Rudger deambula hasta encontrarse con el coche de la madre de Amanda y la sigue hasta su casa. Se entera de que Amanda aún está viva, pero en estado de coma. Elizabeth sube a la habitación de Amanda y empieza a llorar. Rudger intenta consolarla, pero ella no puede verle ni sentir su presencia. Entonces, nos muestran cómo llegó Rudger a la vida de Amanda. Amanda solía hablar con su ya fallecido padre, sin embargo, este nunca respondía. Un día, de su llanto desconsolado y de los buenos recuerdos que conservaba de su padre, nació Rudger.
El imaginario es interceptado por Bunting y su secuaz, que tratan de absorberlo, pero Emily le salva la vida. Jinzan aparece para abrir el portal, pero es demasiado tarde. Bunting reproduce una pistola con sus manos y dispara. Emily se sacrifica para que Rudger pueda llegar a la biblioteca y volver a ver a Amanda. Cuando Rudger regresa a la biblioteca, sano y salvo, se da cuenta de que nadie recuerda a Emily. El único que mantiene algún recuerdo de Emily es un viejo perro, Refri, que resulta ser el antiguo amigo imaginario de la madre de Amanda. Refrigerador le pregunta por Elizabeth y Rudger le confiesa que le ha olvidado.
El desenlace
Rudger decide ir al hospital para buscar a Amanda. Una vez allí, se encuentra con que el señor Bunting ya está dando vueltas por el edificio y con que Amanda no ha despertado aún. Bunting y compañía irrumpen en la habitación e intentan comerse a Rudger. Amanda empieza a despertarse, pero ha perdido la capacidad de ver a los imaginarios. Con las gafas de aviador que pertenecieron a Emily, logra distinguir a Rudger y a la imaginaria de Bunting peleándose. Se desata una batalla entre las desbordantes imaginaciones de Bunting y Amanda.
Cuando Amanda está contra las cuerdas (o, en su caso, aprisionada por una serpiente) y Rudger está a punto de ser absorbido, Elizabeth entra a ver a su hija. Amanda le suplica que le ayude, porque aquel hombre está intentando devorar a su amigo. La mamá solamente puede ver a Amanda en la camilla y a Bunting de pie. En el tablón de anuncios de la biblioteca, aparece una fotografía de la Elizabeth adulta. Refrigerador no se lo piensa dos veces y parte en su ayuda. Por unos momentos, la madre de Amanda puede ver a Rudger, a la serpiente y a su amigo de la infancia, Refri.
Rudger se despide de Amanda, pensando que ha llegado su hora y le pide que sea feliz. Entonces, de forma inesperada, la imaginaria de Bunting se interpone entre él y Rudger, provocando que Bunting la absorba a ella. Bunting cree que se ha comido a Rudger, pero empieza a expulsar humo negro por la boca y la nariz. Termina desapareciendo y convirtiéndose en la fotografía de un anciano que se desintegra. Rudger le pide a Amanda que jueguen juntos una última vez, antes de que él tenga que marcharse a casa.
Conclusión
El final, dentro de todas las opciones posibles para cerrar la trama, me parece muy bien escogido. Por un lado, destaca muchísimo el valor de la amistad, de confiar y creer en tus amigos íntegramente. Por otro, la importancia de saber decir adiós. Rudger aprende a ser su propia persona sin Amanda, acaba aceptando lo que implica ser un imaginario y pierde el miedo a desaparecer. Amanda entiende que no tiene que ser fuerte todo el tiempo, que su imaginación es un tesoro muy valioso y que aún le falta crecer un poco más, a pesar de haber empezado a madurar antes de la cuenta.
El cierre ideal habría sido que nos mostrasen que Rudger y Amanda seguirán juntos para siempre, que Amanda no perderá la capacidad de ver a Rudger y que él no quedará relegado a ser solo un recuerdo borroso. Con alguna mención especial, como que Elizabeth ha vuelto a ver a Refri de forma regular y que el viejo perro ha mudado su residencia a la librería. A mí, me hubiera encantado que se transformasen en una inconvencional familia. Pero, los guionistas de la peli tenían otras ideas.
En realidad, el desenlace que le dan a la película está muy bien ejecutado. Posee un matiz más realista y nostálgico. Sabemos que Amanda y Rudger se despiden, pero no vemos la despedida. Sabemos que ambos van a ir por caminos separados, pero no les vemos emprendiendo una nueva vida. Amanda tiene que crecer y Rudger debe aceptar que no es un niño de carne y hueso, sino un imaginario. Con lo cual, sus destinos se bifurcan. Pero nos queda la poderosa sensación de que volverán a verse.