La siguiente crítica contiene spoilers de toda la serie y está fundamentada en opiniones personales.
Quiero empezar aclarando que no puedo ser imparcial con esta serie por dos motivos. Primero, porque me encanta la temática de terror y paranormal, aunque no soy muy fan de los destripamientos en vivo y en directo. Segundo, porque aparece Michael (Harold Perrineau) de Lost. No hace mucho que vi Lost por primera vez y, cuando la terminé, me dejó con un vacío inmenso. Al poco tiempo, vi que habían sacado una serie en Max con Harold Perrineau en la portada, leí la sinopsis y me fui de cabeza al episodio uno.
Que será, será
Uno de los puntos fuertes de From es la canción de la intro: “Que Será, Será (Whatever Will Be, Will Be)” de The Pixies. La letra resume lo que es el show en esencia, donde los personajes sobreviven al presente y les espera un futuro incierto. Yo me aprendí la intro al cabo de pocos episodios y la canto a pleno pulmón siempre que empieza la serie. Aunque, la canción original no es de la banda The Pixies ni de la década del 2021. Nació en 1956 con la voz de Doris Day y fue compuesta por Jay Livingston y Ray Evans. Para aquellos interesados en escucharla:
Un árbol en el camino
From empieza con un viaje de carretera de la familia Matthews, compuesta por; Jim Matthews (Eion Bailey), Tabitha Matthews (Catalina Sandino Moreno), Julie Matthews (Hannah Cheramy) y Ethan Matthews (Simon Webster). Van tan tranquilamente en su autocaravana por una autopista de Estados Unidos, hasta que se desvían por una carretera secundaria. Ya cuando giran por ahí, sabes que algo malo va a pasar, porque es el típico camino angosto en el que los personajes acaban perdiéndose y topándose de frente con una casa abandonada o un asesino en serie. Jim tiene que pisar el pedal del freno a fondo, ya que hay un enorme árbol caído en medio de la carretera. Lo que les obliga a bajarse del vehículo e inspeccionar.

Con el paso de los episodios, se ven instalados en un pueblo que parece sacado de otra época; con una cafetería, que me recuerda a Pop’s de Riverdale, una enfermería, una iglesia, viviendas familiares y hasta una piscina vacía. Todo indica que en aquel lugar debió de vivir gente, personas que no son los residentes actuales. El pueblo tiene una particularidad y es que, literalmente, está en medio de la nada. No se puede salir de allí, ni atravesando el bosque, ni huyendo en coche, ni remontando la carretera que te trajo hasta allí en un primer momento. Es más, varios personajes lo intentan a lo largo de las tres temporadas que tiene From y siempre terminan volviendo al mismo punto. Dan media vuelta, aceleran y, al cabo de unos minutos, se topan otra vez con el árbol caído.
Con todos los recién llegados se repite la misma historia. Viajaban a un sitio, se desviaron y se encontraron con el tronco bloqueando la carretera. Desde ahí, da igual las vueltas que dieran o que volviesen para atrás, el condenado árbol siempre aparecía en medio de la calzada. Y, como es lógico, atraviesan la misma etapa de negación, de querer resolver los enigmas del pueblo y de dar con una solución mágica. Léase: Acosta (Samantha Brown), la oficial de policía que llega al pueblo a mitad de la tercera temporada. Resulta muy cansina, porque no quiere resignarse y es incapaz de escuchar las explicaciones y consejos de los locales sobre cómo funciona aquel lugar.
Los monstruos
Y, si solo fuera el hecho de encontrarse atrapado en un lugar concreto, no sería tan malo. Habría quienes agradecerían el respiro y la desintoxicación del mundo real (entre ellos, yo), quienes enloquecerían por la falta de socialización y civilización (como Jade al principio) y quienes se descerrajarían un tiro en la sien. Lo peor son las criaturas que asedian el pueblo por la noche. Tienen apariencia humana y una sonrisa entre agradable, escalofriante e invitante. De hecho, muchos recién llegados, los confunden con personas normales y les abren las puertas de sus casas. Como la niña del primer episodio, que ve a una anciana fuera de su ventana, pidiéndola que la deje entrar. Le da permiso para ingresar en su cuarto y la pequeña acaba abierta en canal y destripada sobre su cama.
En la primera y segunda temporada, no se nos muestra demasiado del aspecto real de los monstruos. Aparte de su rostro deformado y con afiladas filas de dientes cuando van a engullir a alguien, son como seres humanos del montón. Pero, en la tercera temporada, se les escapan más detalles de lo que se oculta tras la piel. Su rostro es negro, cenizo y su boca se parece a las fauces de una Lamprea. Son una mezcla extraña entre supervivientes de una catástrofe nuclear, zombis y demonios sedientos de sangre. De todas las criaturas mitológicas que existen, en mi opinión, son vampiros. Además, son bastante similares a los vampiros del videojuego House of Ashes de The Dark Pictures (los creadores de Little Hope, The Devil in Me…)

Cumplen todos los requisitos. Se alimentan a base de carne y sangre humana, solo salen de noche, hay que darles permiso para entrar en casa, si no lo máximo que pueden hacer es rondar, y son inmortales. Lo de la inmortalidad sí que es una revelación de la temporada tres. En la segunda temporada, lograron matar a una de las criaturas y renació a finales de la tercera mediante el misterioso embarazo de Fátima Hassan (Pegah Ghafoori).
La conclusión es que estos monstruos son inmortales de verdad. No inmortales tipo Crepúsculo o Crónicas Vampíricas de, vives para siempre, pero te corto la cabeza o te arranco el corazón y mueres. Parece imposible acabar con ellos. Si son vampiros, no son vegetarianos, amigos del ser humano ni humanizados por amor (léase Edward Cullen, Stefan Salvatore o Damon Salvatore), son depredadores. Además, no se convirtieron en vampiros o seres inmortales (no sé con certeza si son vampiros) por la mordedura de otra criatura o por capricho de la naturaleza. Hicieron un pacto con alguien y entregaron a sus propios hijos a cambio de la promesa de la inmortalidad.
¿Cómo se sobrevive a los monstruos?
Al principio, los habitantes del pueblo no tenían cómo protegerse. Se escondían donde podían; en matorrales, casas, coches, cobertizos o simplemente corrían. Entonces, llegó Boyd Stevens (Harold Perrineau), que es como el ángel vengador del pueblo, tomó el cargo de sheriff y descubrió los talismanes. Los amuletos sirven para dar protección a un lugar e impedir la entrada de los monstruos. Los locales lo cuelgan en la puerta de sus casas o del sitio escogido para pasar la noche. No son infalibles; si dejas entrar a una criatura, estás jodido. Tampoco sirven para aislar según qué lugares, como coches o tiendas de campaña. Sin embargo, en las casas y en la colonia funcionan de maravilla.
No sabemos mucho de los talismanes. En realidad, nada. Solo que Boyd los encontró y que tienen una especie de runa o símbolo grabado. Parecen más antiguos que el pueblo en sí, hechos a mano y estoy segura de que a futuro tendrán alguna connotación religiosa, aunque por ahora estén rodeados de un aura de misticismo y magia. De momento, su significado y origen son secretos y su utilidad se reduce a impedir que los monstruos crucen el umbral de la puerta al caer la noche. Boyd se encarga de entregar un hogar y un amuleto a los recién llegados, dentro de lo posible.
Personajes que se hacen de querer
Extrañamente, no hay muchos personajes que me caigan mal y os aseguro que es un tema complicado. En la primera temporada, Sara Myers (Avery Konrad), me resultó un poco difícil de tragar. Mató a su hermano, Nathan (Paul Zinno), y al padre de Kenny Liu (Ricky He), porque unas voces misteriosas le prometieron que, si lo hacía, volvería a casa. Pero, después, hacen un buen trabajo redimiendo al personaje y construyendo una evolución positiva para Sara. A tal punto que, llegando a la temporada tres, me falta que le den más tiempo de pantalla y tramas.
Tabitha se me ha hecho un poco pesada a ratos. Más aún, viendo los finales de las temporadas dos y tres. En la segunda, Tabitha era empujada del faro por un niño y despertaba en un hospital del mundo real. En la tercera, recupera unos recuerdos perdidos y nos hace partícipes de una revelación muy potente; Jade (David Alpay) y ella ya habían estado allí en otras vidas y habían intentado rescatar a los niños, ya que uno de ellos era suyo, pero habían fracasado. Todos esos giros argumentales conducen a la aparición de Julie, con un aspecto diferente y con la afirmación recurrente de que debe cambiar la historia, y de un anciano en traje amarillo que apuñala a Jim Matthews y, aparentemente, lo mata. En mi opinión, una de las muertes más injustas de la serie y el desaprovechamiento de un muy buen personaje.
Ethan puede llegar a exasperar un poco al espectador. Tiene tramas y situaciones que simplemente están allí para complicar la historia. Por un lado, está bien que le dé algo de movimiento y de novedad a From. Pero, por otro lado, aburre que siempre se esté metiendo en líos, yendo a sitios a los que le han prohibido ir y desobedeciendo a sus padres. Sin embargo, es un niño y se comporta como tal. Aparte de que posee un papel importante y sabe cosas que no debería de saber sobre aquel lugar. No olvidemos que es hijo de Tabitha Matthews y ella ha resultado ser imprescindible para la historia.
Dos personajes que se han ganado mi afecto en esta temporada son: Randall Kirkland (A. J. Simmons) y Marielle Sinclair (Kaelen Ohm). Ambos llegaron en la temporada dos y, en un inicio, eran insufribles. Randall era parecido a la oficial Acosta, solo que menos entrometido. Hablamos del típico pasota que piensa que puede hacerlo todo solo y que no necesita a nadie y que, por consiguiente, solo se interesa por salvar su propio trasero. Marielle tenía una severa adicción a los fármacos y las drogas y, a pesar de la ayuda que su exnovia, Kristi Miller (Chloe Van Landschoot), intenta prestarle, acaba recayendo. En la tercera temporada, Randall, ha demostrado madurez y crecimiento al participar con el grupo y salvarles la vida a Julie y a Boyd y, Mari, ha superado su problema con las drogas y ha sustituido a Kristi en la enfermería cuando estaba convaleciente.
Donna Raines
Donna Raines (Elizabeth Saunders) es ese personaje que, si se atreviesen a matar, me haría plantearme dejar de ver la serie. Podría decir que es mi personaje favorito, pero no soy capaz de escoger entre Boyd y ella. Lo que sí tengo muy claro es que, después de todo lo que ha sufrido y luchado, se merece un final feliz y, como no lo tenga, me voy a enfadar mucho.
Donna es la líder y encargada de gestionar la colonia, un edificio grande que sirve de refugio para todos aquellos que prefieren vivir en comunidad en vez de solos. Este aspecto es un poco contradictorio con el personaje de Donna y eso hace que me guste aún más. Ella es una mujer resuelta, independiente, de apañárselas sola y ayudar siempre que puede, de pensar con la cabeza fría y utilizar el corazón cuando es menester. Y, al mismo tiempo, es alguien que protege a sus seres queridos apuntando a una de las criaturas con una escopeta cargada, que antepone el bienestar de la colonia y sus habitantes al suyo propio y que se interesa por aquellos compañeros de casa a los que considera familia.

Cuando llegaron al pueblo, Donna, venía acompañada de su hermana, que fue asesinada por los monstruos. Creo que esa es una de las razones que hacen a Donna tal y como es. Perder a su hermana le hizo concienciarse de los peligros de aquel sitio y comprender la importancia de estar unidos y protegerse los unos a los otros. Por eso fundó la colonia.
Boyd Stevens
De Boyd podría decir bastantes cosas, empezando por el actor que le interpreta y el aprecio que le tengo. En From es un veterano de la guerra contra Iraq, con lo cual es un líder nato y conocedor de la disciplina militar. Llegó al pueblo con su mujer, Abby Stevens (Lisa Ryder), y con su hijo, Ellis Stevens (Corteon Moore). A Abby le ocurrió algo parecido que a Sara. Empezó a ver visiones, oír voces y se convenció de que estaban atrapados en una especie de sueño y de que el único modo de escapar era morir, ya que no se puede fallecer en sueños. Intentó matar a Ellis para «despertarle» y Boyd se lo tuvo que impedir, disparándola.
Boyd es un hombre torturado y perseguido por la muerte de su esposa. Con él, se aplica el principio de querer salvar a los demás, ya que no pudo ayudar a los suyos. Intenta hacer lo mejor para los habitantes del pueblo y para mantener la seguridad. Acepta el cargo de sheriff y se centra en cuidar a todos, mientras que, su hijo, se muda a la colonia e inicia una relación con Fátima.
Se ve cierto grado de avance en Boyd. En la primera temporada, no quiere arriesgarse a investigar aquel lugar y a desafiar a las criaturas. En la segunda, empieza a hartarse de la situación y decide que hay que plantar cara. Y, en la tercera, se pasa la temporada entera poniéndose en peligro y jugándose el pescuezo por los ciudadanos del pueblo. Si hay algo que define a este personaje es la valentía. Evidentemente, tiene miedo. Pero, lo que dice mucho de él, es que se aventura en lo desconocido de todas formas.

Para mí, Boyd, es el único protagonista de la historia que cuenta. Me explico. Tabitha, Jade, Julie y Ethan son nexos para formar y entender la historia y el origen de From. Ese es el gancho y el mayor misterio de la serie. Sin embargo, Boyd, nos acompaña desde el principio y espero que hasta el final. Saber de dónde y cómo nace ese lugar maldito es una gran parte del encanto de From, pero nosotros somos como Boyd; llegamos por casualidad o destino allí, sobrevivimos a sus misterios y nos enfrentamos a lo que nos parece más cercano a la verdad.
Junto con Donna, Boyd es mi personaje preferido. Es un hombre noble, legal, de principios claros, que sabe tomar decisiones difíciles y mantener la calma cuando el resto pierden la cabeza. Salvo cuando Tabitha y el padre de Victor, Henry Kavanaugh (Robert Joy), retornan al pueblo por la mala fortuna, que abandona a Randall a su suerte con las criaturas para rescatar a la mujer de Jim. Boyd es el Michael que yo quería ver en Lost.
Victor Kavanaugh
No se puede hablar de From y no mencionar a Victor Kavanaugh (Scott McCord). Dos palabras inmortalizan su esencia a la perfección: niño grande. Victor lleva atrapado en el pueblo desde que era pequeño y su madre le abandonó allí. Ha visto muchas cosas; algunas se nos han dejado entrever y, otras, viven ocultas en su mente. Victor es un adulto de cuerpo y edad. Su conciencia, expresiones y reacciones son las de un niño pequeño que no ha podido crecer. Al principio asusta un poco (sobre todo a Tabitha cuando se hace amigo de Ethan), porque tiene un aspecto descuidado y es extraño ver a un adulto de mediana edad jugando con niños y comportándose como uno de ellos. Sin embargo, con el paso del tiempo, los protagonistas y los espectadores nos damos cuenta de que Victor no lo hace a propósito.
Victor conoce la maldad ajena, la de los humanos y los monstruos, pero no sabe lo que es tener malas intenciones. Se quedó encasquillado en la infancia el día en que Miranda, su madre, le pidió que se escondiese y que no saliera y, cuando volvió a ver la luz del sol, todos los habitantes del pueblo habían sido masacrados por los monstruos. Victor fue recolectando pertenencias valiosas de cada vecino y las guardó, sabiendo que era importante que no fueran olvidados. Su cerebro tenía otros planes, ya que bloqueó gran parte de los recuerdos de aquel día y aquella época para proteger a Victor.

Su trama en la temporada tres se resume al reencuentro con su padre, al miedo a que Henry no le quiera aceptar, porque su apariencia ya no es la aquel niño que se extravió, y a intentar recuperar la memoria. Victor se obceca con encontrar a Jasper, una marioneta que hablaba y sabía cosas de las criaturas y de aquel sitio. Probablemente, Victor, sea la clave para entender qué pasó aquella noche y por qué los monstruos pudieron pegarse semejante festín.
Y, el Óscar al más odiado es para… Elgin Williams
Elgin Williams (Nathan D. Simmons) llegó a From con los del autobús en la segunda temporada. Antes de tener el accidente y toparse con el árbol en la carretera, tuvo un sueño extraño. Este es un suceso que se repite, ya que, Elgin, manifiesta sueños proféticos en futuros episodios. Elgin es un buenazo. El típico que está dispuesto a prestar una mano siempre que haga falta, aunque no conozca a la persona. Sin embargo, al igual que les ha pasado al ochenta por ciento de los personajes, ese lugar juega con su mente y le manipula.
En la tercera temporada empieza a ver al fantasma de una geisha, que le susurra y le aconseja que haga según qué cosas para que todos puedan salir de allí. En un primer momento, Elgin, consigue ignorar al espectro y seguir con su vida como si nada. Pero, conforme se le aparece más y le habla, acaba cayendo en la trampa. La mujer fantasmal le dice que la clave para escapar de allí está en el bebé de Fátima. Elgin debe tomar cartas en el asunto, ya que todos están comenzando a dudar de que ese bebé exista o sea humano. Así que, secuestra a Fátima y la encierra en un sótano. Cuando Fátima rompe aguas y da a luz, ayudada por la geisha, la criatura que sale de ahí parece recién escupida de Mordor. No es un bebé y, definitivamente, no es el hijo de Fátima y Ellis.

Con lo cual, a Elgin le ocurre lo mismo que le pasó a Sara en la primera temporada. Imagino que, para la cuarta, trabajarán en la redención del personaje, aunque a Ellis y a Fátima les costará mucho perdonarle. En lo que a mí respecta, era un personaje que me gustaba y al que veía bastante potencial. Pero, el hecho de que sus sueños y visiones no fueran más que otro recurso de la maldición de From para jugar con su mente, me ha decepcionado. Esperaba que los dones de Elgin sirviesen para algo más que para causar turbulencias a los protagonistas. Guardo la esperanza de que le rediman en condiciones y de que sus sueños lúcidos no sean solo los abracadabras de un vampiro o fantasma.
Conclusión
El camino que ha tomado From con el cierre de la tercera temporada me gusta. Por fin, nos dan algo más que incógnitas. Aunque, tampoco es que nos respondan muchas preguntas. Al menos, sí que nos ofrecen alguna que otra revelación que contesta determinadas dudas y siembra la semillita para la cuarta temporada. El final de la primera temporada, con Boyd adentrándose en el hueco del árbol y emergiendo de un pozo, me pareció decente para intrigar al público sobre una serie, cuyos creadores sabían que tendría más de una temporada. El cliffhanger de la segunda, con Tabitha cayendo por el faro y despertando en un hospital, es criminal y, al mismo tiempo, el mejor cierre de temporada hasta la fecha.
El final de la tercera, más que constituir unos puntos suspensivos, es un puente directo hacia la trama de la cuarta. Estoy hablando de una temporada cuatro, porque, sí, From ha sido renovada para una cuarta temporada. Supongo que saldrá a finales de 2025 o principios de 2026. No suelen tardar mucho más de un año entre temporada y temporada. Lo cual, me gusta, ya que no es agradable esperar cuatro años para otra entrega.
Uno de los factores que quiero comentar antes de terminar la crítica, es el ritmo de la serie. Es cierto que tiene un desarrollo excesivamente lento y que te va soltando pistas como si fueran migajas de pan desperdigadas por el camino. Hay a quien le frustan las incógnitas y las preguntas que se responden con más preguntas y se quejan de que From quiere contar mucho y, a la vez, no cuenta nada. A mí no me causa importunos, ya que siento un cariño especial por las series largas, que se toman su tiempo en narrarte la historia y presentarte a los personajes. Puede que sea debido a que crecí con ellas. No me suelen gustar las series cortas o en el formato-Netflix que, ahora, implementan todas las plataformas de streaming, a no ser que cierren la trama en condiciones.
Lo único que espero es que From no avance por la misma dirección que Lost de cara al final y que no nos golpeen con un «estaban todos muertos» o «fue un sueño» (táctica, que los españoles recordarán por el final de Los Serrano). From tiene que acabar por todo lo alto, respetando la temática sobrenatural y paranormal, de la que se han servido para elaborar contenido e interrogantes, y sin buscarle una explicación racional y absurda al pueblo, a las criaturas y al origen.
Por mi parte, espero que asi sea, porque esta serie me ha hecho recuperar la fe en sus compañeras de género. Si alcanza en temporadas a otras series que me enamoraron y engancharon (Crónicas vampíricas, Los 100, Pequeñas Mentirosas, Perdidos, Como conocí a vuestra madre…), espero que no acabe decepcionándome al final como lo hicieron sus predecesoras en el rincón de la fama de mis series favoritas.