Un Spin-Off ideal para adentrarse en la saga Yakuza
Tenían que hacerlo. A Ryo Ga Gotoku nadie le puede decir que no sean atrevidos. Todos los juegos de la saga Yakuza, hasta el más serio de todos, tienen un punto de locura y de adoración por lo absurdo que les hacen especiales. Cuando nos fuimos a Hawái en Like a Dragon: Infinite Wealth, algo nos podía hacer imaginar que un spin-off centrado en la piratería sería una idea solo apta para valientes, pero que podría funcionar. Pues bien, dicho y hecho. Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es la nueva demostración de que RGG es uno de los estudios más prolíficos de la actualidad, pues sacan juegos de alta calidad a la velocidad de una lancha motora.
Lo primero que hay que dejar claro, es que este Spin-Off se puede jugar perfectamente sin haber probado antes la saga. De hecho, me parece una entrada perfecta para aquellos que se quieran adentrar en la locura Yakuza por primera vez. Bebe mucho de lo que fue Like a Dragon: Infinite Wealth, tanto en escenarios como secundarias o tareas opcionales. Si tienes muy fresco este último, quizás sea demasiado empache de Honolulu.
Ahora bien, tiene suficiente entidad propia como para distinguirse entre todos los juegos de la saga. Utilizando a un personaje por todos conocido, Goro Majima, se le logra dar un giro de tuerca para que se sienta fresco gracias a un elemento cliché que aquí funciona fenomenal: la amnesia.
El juego está disponible en PlayStation 4/5, Xbox One, Xbox Series X/S y PC. Es en esta última plataforma en la que lo hemos jugado, y tengo que decir que hay algo que me ha desesperado de esta versión. No son otra cosa que los constantes crasheos que he sufrido de manera aleatoria al poco tiempo de juego. Lo extraño es que me ha ocurrido a mitad de la aventura, ni al principio ni al final, sobre todo cuando estaba el barco de por medio. Lo he jugado ya en la versión 1.14 con una RTX 3080, Ryzen 3700x y 32 GB de RAM. El rendimiento con todo al máximo no ha sido ningún problema, con más de 60 FPS a 1440p.
Una piratesca historia que va de menos a más
A nivel de trama, al juego le cuesta arrancar. Arrancamos inconscientes en la playa de la pequeña Isla Rich. Un Goro Majima amnésico se encuentra con Noah, un niño que quiere conocer mundo, pero vive encerrado allí con su padre y su hermana. Este chaval de 10 años es uno de los personajes más importantes del juego. Nos acompañará durante toda la aventura, haciendo que la relación entre ambos sea el pilar fundamental para que Goro decida hacerse capitán pirata.
Poco a poco van entrando nuevos personajes a la historia, volviéndose cada vez más coral. La premisa principal es la búsqueda del tesoro Esperanza, uno que muchos piratas llevan años buscando con apenas pistas. Como es habitual, habrá traiciones, alianzas y un ritmo que no dejará de crecer. Todo finaliza en un espectacular clímax de varias horas de duración con sorpresas a nivel de guion muy buenas. Está muy bien tejida la historia y conecta lo suficiente con Infinite Wealth de tal forma que tenga sentido que sea una “continuación”. Eso sí, si no lo habéis jugado no es problema, pues te pone bien en contexto de los cuatro conceptos claves que conectan ambas historias.

Para obtener ese ansiado tesoro, Goro Majima tendrá que reclutar una fiel tripulación que le acompañe en su aventura más exótica hasta la fecha. Personajes como Masaru o Jason, el padre de Noah, están muy bien escritos, son creíbles y forman una sensación de camaradería fantástica. El viaje es lo más importante, como en toda buena historia de piratas.
¡Es hora de surcar los mares!
El gran atractivo de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es el poder sentirse un auténtico pirata pero sin perder la esencia de la saga Yakuza. El principal añadido es el barco pirata. Al ser los capitanes, seleccionaremos qué miembros queremos en las batallas navales y a cuáles en las batallas en cubierta. Pero claro está, antes hay que reunir esta tripulación. Para ello, hay que hablar con gente dispuesta a unirse y hacer una pequeña tarea para que acepten. Estos pueden ser de tres rangos: bronce, plata y oro, por lo que hay que buscar a los mejores piratas de Hawái para ser el barco más temible de los siete mares.
Estas batallas navales son espectaculares y divertidas, aunque carecen de algo más de profundidad en las instancias finales. Podremos disparar una metralleta a lo que haya en frente, disparar cañonazos a nuestros lados o incluso dejar el timón y disparar nuestro lanzamisiles o curar a la tripulación herida. Además, contamos con un impulso de velocidad y la posibilidad de reparar el barco con unos usos limitados. El barco se puede personalizar al completo, tanto en lo visual como en su rendimiento. Comprar nuevos cañones, mejorar la salud o configurar un buen capitán de pelotón son algunas de las opciones más importantes que tenemos.

Hay una cantidad muy elevada de batallas, sobre todo secundarias. Estas se encuentran en dos lugares: el coliseo pirata y la navegación libre por el mar. En el primero es donde están las más exigentes, pero también con mejores recompensas. No tiene mucha más historia de lo que te puedes imaginar, un recinto cerrado en el que nos enfrentamos con otros barcos, tanto en cubierta como a cañonazo limpio. En el segundo es donde más decepción me he llevado. Se tratan de zonas muy pequeñas, no un gran mar abierto, en las que puedes aparcar para encontrar tesoros. Todos ellos se obtienen tras combatir en tierra contra otros piratas en pasillos lineales muy repetitivos.
Un pirata no solo se hace en la mar
Navegar por el mar se lleva una buena cantidad de las 27 horas que he tardado en completarlo, pero hay mucho más. Existen dos ciudades principales en el juego, Madlantis, un lugar en el que se reúnen los más viles piratas, y la ya conocida Honolulu. La primera es mucho más pequeña y carece de misiones secundarias, las cuales están, principalmente, en Honolulu. Ahora bien, aquí tenemos el Coliseo Pirata y algún que otro minijuego entre los que destaca el nuevo y divertido “Centro de Bateo Bang Bang”. Similar al de béisbol de otras entregas, pero reventando barriles para descubrir un tesoro que hay tras ellos. Funciona como una especia de Candy Crash muy adictivo.
El “problema” lo tengo más con Honolulu. Sobre todo por la enorme cantidad de tareas que recicla respecto a Infinite Wealth. Están los amigos de Aloha Links, la red social en la que se coleccionan amigos hablando con ellos por la calle, vuelven minijuegos como el Cazador de pervertidos, el Dragon Kart o el Crazy Delivery. Todos ellos son muy divertidos y tienen nuevos circuitos o rutas, aunque ya no son la sorpresa que sí fueron en el anterior. A las pocas horas de empezar te sueltan en Honolulu y te pasas, fácil, más de 10 horas haciendo un contenido que ya hiciste antes. Eso sí, también puede ser problema mío que he hecho todas las misiones secundarias del juego.

Y es que las secundarias, como tal, siguen estando a un nivel altísimo en este juego. Hay una en la que haces un tour con otakus fans de una Idol que es maravillosa. Por no hablar de la última secundaria del juego, un auténtico delirio como no he visto nunca en un videojuego. La saga Yakuza es de las que mejor contenido opcional tienen y este no es una excepción. Además, este tiene el aliciente de los tesoros. Existen 65 en total y se obtienen en secundarias, minijuegos, en islas o por las propias ciudades.
Estos, aparte de dinero, te dan puntos piratas. Con estos dos elementos, podremos mejorar nuestras destrezas para subir salud, ataque, aprender nuevas técnicas de combate, etc. A este sistema de progresión se le suman los anillos, el equipamiento del juego. Uno por cada dedo, ofreciéndonos subidas de estadísticas y habilidades pasivas. Es muy sencillo, pero eficaz, pues es un juego muy arcade.

Lo es también en el combate, pues vuelve al estilo beat ‘em up clásico, con dos nuevas posturas: Perro Loco y Lobo de Mar. El primero está orientado al combate uno contra uno y es el más típico de la saga, pues es el que utiliza cuando está en tierra con su atuendo Yakuza. Su habilidad especial le permite sacar varios clones que atacan junto a él. Y el segundo, que es el que he utilizado durante todo el juego, es el propio de los piratas. Con dos sables y una pistola, podemos atacar más en área y con mucha velocidad. Además, contamos con un gancho para acercarnos al rival. Uno que también sirve en la exploración para subir a sitios elevados.
Sigue teniendo el problema de toda la saga con los combates innecesarios de las calles, que te quitan tiempo y la recompensa es completamente insulsa. Me sigo quedando con el nuevo sistema JRPG de las entregas troncales de la saga. Se acaba haciendo demasiado repetitivo un combate del que se abusa hasta la extenuación.
Conclusión
Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es el más divertido y desenfadado Spin-Off de la saga Yakuza. La mezcla entre dos conceptos tan lejanos a priori nos da un cóctel de aventura en alta mar junto a las clásicas conspiraciones e hilado guion de la franquicia. Goro Majima como amnésico capitán pirata, es un protagonista muy carismático, capaz de unir una tripulación, mezclando su buen corazón con cierto grado de acidez cuando la situación lo requiere.
La historia va de menos a más, pues desentrañar los misterios del tesoro Esperanza atraerá a muchos aliados y rivales en una carrera contrarreloj para ser los primeros en encontrarlo. Es un juego ideal para adentrarse en la saga por primera vez al ser una historia autoconclusiva que apenas bebe de un par de detalles de Infinite Wealth. Además, la mayoría de historias opcionales siguen el alto nivel de absurdo y locura. Incluso se superan con una secundaria final con la que sigo teniendo pesadillas.
Las batallas navales son espectaculares y adictivas, pues enfrentarse a temibles barcos en el Coliseo Pirata a medida que mejoramos nuestro barco y tripulación es un bucle jugable que da para varias horas. Ahora bien, la exploración en alta mar peca de repetitiva en entornos demasiado cerrados que no dan la sensación, en ningún momento, de libertad. No esperéis un simulador pirata, el juego es totalmente arcade, con cañones láser, metralletas de cocos o poderes especiales en las batallas en cubierta. Unas que son prácticamente un Musou, llegando a haber más de 100 personajes al mismo tiempo entre aliados y enemigos.
En definitiva, una aventura contenida pero repleta de calidad y con identidad propia. No sé qué tiene esta saga, pero podrían hacer 30 juegos que seguiría sin cansarme, ya que siempre saben reinventarse de una u otra forma para que cada juego se sienta especial y único. Qué bien le ha sentado a la saga escapar un poco de Japón y visitar otros lugares que refresquen, nunca mejor dicho, la fórmula. ¡Levad anclas, izad las banderas y tomad el timón!, pues ahora es vuestro el turno de piratear (el juego no).
Lo Mejor:
- ✅ Goro Majima es un protagonista genial y su relación con Noah es preciosa.
- ✅ La historia va de menos a más, con un final espectacular.
- ✅ Las secundarias siguen siendo divertidísimas y muy alocadas.
- ✅ Las batallas navales ofrecen de los mejores momentos de la aventura.
Lo Peor:
- ❌ Muchas tareas recicladas de Infinite Wealth.
- ❌ Demasiados crasheos en la versión de PC.
- ❌ La exploración marítima es repetitiva y no da sensación de libertad.