A veces lo que se busca es la tranquilidad
Los que somos apasionados del mundo de los videojuegos y jugamos todo tipo de géneros dentro del mismo, tenemos siempre un momento donde lo que te apetece es jugar a algo tranquilo y dejarte llevar sin comerte mucho la cabeza. Después de completar SILENT HILL 2 Remake hace escasos días y haber sufrido cada minuto de aquel maldito juego, necesitaba algo relajado y colorido que me destensara de aquella experiencia de pesadilla. Por suerte, una brujita llamada Mika vino del cielo para traerme justo lo que necesitaba en el momento adecuado.
Aunque no ha sido Mika quien ha desarrollado el juego, sino Chibig, un estudio español con sede en Valencia que lleva ya varios años demostrando gran talento y con un sello propio muy marcado. Su gran éxito fue Summer in Mara, una aventura con muchos elementos de granja y crafteo que permitió al estudio ser independiente gracias a la financiación a través de Kickstarter. Una plataforma que les ha funcionado tan bien, que este Mika and the Witch’s Mountain logró recaudar más de un millón de euros. Una barbaridad que consagra al estudio tras varios proyectos de mucha calidad.

En lo personal, mi favorito sigue siendo Koa and the Five Pirates of Mara, un plataformas 3D muy ágil y centrado en la velocidad, con gran variedad de niveles y buenos jefes finales. Pero no solo tienen un estilo artístico similar todos ellos, sino que conviven en un mismo universo en el que no faltarán referencias entre ellos. Aun así, lo que toca tratar hoy es su último juego, uno que lleva desde agosto del año pasado en Early Access y del que por fin hemos podido probar la versión 1.0.
La bruja que reparte contra el sistema
Durante todo el juego controlaremos a Mika, una aprendiz de bruja que llega al Faro Estelar para aprender a ser maga en la escuela mágica de Olagari. La primera prueba que le impone esta, aparentemente, malvada bruja es la de volver al mismo sitio tras lanzarla desde lo alto del precipicio, pues es un lugar que se encuentra en lo más alto del Mont Gaun. Todo este inicio destaca por unas cinemáticas creadas con una preciosa animación 2D, algo que ya es marca de la casa. Aunque no hay muchas más de este tipo, sí que hay una al final que funciona genial como cierre a la aventura. Aunque eso ya lo descubriréis por vosotros mismos.

Mika aterriza en una playa de Mont Gaun y con su escoba rota encuentra ayuda en la primera habitante de la isla, Allegra. Esta le ofrece una escoba a cambio de unas monedas de oro. Para conseguirlo, no hay mejor método que trabajar, ¿y qué mejor trabajo que como repartidora de Amazing Deliveries? Es así como inicia una aventura que es como si Death Stranding estuviera desarrollado por Disney.
La trama habla de temas como la explotación laboral o los derechos de los trabajadores, aunque siempre con unos diálogos con mucha gracia y alegría. Es importante que este apartado funcione bien, pues estaremos constantemente conversando con los personajes a los que entregamos los paquetes. No se hacen pesados en ningún momento e incluso cogerás cariño a alguno de ellos. Unos personajes muy variados y encantadores que varios nos sonarán de anteriores juegos del estudio. Mika también funciona muy bien en el rol de protagonista, es muy extrovertida y divertida, no le teme a nada y es generosa con todo el mundo.
El tiempo también pasa volando
Lo primero que entra por los ojos es el precioso apartado visual que destila todo el Mont Gaun. La variedad de biomas no es muy extensa, aunque no se echan en falta más zonas. Con una paleta de colores muy vivos y una banda sonora alegre y agradable, hacen que juegues con una sonrisa en la cara. Todo va en la misma dirección: ser un juego que busca que estés relajado y disfrutando sin más pretensiones. Ahora bien, he encontrado un pequeño bug en el que la banda sonora desaparece durante más tiempo del que debería. Esto sucede porque cada zona tiene su propia melodía y al cambiar, a veces no se activa la que debería. Más allá de eso, el rendimiento en PC ha sido excelente y no he encontrado más bugs.

Algo que consigue tanto, que las más de 4 horas que he tardado en completarlo, se me han pasado volando, al igual que Mika en su escoba. He de decir, que podrían ser algunas más, pues me han faltado alguna tarea secundaria por realizar. Esto es en gran parte por lo satisfactorio que es, a los mandos, volar. Mika no cuenta con gran velocidad, aunque esta va mejorando según avanzamos en la aventura, pero la clave está en aprovechar las ráfagas de viento esparcidas por los escenarios. Con esto y con nuestra única habilidad: un pequeño salto aéreo, podemos recorrer en muy poco tiempo todo el Mont Gaun de una punta a otra.
La mecánica principal del juego es el reparto de objetos por toda la isla. Estos objetos suelen tener una durabilidad y, algunos, debilidad al agua. Según lo intactos que lleguen a su destinatario, recibiremos una puntuación u otra. Existen los encargos principales que vienen marcados en el mapa y harán avanzar la trama, y los secundarios, que hará falta explorar bien cada rincón del Mont Gaun para encontrarlos. Este bucle jugable es realmente adictivo, pues estás todo el rato de aquí para allá sin frenarte un segundo.

Además de estas entregas, también han ido metiendo con cada actualización nuevas actividades. Una de ellas son las carreras de Churros Express, circuitos que tendremos que superar en un tiempo determinado apoyándonos en churros gigantes que nos darán velocidad. También está la pesca, aunque funciona casi como los repartos, pues consiste en atrapar peces en peceras y llevarlos al acuario de O’Vel, el viejo marinero.
Pero claro, un juego de mundo abierto se sentiría muy vacío sin coleccionables. En este caso tenemos decenas de estatuillas repartidas por toda la isla que nos permiten desbloquear atuendos y colgantes para Mika. También están las cartas de Tarot, obtenibles destruyendo unos pilares muy visibles a distancia. Aparte, existe algún que otro secretillo más que es mejor descubrir por uno mismo.
Conclusión
Mika and the Witch’s Mountain es un juego ideal para relajarse y disfrutar durante varias horas del Mont Gaun y sus carismáticos personajes. El tiempo pasa volando gracias a una mecánica de vuelo muy entretenida y basada en aprovechar al máximo los escenarios. Unos que están repletos de contenido tanto principal como secundario que hacen que no sueltes el mando en ningún momento. Siempre hay algo que hacer, y no se hace aburrido en las más de 4 horas que dura. Visualmente, es precioso y la música acompaña genial cada bioma que estemos sobrevolando.
Chibig se está estableciendo como uno de los mejores estudios españoles gracias a propuestas tan desenfadadas y llenas de cariño como esta. Ha sido tan agradable el viaje con Mika, que no me hubiese importado que durara un par de horas más. Un videojuego sin combates, puzles o plataformas, que simplemente con poder volar y explorar, ya se basta y se sobra para ser una experiencia fresca y divertida.
Lo Mejor:
- ✅ Una experiencia relajante y adictiva durante las 4 horas que dura.
- ✅ Muy bonito en lo visual y con buenas melodías que acompañan nuestros vuelos.
- ✅ Los diálogos son graciosos y los personajes carismáticos.
Lo Peor:
- ❌ Algún bug de sonido al cambiar de zona.
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