Retro-Crítica de Pinocho (1940): El inolvidable clásico de Disney que dio vida a la magia animada

Pinocho o, en su título original, Pinocchio fue la segunda película animada producida por Walt Disney, precedida por Blancanieves y los siete enanitos. Se basa en la novela «Las aventuras de Pinocho» del escritor Carlo Collodi. Se estrenó el 23 de febrero de 1940. Hace ya la friolera de ochenta y cuatro años. Fue un fracaso absoluto en taquilla. Conoció el éxito de verdad y el fructífero, contante y sonante susurrar del dinero en su reestreno en 1945.

La cinta cuenta con una duración de una hora y veintiocho minutos, que se pasan mucho más rápido de lo que crees. Toca todos los géneros. Fantasía por la conversión de una marioneta en un muñeco de madera que se mueve y habla. Drama por la relación entre Pinocho y Geppetto y el cariño con el que el carpintero esperaba un hijo. Comedia por lo tonto que puede ser Pinocho en varios momentos y por la ridiculez de sus acciones. Aventura por las locuras y los peligros a los que se enfrentan.

Fue la primera obra de Walt Disney en salir durante el terror y la masacre desenfrenada que fue la Segunda Guerra Mundial. En el clásico de Pinocchio de 1940 no se menciona la guerra, aunque Pepito Grillo expresa que «el mundo está muy mal«. Sin embargo, en la versión 3D con stop motion de Guillermo del Toro de 2022 producida por Netflix, sí que tiene relevancia la contienda. Se muestra un país invadido por la ideología del fascismo y del nazismo y el propio Pinocho llega a convertirse en un símbolo y en un icono fascista. Hasta la fecha es la versión más original y que más me ha gustado de todas las que he visto de Pinocho.

La película se ambienta en Italia, lugar del que procede el autor de la novela original y en el que se desarrolla el libro, concretamente en la Toscana. Las aventuras de Pinocho se publicó en 1883 y contó con treinta y seis capítulos. Inicialmente, las historietas de Pinocho se exponían en un periódico con las ilustraciones de Enrico Mazzanti. Así que, la obra original poco y nada tiene que ver con el conflicto de la Segunda Guerra Mundial.

Pinocchio debe de ser una de las películas de Disney con más adaptaciones y remakes. Cuenta con un live action del año 2022 dirigido por Robert Zemeckis y protagonizado por Tom Hanks. La versión de Guillermo del Toro previamente mencionada, que se estrenó también en 2022 en Netflix. Además hay dos versiones italianas; una de 2002, protagonizada y dirigida por Roberto Benigni, y la otra de 2019, dirigida por Matteo Garrone y protagonizada de nuevo por Roberto Benigni.

No solo hay múltiples adaptaciones de Pinocchio a la gran pantalla, también en el mundo del videjojuego. Tenemos Pinocchio de 1996, que es un juego de plataformas 2D y se inspira en la película de Disney de 1940. En 2023, salió Lies of P. Fue un juego muy aclamado por la crítica y con una buena recepción. Se trata de un souls bastante oscuro y tétrico, en el que Pinocho lucha por convertirse en humano.

Comparativa entre el libro original de Pinocho y la versión de Disney 1940.

En Las aventuras de Pinocchio de Carlo Collodi, Geppetto le compra un trozo de madera a Maese Antonio, que ríe y llora al ser golpeado. A partir de esa madera, fabrica una marioneta con el objetivo de realizar espectáculos por el mundo y ganar dinero. Le bautiza con el nombre de Pinocho, porque piensa que le traerá suerte.

Sin embargo, en la película de Walt Disney, Geppetto no se mueve por el hambre y la codicia, sino por el deseo de tener un hijo y por la necesidad más primitiva de gozar de compañía. El Hada Azul proporciona vida, movilidad y autonomía a la marioneta con la promesa de que, si se porta bien y es valiente, le convertirá en un niño de carne y hueso.

La conciencia de Pinocho es otra diferencia bastante importante. En la versión animada de 1940, Pepito Grillo custodia y guía a Pinocho con su sombrero de copa y su traje en miniatura. Pepito Grillo es un personaje relevante en la trama y con un peso crucial en la evolución y el futuro de protagonista. Mientras que, en el libro, Pinocho mata al grillo de un martillazo cuando este le recrimina el haberse rebelado contra su padre. Posteriormente, reaparece en forma de sombra o fantasma.

Los únicos personajes que conservan el mismo nombre que en la obra original son Geppetto y Pinocho. El resto, como, por ejemplo, los villanos Strómboli, el Honrado Juan y Gedeón se llaman de otra manera. El titiritero Strómboli porta el nombre de Comefuego (Mangiafuoco) y tiene menos protagonismo que en la película. El Honrado Juan y Gedeón simplemente aparecen como la Zorra y el Gato.

En el libro, Geppetto manda a su hijo a la escuela igual que en la película. Pero, Pinocho, que es mucho más travieso, desobediente y díscolo, vende el Abecedario que le ha comprado su padre para ir a una función de títeres. Comefuego (Strómboli) planea usar a Pinocho para hacer un fuego, pero acaba por soltarle y entregarle cinco monedas de oro. La Zorra y el Gato engañan a Pinocho para buscar el Campo de los Milagros, un lugar en el que entierras el oro y este se multiplica.

Lo más traumático de todo es que Pinocho acaba muriendo colgando de una encina. La Zorra y el Gato le atrapan y le asesinan. Pinocho es rescatado por el Hada, que tiene la apariencia de una niña con cabello azul, y denuncia el robo de sus monedas a la policía. Irónicamente, Pinocho termina yendo a la cárcel por estúpido.

En la película, Pinocho se deja llevar por la tentación en su primer día de colegio y se desvía del camino. Se marcha cantando y bailando con el Honrado Juan sobre ser actor, artista y vivir la vida que quieres vivir. Gedeón y el Honrado Juan venden a Pinocho al titiritero Strómboli. Pepito Grillo y el Hada Azul acuden al rescate de Pinocho y el promete no volver a mentir, ya que esta es la primera vez que le crece la nariz.

La parte de la Isla de los Juegos también es muy distinta. En la novela, Pinocho se entera de que su padre ha sido devorado por un tiburón y confía en la promesa del Hada de que, si estudia y se comporta, le transformará en un niño de verdad. Pinocho vuelve a dejarse malinfluenciar por un compañero de clase y le acompaña al País de los Juguetes, lugar en el que los niños pueden jugar todo el día y no están obligados a estudiar. Ambos niños se transforman en burros al cabo de cinco meses y Pinocho es vendido al circo.

En la versión de Disney, Pinocho acepta un billete para ir a la isla. Los niños hacen todo tipo de fechorías; destrozan cosas, fuman puros, beben cerveza y presencian peleas. Esto ya es mucho decir para Disney y sería impensable, a fecha de 2025, encontrar un producto con estas características en la franquicia del ratón. Pinocho no se convierte en burro, solo le crecen las orejas y la cola. Logra escapar y regresar a casa para descubrir que Geppetto, Cleo, y Fígaro han sido engullidos por una ballena.

El final varía considerablemente. En la peli, sabemos que Pinocho se deja comer por la ballena para salvar a su padre. Prenden un fuego en el interior del animal para que el humo le provoque un estornudo y puedan salir. Como Pinocho ha demostrado ser un niño bueno, el Hada Azul le transforma en un niño real. Pinocho, Geppetto, Pepito Grillo, Fígaro y Cleo vuelven a su pequeño pueblo italiano y viven felices para siempre.

En el libro de Carlo Collodi, Pinocho acaba en el mar y es devorado por el tiburón. Se aprovechan del asma que padece el animal para escapar por su boca mientras duerme. Geppetto, que ha sobrevivido durante dos años en su barriga, se monta sobre Pinocho y rema hacia la salida. Una vez de vuelta en casa, Pinocho demuestra que ha madurado y superado la tentación de desviarse por el camino fácil y cómodo, y el Hada le transforma en un niño de verdad.

Si me preguntan a mí, yo diría que la historia en la película de Disney está mejor construida y desarrollada, los personajes tienen más sentido y carisma y la obra presume de más encanto en general. Debo aclarar que no me he leído la versión original de Las aventuras de Pinocho y, sinceramente, no creo que lo haga jamás. Viendo de qué trata el libro y el Pinocho travieso, gamberro y desafiante que nos presenta, me choca bastante con la versión dulcificada e infantil que produjo Disney en 1940.

El Pinocho original llega a ir a la cárcel, a perecer ahorcado y a matar a Pepito Grillo. Todo esto contrasta y hace palidecer a las fechorías del Pinocho de Disney, cuya mayor picia es desobedecer a Geppetto al no ir a la escuela. Sin contar la parte en que fuma puros y bebe cerveza. Supongo que eso se puede justificar diciendo que eso era lo que hacían los adultos de la época y lo que imitaban los niños cuando fingían ser adultos.

Resumen de la trama de Pinocho

Todo el público sabe que Pinocho es una marioneta de madera fabricada por Geppetto. Geppetto es un anciano carpintero al que no se le conoce familia, más allá de su gato, Fígaro, y su pez, Cleo. El hombre se siente solo y experimenta la necesidad de crear un títere con la forma de un niño para que le haga compañía. Geppetto expresa su deseo de que Pinocho cobre vida. El Hada Azul desciende de su estrella y decide concedérselo. Además, escoge a Pepito Grillo para ser la conciencia de Pinocho.

De repente, Pinocho puede hablar y moverse y Geppetto tiene el hijo que tanto había ansiado. En el primer día de vida de Pinocho, Geppetto insiste en que asista a la escuela, porque es importante que aprenda a leer y escribir. Pinocho se marcha tan campante, pero por el camino se encuentra con el Honrado Juan y Gedeón, que le seducen con la perspectiva de ser actor, triunfar y ganar su propio dinero. La marioneta se olvida por completo de la escuela y se va cantando con los dos rufianes.

El Honrado Juan y Gedeón venden a Pinocho al titiritero Strómboli. Strómboli es un hombre rácano, avaricioso y de muy mal genio. Utiliza a Pinocho para su espectáculo junto con varias marionetas, que me recuerdan a los muñecos de la atracción It’s a Small World de Disneyland Paris. Se sirve de que Pinocho es un títere sin hilos, que puede moverse a voluntad y hablar sin necesidad de ser empuñado por un ventrílocuo.

Pinocho se convierte en la estrella absoluta de la función y Strómboli se llena los bolsillos de monedas de oro. Le entrega a Pinocho una especie de ficha de metal que algún espectador le ha arrojado en lugar de una moneda. Cuando Pinocho menciona que va a retornar a casa con su padre, Strómboli le encierra en una jaula y se guarda las llaves a buen recaudo. Pinocho llora y se lamenta de sus decisiones. Es rescatado por Pepito Grillo y el Hada Azul, a quien le promete entre lágrimas que será un niño bueno y que no volverá a hacer algo similar.

La marioneta no tarda ni un día en incumplir su palabra. Mientras regresa a casa con Geppetto, se topa de nuevo con el Honrado Juan y Gedeón, quienes le hablan de la Isla de los Juegos. Una isla maravillosa en la que los niños pueden jugar, correr y divertirse sin descanso. Él accede a marcharse sin saber que el caballo regalado tiene trampa. Todos los niños que van a la isla se convierten en burros y son vendidos por el Cochero. Pinocho conoce a otro niño, llamado Polilla, y se hacen amigos.

Ya en la isla, la situación se descontrola un poco. Polilla y Pinocho se suben en atracciones, observan peleas, recogen cigarros que regala la figura de un indio y colaboran en el caos. Mientras están jugando al billar, fumando puros y bebiendo cerveza, Polilla empieza a transformarse en un burro y a rebuznar. Pinocho vuelve a suplicar ayuda desesperadamente a Pepito Grillo, que, de nuevo, le saca las castañas del fuego. Gracias a su conciencia, logra salir de la Isla de los Juegos con unas orejas y una cola de burro como recuerdo.

Al tratar de regresar con Geppetto, ambos se enteran de que el carpintero partió en busca de su hijo y terminó en el estómago de una ballena. Pinocho se ata una piedra al cuerpo y se arroja al mar. Son engullidos por la misma ballena que devoró a Geppetto. Una vez se produce el reencuentro padre-hijo, empiezan a pensar en una vía de escape. Provocan un incendio en el interior de la ballena para conseguir que el animal estornude y aprovechar el lapso de tiempo en el que abre la boca para escapar. Lo consiguen a duras penas y la ballena se enfurece.

Navegan hasta la orilla perseguidos por el terrible animal y el títere salva la vida de su padre, poniéndole a salvo antes que a sí mismo. La valentía de este acto, de haber partido en busca de Geppetto arriesgando su vida, de reflexionar sobre sus acciones y recapacitar hacen que el Hada Azul decida transformar a Pinocho en un niño de carne y hueso.

Moraleja de Pinocho

La moraleja de Pinocho está bastante clara. No debemos dejarnos llevar por el mal camino o por esas compañías indeseables que solo quieren sacar provecho de nuestra desgracia. El Honrado Juan y Gedeón son un reflejo de esa tentación insana de ignorar nuestras responsabilidades y vivir de manera despreocupada y libertina. A través de Pinocho, entiendo por qué la pereza forma parte de los siete pecados capitales.

Nuestro amigo de madera se deja engañar muy fácilmente por aquellos maleantes y su apetitosa visión de vivir del cuento sin levantar un solo dedo. Es evidente que, aunque Pinocho no sea un bebé recién nacido, lleva en el mundo nada y menos. Esta es la mejor explicación para su falta de sentido común y raciocinio. No es que sea una marioneta estúpida, sino que carece de experiencia en el mundo humano.

Aquí tenemos otra de las lecciones encubiertas que nos inculca la cinta de Walt Disney; los adultos se aprovechan de la inocencia infanfil para extraer algún beneficio. Este es el caso de todos los adultos con los que se cruza Pinocho, a excepción de Geppetto. El Honrado Juan y Gedeón quieren sacar provecho económico de él; primero al vendérselo a Strómboli como si fuera un saco de patatas y, después, al enviarle a la Isla de los Juegos a cambio de una suculenta suma de dinero.

Strómboli quiere usar al títere como a una atracción de feria y viajar con él por el mundo para llenarse los bolsillos a más no poder. El Cochero, aunque tiene muy poco protagonismo y un aspecto horripilante, no solo busca algo de Pinocho, sino de todos los niños a los que consigue seducir para subirse al barco que conduce a la isla. Su intención es vender a los niños ya convertidos en burros, gracias a la corrupción del lugar, y obtener un buen pago a cambio.

Y, quizá la lección más importante y famosa de la película de Pinocho es la de las mentiras. Es bien sabido que, cuando Pinocho miente, le crece la nariz y le pueden llegar a brotar hasta ramas y flores. Esto en el largometraje de 1940 no se explota mucho. Lo utilizan cuando Pinocho miente al Hada Azul sobre los motivos por los cuales no fue a la escuela. Sin embargo, Pinocho nos enseña que las mentiras tienen las patas muy cortas y que no decir la verdad trae consecuencias.

Pinocho miente, porque piensa que si el Hada Azul descubre la razón real por la que hizo novillos se decepcionará. La cinta animada viene a querer explicarnos que mentir no es la solución, sino otro problema. Mentir a alguien para evitarle un disgusto provocará el efecto contrario y su decepción aumentará. Pinocho teme defraudar a su padre y al Hada Azul, pues ansía ser un niño de verdad. Aprende por las malas que ocultar la verdad e inventarse excusas es peor que admitir que te has equivocado.

Conclusión

Debería empezar diciendo que Pinocho no es mi personaje preferido de Disney. Nunca me ha caído bien. Me parecía un niño tonto y pesado que no valoraba lo que tenía y no aprendía ni escarmentaba de sus errores. Sin embargo, mirándolo en retrospectiva, considero que es uno de los productos más originales, especiales y significativos de Disney.

Ahora todas las pelis que se hacen son de valientes princesas que luchan por liberar a su reino o por cambiar su destino y de adolescentes que no saben gestionar sus emociones (léase; Frozen, Red, Del Revés o Vaiana). El Disney clásico era el Disney real. Lo de hoy en día es la explotación de un legado que debió mantenerse intacto.

Pinocho es una película para todos los públicos. Aunque, tal vez no para la juventud actual. En ella puede sentirse claramente el efecto del paso del tiempo y sus cambios. Circunstancias, hábitos o ademanes que antiguamente no eran mal vistos, como fumarse un puro en el salón de casa. Rara vez verás a personajes fumando o bebiendo en caricaturas o series de animación modernas.

A no ser que esté dirigida a una audiencia más madura, tipo Rick y Morty, o que sea una parodia. En la actualidad, todos los productos enfocados a los niños están vigilados de manera exhaustiva y son demasiado blancos. Por supuesto que ver a dos niños fumando puros y bebiendo cerveza no es una lección apropiada para los más pequeños. Pero, tratarlos como si viviesen en un episodio constante de Dora, la exploradora tampoco. Esa clase de escenas no están planeadas en Pinocho para alterar al espectador o herir su sensibilidad. Forman parte del cuadro de otra época que queda muy lejos.

Sea como fuere, Pinocchio es una obra atemporal, con personajes únicos, carismáticos y evolutivos como Pepito Grillo, Geppetto o el mismo Pinocho. La relevancia de esta cinta es tal para Disney que uno de los temas más conocidos de la película, When You Wish Upon a Star, constituye la música de introducción de todos los proyectos de la franquicia. Desde luego, Pinocho es uno de esos clásicos que debería pasar a la historia.