El recadero de gags
El humor es de las sensaciones más personales que hay. Mientras que la alegría o tristeza pueden venir de orígenes similares en muchas personas, con las risas no pasa siempre igual. Un chiste absurdo como: ¿Quién es el padre de ET? Donette, te puede hacer ninguna, poca o bastante gracia dependiendo de muchos factores. Podrías estar contento, destensado y además tocarte la fibra de la comedia que despierta tu risita traviesa. O, por el contrario, estar un poco apático y que encima este tipo de chistes te hagan preguntarte por qué convives con seres tan tontos.
La premisa de Thank Goodness You’re Here! es la de controlar a un vendedor ambulante que tiene una cita con el alcalde de Barnsworth. Esta peculiar ciudad ficticia del norte de Inglaterra, será el escenario de decenas de delirantes situaciones. Nuestro personaje a mí ya me hace gracia solo de verlo. Es chiquitito, amarillo, tiene 3 matojos pelirrojos en su gran cabeza y porta una corbata roja que le da la presencia que merece. Su rostro no varía en ningún momento de expresión, por lo que nos tenemos que imaginar lo que pasa por su cerebro en cada momento. Puedo entender que nada bueno tras completar el juego.

Tras un rato en la sala de espera del ayuntamiento, te decides a salir a tomar el aire de la pequeña ciudad, ya que al parecer esto va para largo. Es en ese momento cuando llegas a la primera de las varias zonas abiertas que acabarán formando un bucle jugable completamente lineal. Hablo de bucle porque una vez llegas a la última de ellas, la historia te devuelve al principio, instando a que acabes recorriendo varias veces cada uno de los lugares. Aunque parezca que tienes total libertad de acción, la realidad es que es una línea recta de acontecimientos. Hay caminos cerrados que luego se abren y los que ya lo están, se bloquean posteriormente. Al final el juego no busca que te pierdas, quiere que estés constantemente avanzando por donde él quiere que lo hagas.
Esta estructura es la ideal para lograr su objetivo principal, que vayas de chiste en chiste, siendo la risa tu recompensa. La movilidad es muy simple. Puedes moverte, saltar y pegar puñetazos, fin. Los creadores lo definen como plataformas cómico y bueno, lo primero es ser bastante generoso y con lo segundo concuerdo totalmente. Sí que es verdad que hay alguna zona de scroll lateral donde dar uso al salto para alcanzar zonas elevadas, pero son meramente circunstanciales y no tienen absolutamente ninguna complicación. Aun así, el control es bueno y no resta para nada a la experiencia.
Para interactuar con los estrafalarios personajes que habitan en las calles, simplemente hay que pulsar el botón de puñetazo. Esto activará un diálogo cachondo y poco más, a no ser que lo hagas a quien tiene la “misión principal” en ese momento. Es por eso que la exploración se me ha quedado algo corta, esperaba más interacciones secundarias para poder echarme unas risas, pero acaban reduciéndose a un par de líneas de texto y poco más. Aun así, me he pegado toda la travesía dándole a todo objeto y ser vivo que se me cruzaba por mi camino, a algunos con más ganas que otros.

Una vez aceptado que jugablemente no te va a aportar prácticamente nada, toca hablar de lo que hace que las poco más de 2 horas de duración, sean tan divertidas. Cada uno de los individuos de Barnsworth tiene un diseño y actúa de una forma completamente surrealista. Todo se rige por un estilo que recuerda a obras como ‘Rick y Morty’, donde la imperfección reina en escenarios y personas. Por ende, todas las situaciones que se van produciendo son cada vez más y más locas. La comedia radica muchas veces en los gags, es decir, humor visual que no requiere palabras. Aquí es donde nuestro protagonista sufre la mayoría de ellos, siendo a veces una marioneta para hacernos reír.
Cada vez que te encuentras con alguien que requiere de tus servicios, te suelta un “Thank Goodness You’re Here!” y te manda un recado, como si llevases toda la vida en el barrio arreglándole los problemas a todo el mundo. Por poner un ejemplo, el primero de ellos es sacar el brazo atascado en una alcantarilla de una persona. Para ello tendrás que ir a una tienda de mantequillas y arrestarle una hacia ella. Todo para que acabe arrancando de cuajo la tapa del desagüe y volviendo a tirar la moneda porque se cree que es un pozo de la fortuna. Es una constante de sinsentidos en el que nuestro pequeño amigo se ve envuelto y de la que no podrá salir hasta ver los créditos.

Visualmente es bastante bonito. Aunque simples, sus escenarios están cargados de color y vida, haciendo que el recorrido por ellos sea muy agradable. A esto se suma una banda sonora que encaja a la perfección con todo lo que estás viendo. Se me ha hecho como jugar a una pequeña serie de comedia, como podría ser la ya mencionada ‘Rick y Morty’ o ‘Los Simpson’. El doblaje inglés también está integrado que da gusto en cada uno de los personajes, siendo esto lo más importante, ya que es donde radica toda la clave del humor. Un chiste muchas veces no es gracioso por lo que es, si no por cómo se cuenta. Aquí todos están bien encajados gracias a ese acento británico tan marcado que tienen todos los personajes.
El segundo título de Coal Supper, tras The Good Time Garden, es ideal para descansar de otras producciones más intensas. Te aseguro que te hará pasar un buen rato y que mínimo una risa te sacará y si te gusta el humor británico llevado al extremo, esta puede ser uno de los indies del año. La comedia en los videojuegos siempre va acompañada de otro género y suele existir como alivio entre otras partes más intensas o dramáticas. Aquí la comedia es el género principal y prácticamente el único, lo que hace que tenga un valor especial. A veces lo único que uno necesita es reír y ya está, así que gracias a Dios que estás aquí!
Lo Mejor:
- ✅ Muy gracioso y divertido a la que te guste el humor absurdo.
- ✅ Buen doblaje al inglés.
- ✅ Visualmente cumple por lo coorido y las formas exageradas.
- ✅ Banda sonora que encaja como un guante.
Lo Peor:
- ❌ Para ser un plataformas, apenas hay saltos y los que hay son meramente circustanciales.