¿Estaba la muerte de Bellamy justificada?

Bellamy Blake; ¿Por toda la humanidad o por los amigos?

Bob Morley, el actor que interpretaba a Bellamy Blake, estuvo ausente durante la mayor parte de la séptima temporada por querer tomarse un tiempo de la serie. Sin embargo, su ausencia periódica y prolongada no justifica ni es excusa para lo horriblemente mal escritas, ejecutadas y pensadas que están las pocas escenas en las que aparece.

Cualquiera que conozca mínimamente a Bellamy o que le haya seguido desde la primera temporada, sabe que removería cielo y tierra por su hermana, que ayudaría a sus amigos hasta las últimas consecuencias y que jamás les traicionaría. Su hermana pequeña, Octavia, fue su responsabilidad hasta que, semejante tarea, le sobrepasó y ella se transformó en Blodreina.

Bellamy siempre ha sido el corazón y Clarke la cabeza. Su relación con Clarke, una de mis dinámicas preferidas, evolucionó de «le cortaré el brazo solo para quitarle esa pulsera» a «cuando la cabeza le dice al corazón que deje de latir, se acabó«. Es una evolución muy bien desarrollada y construida. A través de la cual, Bellamy y Clarke, terminaron siendo mejores amigos.

Y no es solo el carácter evolutivo de su relación con Clarke. También, con personajes como Murphy, quien intenta ahorcarle en la temporada uno y para el final de la cinco forman parte del mismo círculo familiar, Raven, a quien le destroza la radio cuando llega a la Tierra y, antes de que concluyan los trece episodios que componen la temporada, están fabricando munición juntos, y Octavia, con quien tiene más idas y venidas, baches y discusiones que con nadie, pero, al final del día, siempre será su hermana pequeña.

Bellamy hace alguna que otra tontería, comete locuras y toma malas decisiones a lo largo de las temporadas. Por ejemplo, en la temporada uno, al arrojar al río la radio de Raven condena sin querer a trescientas personas del Arca que fueron sacrificadas por la falta de oxígeno. En la temporada tres, se une al bando de Pike. En parte, porque está enfadado con Clarke por haberse marchado de Arkadia y haberle dejado solo con los fantasmas de lo que hicieron juntos en el Monte Weather, porque no confía en los terrestres después de que la Nación del Hielo (Azgeda) activase el proceso de autodestrucción del Monte Weather y matase a su novia del momento, y porque Pike le convence de que están en guerra desde el momento en que su nave cayó allí, cosa que Bellamy reconoce como cierta.

Sin embargo, en la temporada siete comete la peor de las estupideces. A pesar de que, debatible y dudosamente, sus creencias no son erróneas ni sus intenciones dañinas, falla a sus amigos estrepitosamente. Les traiciona como si no hubieran soportado seis temporadas seguidas de aventuras juntos. Puedo entender porque toman la vía de que «matarle es la única opción». Teniendo en cuenta que, en el universo de Los 100, cuando un personaje llega demasiado lejos como para redimirse (excluyendo a Octavia) lo eliminan. Y, aun así, creo que Bellamy podría haberse redimido y antepuesto a sus amigos a ese propósito superior. Es lo que llevan haciendo desde el episodio piloto. La atrocidad que le hacen a su personaje en el final me parece vergonzosa, denigrante y una falta de respeto para alguien tan querido por el fandom.

Tengo muchos sentimientos encontrados con esta temporada. Por poner algo de contexto, Los 100 es, sin duda, mi serie favorita. Pero, la temporada seis me desencantó tanto, que para el momento en que se anunció que la séptima sería la última, me rehusé a verla. Salté directamente al final y creí no haberme equivocado al darme cuenta de que Clarke mataba a Bellamy. Aquello me indignó, me dolió y, francamente, me cabreó muchísimo.

Mis dos personajes favoritos con un vínculo, una amistad tan poderosa que entregarían la vida el uno por el otro no podían terminar enfrentados y asesinándose. Además, pensaba, y sigo haciéndolo firmemente, que Clarke NUNCA ejecutaría a Bellamy de una forma tan penosa y absurda. Después de todo lo que han pasado juntos, todas las dificultades a las que se han enfrentado, Clarke hubiera encontrado otra opción. A lo mejor me habrían convencido si Clarke no fuera tan resolutiva e inteligente, si no fuera Wanheda o si la muerte de Bellamy hubiera tenido algún sentido o utilidad.

Los 100 terminó en 2020. En 2024, me decidí a darle una segunda oportunidad a la serie y a reconciliarme con el final. Comprendí que había cometido un error al negarme a ver la temporada siete. Una vez empezada me di cuenta de que, aunque todo el tema divino, de trascender y de los viajes temporales seguía sin gustarme, la trama no me desagradaba. Puedo pasar por alto todo aquello. Considero factible que, el hecho de que nuestros personajes hayan viajado a saber a cuántos años luz de la Tierra, convierte en real la posibilidad de que existan otros mundos, otras gentes y anomalías temporales. Lo único con lo que no consigo hacer las paces es con el final que le dan a Bellamy.

En el episodio once, Etherea, se nos muestra lo que le ocurre a Bellamy después de que nos hicieran creer que había muerto en una explosión. Se encuentra con un discípulo en un planeta con un clima inclemente y unas condiciones inestables. El discípulo recita una y otra vez las oraciones de su libro y le repite a Bellamy que aquel es el camino del pastor (Bill Cadogan). Se nos da a entender que el «pastor» recorrió aquella travesía infernal en su empedernida búsqueda de la verdad.

Al principio, Bellamy se presenta reacio a aceptar las creencias de la secta y a comulgar con su fe. Pero, tras pasar tres meses atrapados en una cueva rodeados por la más arisca de las nevadas y haber presenciado a unos supuestos seres de luz de una civilización previa que trascendió, sufre una visión. Comienza a murmurar la oración del pastor y, al abrir los ojos, se topa con la imagen de su madre y de Bill Cadogan que le saluda y le dice que camine hacia la luz. Cuando Bellamy despierta, la tormenta ha amainado. El Bellamy que retorna de Etherea no es el Bellamy que solíamos conocer, sino un discípulo más. Bellamy está convencido de haber visto la verdad y de comprender la causa del pastor.

Cuando Bellamy se reencuentra con Clarke, Octavia, Echo y Raven parece alegrarse y, al mismo tiempo, quedarse congelado. En este instante nos debería haber quedado claro que Bellamy había cambiado para siempre. No reacciona hasta que Clarke se acerca a él y le abraza. Reticentemente, le devuelve el abrazo. Clarke le susurra al oído que no diga nada, que está manteniendo el farol de que aún tiene la llama en su posesión para que liberen a sus amigos. Pero, para sorpresa del grupo, Bellamy se gira y le confiesa a su pastor que la llama fue destruida. En ese momento las caras de estupor de Echo, Clarke y Octavia debieron de ser las mismas que las de la audiencia.

En el episodio trece retornan a Sanctum para buscar la llama e intentar repararla. Bill Cadogan quiere utilizarla porque contiene la clave para iniciar la última de las guerras. Afortunadamente, Gabriel la destruye de un disparo. A punta de pistola, obligan a Cadogan a que abra el puente para poder escapar. Entonces ocurre lo impensable. Bellamy recoge del suelo el libro que contiene los dibujos de Madi. Madi fue la última comandante y portadora de la llama. Cuando le extrajeron la llama y la destruyeron, algunos recuerdos permanecieron en su mente. Recuerdos que, ella, había plasmado en ese cuaderno. Bellamy comprende inmediatamente lo que está viendo y coge el libro.

En un momento tan desgarrador como impotente, Clarke mata al resto de discípulos y le suplica a Bellamy que suelte el libro, que no siga pasando las páginas, que se lo entregue. Bellamy hace caso omiso y le pide a Clarke que le escuche, que confíe en él y que analice sus sentimientos; exponiendo que, se encuentra tan cegada por su amor por Madi, que está dispuesta a asesinar a su mejor amigo. Bellamy le reitera que ha visto la verdad, que es algo que les supera y es más importante que ellos.

Clarke le dispara en el pecho a bocajarro y se marcha por el portal hecha un mar de lágrimas. No se detiene para despedirse de su amigo, dedicarle unas últimas palabras o asegurarse de que, al menos, su final no ha sido doloroso. No recoge el libro de Madi, que contiene los recuerdos de los comandantes previos, por el cual mató a Bellamy. Este es un asunto controversial. Clarke huye precipitadamente, porque el portal va a cerrarse. Dejando tras de sí la razón por la que ha asesinado a sangre fría a su amigo. Lo que nos envía el claro mensaje de que la muerte de Bellamy ha sido en vano.

Cuando Clarke atraviesa el puente aparece en la Tierra, concretamente en el búnker del Segundo Amanecer (la secta de Cadogan). Se encuentra con el grupo y no puede ni mirarles a la cara. Le preguntan por Bellamy e inicialmente responde que lo siente y que ha muerto. Luego, confiesa que le ha disparado y trata de justificarse entre lloros y balbuceos diciendo que Bellamy iba a mostrarle el cuaderno a Cadogan, que se llevarían a Madi y la matarían, que intentó persuadirle pero que su amigo ya no estaba allí. Argumenta que no le dejó otra opción que propinarle un disparo. Lo cual es ridículo e irrisorio.

Lo que es aún más difícil de creer es que Octavia y Echo la perdonan sin más. Al principio la contemplan con odio y dolor en los ojos. Parece que van a abalanzarse sobre Clarke y destriparla, desintegrarla, golpearla hasta vengar la muerte de su hermano y novio, respectivamente. Sin embargo, es Octavia la primera en avanzar hacia Wanheda y abrazarla. Con un sonoro «te entiendo» la perdona y da inicio a otro conflicto dentro de mi cabeza. Echo parece más reticente, pero acaba aceptando la muerte de Bellamy y regalándole su perdón a Clarke. Me resulta sumamente molesto que consideren a Bellamy una causa perdida por haberse convertido en discípulo. Cuando, en la temporada pasada, Clarke fue suplantada por Josephine y sobrevivió a duras penas aferrándose a su espacio mental, y fue precisamente Bellamy quien hizo hasta lo imposible por traerla de vuelta.

Durante siete temporadas nos han vendido a un grupo de supervivientes que harían lo que fuera por proteger a su pueblo, pero esa protección se evapora en cuanto es Bellamy el que pierde o encuentra el camino. Recordemos que se han enfrentado a los terrestres, a clanes enemigos, a los hombres de la montaña e inteligencias artificiales. Incluso a una ola de fuego radioactiva. Han masacrado a pueblos enteros ante el arduo planteamiento de; «o son ellos o somos nosotros». Me niego a aceptar que la Clarke que conocemos desde la temporada uno hasta la siete sea la misma que encañona a Bellamy. Especialmente, teniendo en cuenta toda la historia y evolución que tienen estos dos a sus espaldas.

Madi se lo describe muy bien a Clarke en una charla en el búnker, le dice; «¿yo te pedí que lo hicieras? Ahora tendrás que vivir con ello«. El contexto es que Clarke ha tomado esa decisión por Madi. La ha salvado a costa de la vida de Bellamy y Madi sabe lo que Bellamy representa para su madre adoptiva. Es casi como volver atrás en el tiempo a la temporada cinco y a los pozos de lucha.

Para terminar, me gustaría hacer una comparación entre la muerte de Finn y la de Bellamy, ambas a manos de Clarke. Cuando Clarke apuñala a Finn en el estómago es para salvarle de la tortura a la que le someterán los terrestres para hacer justicia por los inocentes que asesinó Finn. Creo que los fans están divididos en está cuestión. Sin embargo, para mí, es una muerte que está justificada. No nace del impulso de egoísmo o venganza de Clarke, sino de buscar evitarle un destino peor al hombre al que ama. Raven tarda bastante en entender y perdonar a Clarke.

En contraposición, cuando mata a Bellamy no es para salvarle. Es una ejecución al que fue su mejor amigo, que iba desarmado, que había perdido el norte y que no se merecía ese final. En mi opinión, Clarke no falló la prueba en el momento en que le puso una bala en el cogote a Cadogan delante del juez, sino cuando fue capaz de matar a Bellamy por una razón injustificada.

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