Ni una más: el Piloto.

Ni una más.

ATENCIÓN: INCLUYE SPOILERS SOBRE LA SERIE NI UNA MÁS.

Ni una más es una miniserie producida por Netflix y dirigida por Marta Font, Eduard Cortés y David Ulloa. Está basada en la novela con el mismo título de Miguel Sáez Carral. Pertenece al género de drama juvenil y consta de ocho episodios. Tal y como figura en la sinopsis, la trama sigue los pasos de una adolescente de diecisiete años y, ya solo por el título, entendemos que tratará algún caso de abuso, acoso o maltrato. En este artículo vamos a desmembrar el primer capítulo y a los personajes que hemos conocido hasta ahora.

Piloto.

La serie arranca fuerte con un personaje, en gran medida, igual de poderoso. La apariencia de Alma (Nicole Wallace) es el estereotipo que enseguida relacionamos con conflictivo o problemático. Cumple todos los requisitos. Tiene un lado de la cabeza rapado, cantidad de piercings y esa expresión que grita «soy independiente».

Al ritmo de you should see me in a crown de Billie Eilish, se detiene frente a la verja del instituto. Con lágrimas en los ojos cuelga un cartel que dice; «cuidado, ahí dentro se esconde un violador». Los alumnos del centro empiezan a asomarse a las ventanas y a curiosear. Las burlas y codazos se propagan como la pólvora. Parece que, como uno de los estudiantes menciona, Alma ya la está liando otra vez.

La serie se desarrolla con saltos temporales entre la actualidad y flashbacks del misterio de lo que le sucedió a Alma. Los contrastes entre pasado-presente demuestran que hubo un punto de inflexión que transformó o provocó que la personalidad de Alma se volviera más tajante y férrea. Lo que es evidente es que nuestra protagonista no es de las que se quedan calladas.

Esta soy yo antes de que me violaran.

Con estas ocho palabras, nos trasladamos cuatro meses atrás. En enero de 2018, Alma, estaba aburrida y adormilada sobre el pupitre en clase de literatura. Miraba de soslayo por la ventana y jugaba con un bolígrafo entre los dedos. Vuelve ese tópico, ese concepto tan trillado y sobreexplotado de «no soy como las demás» que podemos deducir por sus expresiones faciales y corporales. Parece haber caído víctima del tedio. No le interesan ni los contenidos de la clase ni los temas de conversación que están tratando. No es una buena estudiante. Sus padres no están contentos con sus calificaciones y Alma ha perdido el interés en Bachillerato.

Al sonar el timbre y acabar la clase, el profesor le da un leve toque de atención. Alma avanza por los pasillos mientras se enrolla un cigarrillo e incurre en un monólogo interno de autodescripción. Se define como un rostro poco memorable, como alguien a quién recordarán de pasada en las futuras reuniones de reencuentro de alumnos. Expresa que ha tenido sus momentos de relevancia, como cuando le pegó un puñetazo a una abusona, quemó su uniforme escolar al terminar la Secundaria o la pillaron besándose con un chico en los baños.

Alma es feminista. Esto nos queda claro porque hace un comentario sobre lo mal que le parece que tengan a los maniquíes desnudos en el escaparate de una tienda, porque tiene las axilas sin depilar y un tatuaje debajo del seno, a la altura de la costilla, que dice; feminist. El tono de la serie nos recalca que va a ser una reivindicación positiva del feminismo y, de momento, es coherente con la narración del primer episodio.

La vida familiar de nuestra protagonista parece un poco complicada. Son una familia compuesta de cuatro miembros; mamá, papá, Alma y un hermano pequeño. Ella está en la etapa de no aguantar a su madre. Cualquier cosa que diga o haga la mujer, le molesta. De hecho, Alma le expresa a su mejor amiga que, a veces, siente ganas de pegarla. El padre de Alma es más severo e insistente que la madre y muy, muy pesado con el predicamento de que su hija va a acabar sí o sí el Bachillerato.

Cuando les convocan a una reunión para discutir los catastróficos estudios de Alma, les preguntan si tiene algún problema económico o familiar. El padre no dice nada, mientras que la madre lo niega y se muestra susceptible. Los profesores comparten sus sospechas de que su hija esté consumiendo drogas, más bien fumando porros, y, al llegar a casa, la someten a un interrogatorio y la obligan a hacerse un test de orina.

Los amigos de Alma.

Alma no se lleva bien con el ochenta por ciento normativo del instituto. Tiene un grupo de amigos, o amigos individualmente, muy definido.

Al primero que conocemos es a Hernán (Daniel de Lorenzo). Se conocen desde la guardería, tienen mucha confianza y acostumbran a salir juntos de fiesta. Hernán anda metido en algún lío, porque vemos a dos tipos con una pinta bastante chunga que le llaman desde un coche y le agarran del cuello de la chaqueta por la ventanilla. Uno de ellos se queda mirando fijamente a Alma y le guiña un ojo. Alma y Hernán tienen buena química. Da la sensación de que, tal vez, Hernán sienta algo por ella y el sentimiento no sea correspondido.

Después, nos presentan a Nata (Aïcha Villaverde). La primera imagen que tenemos de ella es con su grupo de amigos y novio en el autobús. Su pareja, que es el típico idiota que se cree el ombligo del mundo, hace un comentario despectivo sobre Alma. Nata no la defiende particularmente, pero lanza una advertencia pidiendo que no se metan con ella porque es su amiga. Más adelante, nos damos cuenta de que la pareja de Nata tiene tendencias a romper en berrinches de niño pequeño y a ponerse un poco violento. Nata lo justifica diciendo que todas las parejas discuten.

Greta (Clara Calle) es la mejor amiga de Alma. Parece una chica muy risueña, alegre y positiva. Lo poco que se nos especifica de ella es que tiene un hermano mayor que vende droga, por el que Alma está colada, que es lesbiana o bisexual y que le gusta Alma. No sabemos si ese sentimiento se reduce a pura atracción física o si va más allá de la amistad. Se besan en el porche de la casa de Greta y esta le pregunta a su amiga si ha sentido algo. Alma niega con la cabeza. No es la primera vez que se lían o intercambian un beso, pero aún no se nos desvela si han tenido una relación romántica o si Greta va a ser un interés amoroso.

Por último, Berta (Teresa de Mera) es una antigua amiga de Alma que se cambió de instituto. En la actualidad, es una estudiante del Bachillerato de Artes y, de nuevo, esto se refleja en lo estereotípica que es un apariencia, tanto por su colorida vestimenta como por la mezcla de indumentaria, el cabello con mechas azules y la personalidad espontánea y burbujeante. Se encuentra con Alma en un centro comercial y le expresa su deseo de retomar contacto y quedar algún día. Antes de marcharse, se dan un abrazo y Berta le susurra al oído; tenemos que hablar.

La fiesta.

El episodio culmina con Greta anunciándole a Alma que su hermano les ha conseguido entradas para una fiesta, pero que tienen que llegar a tiempo. Como dato curioso, Alma es reconocida por su impuntualidad y por perder el autobús. Teóricamente, Alma no puede ir debido a que está castigada por sus malas notas. Aún así, se viste, se pinta y se escapa por la ventana. Llega a la parada de autobús justo cuando está arrancando y alejándose bajo la lluvia. No le queda más remedio que refugiarse en la parada a esperar el siguiente.

Por casualidad, pasa por allí el coche de los dos sujetos sospechosos que habían estado hablando con Hernán antes. Se detiene y el conductor le ofrece a Alma que suba, que su destino les pilla de camino. Ella se muestra reacia. No quiere subir. Pero, por otro lado, si no sube no llegará a tiempo y si monta qué es lo peor que podría pasar. Tras unos instantes de lucha interna se mete en el coche. El vehículo desaparece en esas calles pasadas por agua y ahí finaliza el episodio.

Mi primera impresión.

Como primer episodio me ha parecido bastante bueno. A pesar de que, la serie, esté disponible al completo no la he visto entera. Iré consumiendo los capítulos a medida que los critique. La historia tiene un flujo constante y la transición entre presente-pasado está bien hecha. Los personajes, aunque plagados de estereotipos y similares a otros que hemos visto ya cien veces, son coherentes e interesantes. Cabe destacar que, hoy por hoy, es difícil encontrar un personaje del todo original, ya que tenemos más material audiovisual del que podemos consumir y eso implica que ciertos patrones se repetirán queramos o no.

Basándome en lo que he observado hasta ahora, recomiendo darle una oportunidad a la serie y ver qué es lo que se esconde tras su título. Me resulta evidente que será la lucha de Alma por delatar a su abusador o que lo encarcelen y por que no le ocurra a otras lo mismo que aún no le ha pasado a ella. Pero, son solo conjeturas. En el momento en que estoy tecleando estas palabras no he pasado de los créditos del primer episodio.