El Nacimiento del MCU
Iron Man fue mucho más que una gran película de origen de uno de los superhéroes que más fans tendría desde entonces. Es también el comienzo de un universo que ponía una primera piedra de algo que no imaginábamos que fuese a llegar tan lejos. Las películas de superhéroes, hasta ese momento, solían venir en forma de trilogía. Ejemplos hay varios: el Spider-Man de Sam Raimi, los X-MEN de Bryan Singer. El mismo superhéroe pasaba por varias tramas dentro de su propio universo, pero nunca lo compartía con otro como sí hacían los comics. Todo cambió con esta película. Comenzaron las escenas postcréditos que hilaban con la próxima película del estudio, se hacían cameos de personajes de otras películas y acababan las tramas con un gran evento como son las películas de Los Vengadores.
Una forma de serializar películas que atrapó a una cantidad enorme de gente. No ibas al cine a ver la próxima película de Thor o El Capitán América, acudías a la nueva entrega del Universo Marvel. Obviamente, no todas mantienen el nivel, pero las veías igual para seguir esa cohesión que tiene con las demás. Te tenían atrapado. Y, en mi caso, así sigue siendo. Cada vez salen más productos de este universo, en gran parte debido a que ahora no solo hacen películas, sino también series, tanto de animación como de acción real.
Han pasado ya 16 años de esta película. En todo este tiempo, el pico máximo de éxito de este universo vino con Vengadores: Infinity War y Vengadores: EndGame. Estos dos mega eventos rompieron cifras récord, con Endgame llegando a estar como la más taquillera de la historia durante un tiempo. Esta última película fue un claro punto y aparte en el que mucha gente acabó bajándose del barco. Sin embargo, tras un pequeño bache de un par o tres de años, parece que Marvel va a ir remontando poco a poco, sobre todo cuando lleguen las próximas de Vengadores y la saga de los Mutantes.
Pero todo esto está muy lejos respecto a la película que tenemos hoy entre manos. Vamos a retroceder en el tiempo para analizar, con spoilers obviamente, la transformación de nuestro playboy favorito.
Una doble historia de redención
Robert Downey Jr. tuvo una infancia complicada. Probó las drogas por primera vez con su padre a la edad de 6 años, hecho que le volvió un completo adicto cuando cumplió los 8. Esto provocó que acabara en la cárcel un par de veces. La primera fue durante 6 meses, en 1997, por exceso de velocidad mientras iba puesto. La segunda en 1999 duró 15 meses por ser descubierto en una prueba de drogas. Su proceso de rehabilitación fue largo y duro, pero logró sobrellevarlo en gran parte gracias a que conoció a Susan Levin, su mujer desde el 2005.
Su completa redención llegó con la oportunidad de su vida en el cine. Jon Favreau, director de la película, decidió darle el papel protagonista a Downey Jr. En sus propias palabras: “Recuerdo que me senté [con Robert] y pensé, simplemente lo entendió y tiene esa chispa… está listo”. Robert y Favreau se sentaban después de las grabaciones para pensar la mejor manera de sacar la próxima escena. El actor estaba muy implicado en el proyecto, quería que fuera realmente especial y no una película más de superhéroes. El tiempo acabó dando la razón a Favreau, tanto, que es imposible imaginar a Tony Stark sin ser interpretado por Robert Dawney JR. La película tuvo un presupuesto de 140 millones de dólares y recaudó un total de 585 millones. Una cantidad que no consiguieron superar los posteriores proyectos como Hulk, Thor y Capitán América: El Primer Vengador.
Iron Man por aquel entonces no era, ni mucho menos, uno de los superhéroes favoritos del gran público. Para la mayoría era un completo desconocido, de hecho. Esto visto a día de hoy es impensable, ya que Iron Man ha cogido un calado en la cultura popular que le pone casi al nivel de Batman, Superman o Spider-Man. Pasemos, pues, a hablar en profundidad de la otra historia de redención, la de Tony Stark en este caso.
La película comienza con Tony Stark de viaje a Afganistán, país completamente devastado por la guerra. Su objetivo no es otro que mostrar su nueva arma llamada “Jericó”. Tony es jefe de Stark Industries, una multinacional industrial líder en tecnología. Su división armamentística estaba pensada en un principio para proteger al ciudadano, dotando de poder a los militares. Sin embargo, Stane, quien fue nombrado Director General por Howard Stark, el padre de Tony, vendía las armas a terroristas sin que Tony lo supiese.
La demostración de “Jericó” sale bien, demostrando el poder destructivo de un misil que dispara pequeños misiles dispersos, como una lluvia de mini bombas. Sin embargo, poco más tarde es secuestrado por los terroristas, que quieren su propio “Jericó”, obligando a Tony a crearlo. Tony es atacado por sus propias armas antes del secuestro, estando al borde de la muerte por trozos de metralla cerca de su corazón. Es salvado por Yinsen, un doctor que le coloca un electro magneto conectado a la batería de un coche, impidiendo que la metralla llegue al corazón, pero sin poder sacarla, ya que es médicamente imposible. Entre los dos consiguen construir un potente generador eléctrico llamado Reactor Arc, para no depender de una batería que estaba llegando a su fin. Tras esto, se ponen manos a la obra para crear el arma definitiva.
Esta arma acaba siendo la primera armadura de Iron Man. Estaba creada por un metal inmune a las balas y capaz de arrear poderosos puñetazos a sus enemigos. Como elemento sorpresa tenía equipados dos lanzallamas y la posibilidad de volar, aunque esto último estaba cogido con pinzas. Consigue salir de la cueva donde estaba recluido, aunque lo hace solo, ya que Yinsen acaba falleciendo por protegerle. Tony acaba en el desierto y con la armadura destrozada, siendo rescatado por James Rhodes, futuro Máquina de Guerra (aunque no con este actor, puesto que hubo recast a partir de la segunda película).
Esta experiencia cambia por completo la vida de Tony, recibiendo una cura de humildad al ser atacado por su propia tecnología. Decide cerrar su división de armas y crear una armadura que le sirva para detener el crimen por su cuenta. Es un gran inicio de película, te permite ver al Tony playboy y desatado con pocas convicciones morales y, por otra parte, ves esa evolución hacia héroe al darse cuenta del mal que hacía su empresa. Las mejores partes de la película son aquellas en las que va forjando sus armaduras y las va poniendo poco a poco en práctica. Tony Stark tiene un carisma apabullante y cada escena que tiene es capaz de sacarte una sonrisa con un buen chiste o chascarrillo perfectamente metido en el contexto de la historia.
Pepper y Stane, amor y odio
Tony Stark tiene dos relaciones clave durante toda la película. Por un lado, tenemos a Pepper Pots, su asistente personal y único apoyo durante gran parte de la película. En un principio porque era su trabajo, aunque poco a poco su relación va evolucionando hacia otro terreno. Ella es capaz de sacar el lado más humano de Tony, teniendo un constante tonteo con él que más adelante dará sus frutos. Es de carácter fuerte, lo que le acarrea ciertas discusiones con Stark, esto le es de gran ayuda a nuestro héroe para que no se le suba el ego en exceso.
Parece, en un principio, que iba a ser el estereotipo de mujer en apuros que ha de ser rescatada por el superhéroe de turno. Y, aunque esto es así en cierto momento, acaba siendo de mucha ayuda en la batalla final, cuando activa el Reactor Arc que acaba con Stane. Es la relación que más se ha mantenido en el tiempo en todo el MCU, aunque no fuese en esta película donde la formalizarían. Es un universo en el que es muy complicado que el amor triunfe, la mayoría acaban rompiendo por uno u otro motivo. Ejemplos hay miles; Gamora y Star Lord, Wanda y Visión, Peter Parker y MJ, etc. Todas acaban en agua de borrajas y es que ser superhéroe conlleva este tipo de sacrificios.
Además, en esta película Pepper le regala a Tony el primer generador que usó para salvar su corazón. Debajo del mismo aparece la frase: “La prueba de que Tony Stark tiene corazón”. Es imposible no echar la mirada hacia los sucesos de Endgame y la importancia emocional que acaba teniendo este objeto. No solo se ponen las bases tanto de Iron Man como del MCU, sino que se comienza a forjar la pareja más importante de este universo hasta la fecha. Tony y Pepper son los papás del MCU, nuestros papás.
La contraparte viene con el gran villano de la película, Obadiah Stane. La clásica historia de traición que hemos visto mil veces en todo tipo de medios. En este caso, Stane es el Director General de Industrias Stark, se podría decir que es la mano derecha de Tony. Tiene máxima confianza en él, aunque como ya nos han enseñado multitud de películas, no hay que fiarse de la mayoría de los calvos. El secuestro y la venta de armas ilegal estaba orquestada por él en las sombras. Además, está construyendo su propia armadura basada en el primer diseño de Tony, la Mark I, para enfrentarse a él y hacerse con el control de toda la compañía.
Tras mucho tiempo trabajando en el diseño definitivo de la armadura, Tony acaba fabricando la Mark III. Esta armadura ya con los colores rojo y amarillo clásico, con la posibilidad de volar y multitud de armamento tanto en brazos como en pecho. Pienso que es la versión de la armadura que mejor se ve en pantalla. Se siente la más real y la que más sensación produce de ser de hierro. Esto lo puedo extrapolar al resto de la película. Las escenas de acción se sienten más crudas, las explosiones se ven fantásticas a día de hoy. De hecho, diría que tiene mejores efectos especiales que la mayoría de producciones actuales. Al final, utilizar menos CGI en pos de efectos prácticos dan resultados tan espectaculares como los que vemos aquí.
Stane logra construir su armadura y convertirse en Iron Monger. Es mucho más grande que la de Iron Man, de hecho me parece el primer diseño de lo que sería en un futuro la Hulk Buster, armadura que creará Iron Man para detener a Hulk cuando esté descontrolado. El combate se realiza a oscuras y no me parece el mejor momento de acción de la película. Ese puesto se lo queda el momento en el que Tony prueba la Mark III para frenar a unos terroristas a la luz del día.
Tony usa la táctica de volar cerca del espacio para que se le congele la armadura a Iron Monger, funciona a medias, ya que al caer consigue descongelarse. El combate lo tiene ganado Stane, logrando destrozar, en gran parte, la Mark III. Sin embargo, Pepper hace acto de presencia, activa el enorme Reactor Arc y un flujo de energía se eleva hasta el cielo, destruyendo la armadura de Stane y dejando a Tony inconsciente. Una buena batalla final aunque quizás se me quede algo corta.
Yo soy Iron Man y un Vengador
Durante toda la película hay un personaje que tiene recurrentes apariciones y al que parece que nadie hace caso. Se trata del agente Phil Coulson, de la organización S.H.I.E.L.D. (Sistema Homologado de Inteligencia, Espionaje, Logística, y Defensa). Este insiste en tener una entrevista con Tony Stark, algo que le cuesta horrores porque tanto Pepper como el propio Tony, lo ignoran completamente. Al final, se encarga de limpiar el rastro que ha dejado como Iron Man para mantener su identidad en secreto. Algo que acaba yendose al traste, ya que Tony no es como el resto de superhéroes.
El final de la película es simplemente perfecto. En una rueda de prensa en la que Tony parece que va a seguir el guión impuesto por Coulson, decide echarlo todo al traste y acabar con una de las frases más icónicas de todo el MCU: «Yo soy Iron Man». Revela su identidad al mundo entero, no tiene la necesidad de esconderse tras su armadura y se echa el peso de todas las consecuencias que eso puede acarrear. Vista con perspectiva y tras los hechos de Endgame, esta frase gana más valor aún, cerrando un círculo maravilloso. Tony Stark es Iron Man y Iron Man es Tony Stark, es un paquete indivisible que representa el héroe más importante de todo el MCU, por mucho que sea más del Capitán América.
Uno de los elementos que más cambió la forma de consumir estas películas, vino tras los créditos. Desde esta película, absolutamente todas las que vinieron después cuentan con al menos una escena postcréditos, excepto Endgame. Es la forma que encontró el estudio para unir y dar forma a este universo, funcionando genial en la mayoría de casos. La que tenemos aquí es mítica e importantísima. Tony, al llegar a su casa, ve en la oscuridad de su salón la silueta de un hombre. Es Nick Furia, director de S.H.I.E.L.D. quien le explica que ahora pertenece a un universo mayor y le invita a participar en la Iniciativa Vengadores. Lo que se introduce en estos 30 segundos es el inicio de la Fase 1 del MCU, una que durará hasta la primera película de Los Vengadores.
Conclusión
Iron Man es una película histórica. El origen tanto del MCUcomo de su personaje más importante. Pero aparte de eso, es una muy buena película de superhéroes, bien escrita y con un toque adulto que se perdería en algunos productos posteriores. Mantiene genial el tipo tanto en lo visual como en el ritmo de la trama, manteniendose fresca aún a día de hoy. Es de las mejores películas de origen de un superhéroe que se ha hecho nunca, de hecho es la mejor de su trilogía. He de decir que Iron Man es un personaje que me parece que brilla más en las películas grupales como Vengadores o Civil War, que en las suyas propias.
Con esta crítica damos por comenzado el viaje por un universo que nos sigue enganchando como el primer día, aunque haya decepciones que puedan lastrar el camino. Un repaso por más de 30 películas, que no hace más que crecer y crecer. De manera simultánea, estamos haciendo lo mismo con la saga de X-MEN de la Fox, por lo que tendréis Marvel para rato. Ya seáis humanos, mutantes, superhéroes o incluso villanos, ¡agarraos bien porque se vienen curvas!
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