Crítica de POPUCOM (PC): La sorpresa cooperativa del verano

La propuesta más atractiva del estudio

POPUCOM es una de las sorpresas del año. Y soy tan tajante porque no conocía nada del título hasta el día de su misma salida. En esta web somos muy de juegos cooperativos, de aquellos pensados, desde el diseño, para que todas sus mecánicas fluyan a dos jugadores. No hablo de los típicos looter-shooters en los que al final cada uno va por su lado, o juegos en los que el cooperativo es un simple añadido, pero que son funcionales para un jugador. Me refiero más a experiencias como las que hace Hazelight Studios con It Takes Two o Split Fiction, en las que el cooperativo es sobre lo que se basa la aventura.

POPUCOM es uno de esos juegos, pues es imprescindible jugar la aventura con un compañero de blaster al lado. Lo que me resulta curioso es que este tipo de juego lo traiga a la palestra Hypergryph, un estudio Chino conocido por juegos RPG de móviles con microtransacciones, como Arknights (2019), un tower defense, o Ex Astris (2024), un RPG por turnos de compra única (no gatcha). Estos juegos, además de no parecerse en nada en POPUCOM a nivel jugable, están también alejados a nivel estético, pues son muy oscuros en comparación con el colorido POPUCOM.

Por eso me parece que gastar el gran dinero que han recaudado en sus éxitos previos en este tipo de proyectos es un acierto total, pues pueden colocar al estudio en un nivel muy diferente al que estarían si solo se dedicasen a juegos de móviles con elementos gatcha. POPUCOM está disponible tanto para PC como para PS5, por lo que estamos hablando de su título más ambicioso.

De hecho, sus números de ventas son más que buenos. El 14 de junio, doce días después de su estreno, anunciaron que habían llegado a más de 300 mil copias vendidas en todo el mundo. Cifras que se reflejan en el pico de jugadores simultáneos de Steam, llegando a los 20.919. Me parece un éxito para un título con muy poco marketing en occidente (ni los medios especializados le han prestado atención, con 6 críticas en metacritic) pero que el mercado asiático sí ha sabido reconocer la buena labor de Hypergryph.

Y no será porque no han intentado acercarse al mercado occidental, pues cuentan con una colaboración muy curiosa con los Rabbids de Ubisoft en forma de DLCs estéticos. Es verdad que estos personajes no pasan por su mejor momento, pero no deja de ser una marca muy conocida para un título que no lo es tanto.

El color como hilo conductor de la aventura

Lo primero que llama la atención de POPUCOM es su colorido estilo artístico. Empezando por unos personajes “chibi” muy orientados a atraer al público casual. La personalización de los mismos es muy justita en el aspecto físico, pero sí cuentan con numerosas prendas desbloqueables para adaptarlo a nuestro estilo. El apartado gráfico recuerda a títulos como Fall Guys, pareciendo la mayoría de elementos del escenario juguetes hechos de plástico. Al final lo que buscan es que la experiencia sea lo más agradable posible a los ojos, y la verdad es que lo consiguen.

Lo mismo ocurre con una banda sonora ligera, pero que no se hace repetitiva porque cuenta con más canciones de las que parece. De hecho, hay momentos que nos ha dado por tararearlas al mismo tiempo que realizábamos puzzles u acabábamos con los enemigos.

En cualquier caso, el color no solo es un elemento estético que da alegría a la aventura. Es también una mecánica por sí misma, la más importante de POPUCOM. Ambos jugadores cuentan con dos colores distintos cada uno, pudiendo utilizar solo uno al mismo tiempo. De esta forma, con un simple botón cambiaremos de rosa a amarillo, de naranja a verde o el color que toque en el nivel, pues no siempre tendremos los mismos colores.

Esta es la base para todo: vencer a enemigos débiles al color que les afecta o realizar todo tipo de puzzles como saltar sobre plataformas que solo se activan con un color determinado o barreras que atraviesas de la misma forma. Esto solo es una ínfima muestra de todo lo que ofrece una aventura que supera las 12 horas de duración.

Un combate entre Splatoon y Match 3

A nivel de gameplay, de las partes más entretenidas es el sistema de combate. Estamos ante un shooter en tercera persona que recuerda irremediablemente a la saga Splatoon, tanto por los personajes como por disparar balas de color. Eso sí, solo contamos con un tipo de arma (sin contar los cuatro gadgets de los que hablaremos más adelante), la cual cambia el color de sus disparos con un botón. En los niveles hay 4 colores, dos por jugador, los mismos que tendrán los enemigos. Disparando con el color necesario, iremos acabando con enemigos normales bastante variados, al igual que numerosos jefes finales.

Estos jefes, que sorprenden por la enorme cantidad y calidad de los mismos, suelen tener una mecánica Match 3. Es decir, hay que unir mínimo 3 bolas de nuestro color para explotarlas y quitarle vida. Esto le da un toque de estrategia único al combate, pues aparte de tener que apuntar bien y estar moviéndonos para esquivar sus ataques, hay que saber qué color utilizar y el timing exacto. No son complicados y es difícil que acaben con las 3 vidas de ambos jugadores al mismo tiempo, pero son muy divertidos y algunos de ellos muy espectaculares en lo visual y en sus ataques.

Es un sistema muy bien pensado para el cooperativo. Es imposible acabar con todos los enemigos por uno mismo, pues siempre harán falta los dos colores de tu compañero. Me parece una idea tan inteligente sobre la que basar un juego que me cuesta pensar que no se la haya ocurrido a nadie antes.

Diseño de niveles sustentado en ingeniosos puzzles

No todo son disparos por aquí y por allá, también hay momentos para darle al coco y exprimir tu cerebro. Para empezar, su diseño de niveles es completamente lineal, pues vamos de secciones de puzzles a otras de combate, una tras otra y con poco tiempo para una exploración que sí existe. Hay numerosos coleccionables en forma de pegatinas para completar nuestro álbum y de Buenancios, a los que tenemos que rescatar para que nos ayuden a construir un cohete con el que vencer a Andrew, el responsable de traer la oscuridad a nuestro mundo. Están muy bien escondidos y hay que estar muy atentos para encontrarlos todos.

El juego es también un plataformas 3D, pues estamos constantemente saltando y superando ciertos desafíos que requieren de un mínimo de precisión en cada brinco. Aquí me ha faltado un punto más de agilidad, no contamos ni con doble salto ni ningún tipo de dash o catalizador de velocidad. Es un movimiento lento, aunque encaja con un juego más técnico y pausado como es POPUCOM. Con todo, habría agradecido un punto más de velocidad.

Tenemos un mapa que se irá expandiendo poco a poco y sobre el que podremos elegir a qué nivel adentrarnos, cada uno con su nivel de dificultad, del 1 al 5. Comienza muy sencillo, mostrándonos las mecánicas principales de colores y los cuatro gadgets que utilizaremos en la mayoría de puzzles:

• Capitán minino: Se trata de un avión que podemos dirigir con control remoto y que cuenta con un cable que lanzamos en vertical y hacia abajo para coger todo tipo de objetos. Es el gadget más difícil de utilizar, pues hay veces que te requiere usar los dos joysticks para moverte a ti mismo y al mismo tiempo al capitán minino. No es el más divertido, aunque hay buenas ideas en torno a él.
• Barreratrón: Es el clásico escudo, muy útil para repeler ataques de nuestro color, pero también para colocarlo encima nuestra y servir de plataforma para nuestro compañero. Este sí es más divertido, además que es el centro de muchas risas, pues parece que llevas a tu colega como si fuese una pizza.
• Bombástico: Este nos permite transformarnos en una pequeña bomba con vida propia. Útil para rodar por sitios estrechos, para pegarse a paredes o para volar ciertas estructuras. Además, es más útil de lo que parece en combate, algo de lo que nos dimos cuenta demasiado tarde.
• Magnetonio: Es de los gadgets más polivalentes, pues con él podemos coger ciertos objetos a distancia gracias a su imán, pero también intercambiar nuestras posiciones con ellos. Está muy bien explotado, y es de los que más exigen de nuestra inteligencia. Ha habido más de una vez que se nos han complicado los puzzles relacionados con esta mecánica.

Cada nivel se suele centrar en una mecánica concreta que va evolucionando hasta el final de la misma fase. Es puro diseño, como puede ser un Super Mario, de ese nivel estamos hablando. Su gran capacidad de reinventarse y ofrecer siempre algo nuevo, es otro de sus grandes puntos fuertes. Hasta en el último nivel que hicimos tuvimos un pequeño tutorial para aprender una nueva mecánica. POPUCOM no se queda solo en la superficie, sino que siempre trata de ir un punto más hacia adelante.

Un buen contenido extra

Por si se te queda corta una aventura principal con una duración más que buena, te quedan unas cuantas horas más de POPUCOM en sus modos extra. Lo primero y lo que sí hemos podido probar, son sus minijuegos. Existen 5 en total y todos son bastante divertidos. Con el Volei-BOING, un minijuego muy simple de voleibol en 2D hemos llegado a llorar de risa, con eso lo digo todo. Luego los hay más complejos, incluso con su propia trama, como Batalla de Miautopía, un shoot ‘em up basado nuevamente en Match 3 que está muy bien diseñado, con varios niveles y jefes finales.

Por último, tenemos el modo juerga. Este es exclusivo para 3-4 jugadores, por lo que requiere tener más amigos con los que jugar, ya que no hay matchmaking ni la posibilidad de usar bots. Son pequeños niveles similares a los que podemos encontrar en el modo historia, pero con el añadido de tener que coordinarnos con más personas, por lo que si ya es difícil con dos, no me quiero imaginar con cuatro personas.

POPUCOM cumple con creces en la cantidad y calidad de su contenido, no se te quedará corto y deja la sensación de que han sabido explotar al máximo cada una de sus ideas.

Conclusión

POPUCOM ha sido toda una revelación. El estudio Chino Hypergryph ha sido capaz de virar por completo el rumbo de sus últimos títulos, más centrados en móviles y con componentes gatcha, para ofrecer una de las mejores aventuras cooperativas que se pueden jugar actualmente. Parece que Hazelight Studios empieza a marcar tendencia, pues cada vez son más las experiencias pensadas exclusivamente para jugarlas con un amigo, tras sus exitosos It Takes Two y Split Fiction.

El color es la base de su jugabilidad: tanto en su expresivo apartado artístico como en su sistema de combate, que recuerda a Splatoon pero con un enfoque más estratégico. Aquí, disparar con el color correcto es esencial para derrotar enemigos con debilidades específicas. Estos enfrentamientos se complementan con jefes finales espectaculares y variados, con hasta dos o tres por nivel, cada uno aportando nuevas capas jugables.

Los cuatro gadgets que vamos desbloqueando nos permiten realizar cuantiosos puzzles y zonas de plataformeo que saben reinventarse constantemente para que las más de 12 horas que dura la aventura no se hagan repetitivas en ningún momento. Es un juego muy pulido, sin bugs o fallos de rendimiento, con un aspecto gráfico bonito y con un diseño de niveles que recuerda en ocasiones a la saga Super Mario, por cómo evolucionan sus mecánicas durante los mismos.

Además, cuenta con buen contenido secundario en forma de divertidos minijuegos, coleccionables que aportan un punto de exploración a unos niveles muy lineales y el modo “juerga” para realizar desafíos de hasta cuatro jugadores.

En definitiva, POPUCOM es un juego fresco e ideal para este verano que ya empieza a calentar nuestros hogares. Su colorido apartado artístico y su propuesta centrada en disfrutar en compañía, lo elevan a uno de los juegos más entretenidos que he jugado recientemente. Dándole color al calor.

* Hemos podido hacer la review de POPUCOM gracias a dos códigos de Steam ofrecidos por 1UP a través de Press Engine.