Crítica de The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom

Llegó el momento de Zelda

Cuando alguien que no conoce bien la saga TLOZ es preguntado por su protagonista, automáticamente dicen Zelda. Llegando a un punto que se ha convertido en meme, sobre todo cuando en todos los juegos de la franquicia, salvo pequeñas excepciones que ahora veremos, controlamos al héroe Link. Con el tráiler en el que se reveló por primera vez Echoes of Wisdom, en el Nintendo Direct de junio, todos quedamos sorprendidos al ver que la protagonista del juego sería por fin Zelda.

No es este el primer juego en el que existe la capacidad de controlar a Zelda:

• Zelda’s Adventure (1993) y Zelda: The Wand Of Gamelon (1994). Estos juegos de CD-i desarrollados por Phillips cuando obtuvieron los derechos de los personajes, no son considerados canon pues Nintendo no está detrás de ellos. Son bastante denostados por una nefasta jugabilidad y un apartado visual muy feo. Aun así, tienen el honor de ser los primeros en los que Zelda toma el protagonismo.
• La saga Smash Bros (2001-2018). No fue en la primera entrega, Super Smash Bros, ya que no entró entre los 10 personajes jugables, sino que comenzó a aparecer en Super Smash Bros. Melee. Desde entonces, no se ha perdido ninguna entrega en la que es la franquicia con más apariciones jugables de Zelda.
• The Legend of Zelda: Spirit Tracks (2009). Lanzado para Nintendo DS y secuela directa de The Legend of Zelda: Phantom Hourglass. Aunque el protagonismo se lo llevara Link, Zelda era controlable a modo de espíritu para resolver distintos puzles y situaciones.
• Hyrule Warriors (2014-2020). La saga musou Warriors entre los que se encuentran Samurai Warriors, Dynasty Warriors o incluso Fire Emblem Warriors, tuvo su adaptación a la franquicia TLOZ. Con Hyrule Warriors en Wii U y Hyrule Warriors: La era del Cataclismo en Nintendo Switch, Zelda tuvo la oportunidad de repartir de lo lindo a hordas y hordas de enemigos.
• Cadence of Hyrule (2019). Spin-off desarrollado por Brace Yourself Games nacido de la idea original de Crypt of the Necromancer. Compartiendo protagonismo con Link, el juego basaba la idea principal en el ritmo, teniendo que moverse al compás para superar a los enemigos y puzles. Un gran videojuego que no hay que pasar por alto.

Con esto acaba el repaso de los juegos en los que Zelda es controlable. Sin embargo, en ninguno de ellos llega a tener el protagonismo e importancia que tiene en Echoes of Wisdom. Es por eso que lo pongo como el primero que de verdad hace justicia a un personaje legendario en la industria del videojuego. Ha llegado su momento y lo va a demostrar.

Siguiendo la estela de Link’s Awakening

El remake de The Legend of Zelda: Link’s Awakening impuso un estilo artístico precioso que encajaba como un guante en la vertiente 2D de la saga. Con unos escenarios y personajes que parecen sacados de pequeños dioramas. Es como jugar con juguetes, similar a lo que hace El Escudero Valiente, pero mucho mejor llevado. Echoes of Wisdom coge esta misma idea al dedillo, pues es difícil diferenciar ambas propuestas a nivel visual. Aunque algo en lo que sí se aprecia mejora es en el rendimiento, consiguiendo ser mucho más estable que la primera entrega, que sufría de bajadas de FPS en varias zonas.

La gran distancia viene en su mapeado, siendo el de Echoes of Wisdom ocho veces más grande que el de Link’s Awakening. Sin embargo, esta diferencia no se aprecia como tal, pues el mapa que tenemos aquí es más rápido de recorrer gracias a las nuevas herramientas que tenemos. Además, lo que más destaca es tu total libertad. Puedes acceder a cualquier lugar desde el mismo principio, algo que recuerda inevitablemente a TLOZ Breath of The Wild y Tears of the Kingdom. De hecho, la impresión principal que me deja es la de ser ese mismo tipo de juego, pero en miniatura.

Libertad como forma de jugar

La premisa del juego es sencilla y no evoluciona en demasía. Comenzamos controlado a Link por escasos minutos hasta llegar a un enfrentamiento contra Ganon. Tras esto, Link queda atrapado en una brecha morada y tendremos que escapar siendo ya Zelda. Nuestra misión será cerrar estas brechas y acabar con el mal que está detrás de ellas. Además, ha invocado réplicas malvadas de nuestro padre y otros personajes de Hyrule, por lo que habrá que salvarles allá donde estén. Una clásica historia del bien contra el mal, simple, pero que encaja muy bien con la estética y su planteamiento jugable.

Aquí es donde entra lo que hace único a Echoes of Wisdom dentro de su propia saga. Tri, un ser etéreo muy mono, nos dará un bastón que tendrá la capacidad de crear réplicas (llamadas ecos) de todo tipo de objetos y monstruos. Esta es la mecánica principal del juego, pues nos ayudará a resolver la mayoría de enfrentamientos y puzles. Una que recuerda inevitablemente a lo que teníamos en Tears of the Kingdom, aunque en este caso no se pueden combinar entre sí. Podremos memorizar aquellos elementos que tengan un pequeño brillo, pudiendo invocarlos siempre que queramos. Cada uno tendrá un coste, por lo que tenemos un límite de réplicas al mismo tiempo.

Por ejemplo, podremos apilar varias camas para acceder a lugares altos y alejados, invocar una araña para escalar verticalmente o subirnos a un enemigo volador para poder planear. Las posibilidades son incontables, aunque la verdad es que la mayoría de réplicas se quedan sin uso. Si tienes una poderosa para el combate, acabarás utilizándola constantemente y te olvidarás del resto de monstruos. La cama ha sido utilizada por mí la mayoría de veces que no llegaba a un sitio. Esto no deja de ser algo bueno, pues el juego se deja ser completado de la manera que a ti te guste.

Una libertad que se refleja en el mapa. Puedes acceder a cualquier zona en el momento que desees, pudiendo desbloquear alguna réplica muy poderosa antes de tiempo. Sin embargo, no podrás avanzar en las misiones principales si aún no están disponibles, por lo que en mi caso opté por explorar cada zona principal al máximo en vez de desviarme del camino. Quizás por este motivo no he llegado a las 20 horas, habiendo hecho multitud de tareas secundarias.

Otra de las habilidades de nuestro bastón es Vincular. Esta nos permite mover objetos a distancia para superar todo tipo de puzles. Muy útil para desplazar algunos que son realmente pesados y no hay otra forma de hacerlo sin ella. Además, tiene la opción de que Zelda siga el movimiento de un objeto, algo muy bueno si este es móvil, ya que nos ayudará a alcanzar nuevas zonas.

Por último, tendremos la habilidad de transformarnos momentáneamente en Link. Esta tiene mucho valor en combate, pues podremos usar su arco, flechas o bombas para derrotar a los enemigos. Esta requiere de Energium, una barra azul que se consume mientras la usamos. Podremos recargarla con pequeños fragmentos azules de energía. El poder de las tres armas y la duración de la barra de Energium podrán ser mejoradas en el laboratorio de Luebury, un amigo de Link. Para ello, habrá que encontrar piezas de poderilio esparcidas por todo Hyrule.

Una Hyrule densa en contenido

Hay montones de actividades que hacer a lo largo y ancho del mapa. Durante la trama principal, visitaremos todos los lugares de Hyrule, con una constante en todos ellos: la prueba final será una gran mazmorra. Estas son intrincadas, llenas de pasadizos, puzles y bastante grandes. Todas tienen su propia mecánica particular y tendremos que dar uso a todas nuestras habilidades para superarlas. Un jefe final espera en el final de todas ellas. Estos son variados y, aunque no son muy desafiantes, sí que prometen diversión. Cada uno carece de un punto débil que tendremos que aprovechar con ingenio, por lo que son combates y a la vez rompecabezas.

Una de las grandes novedades del juego son las brechas. Están repartidas por todo Hyrule y habrá algunas opcionales y otras pertenecientes a la trama principal. Dentro de ellas, el tiempo está paralizado en el entorno, con fragmentos de escenario distribuidos de forma extraña. Por ejemplo, habrá árboles flotando, trozos de tierra, casas del revés. Dentro de ellas suele haber un desafío: encontrar a los amigos de Tri para liberarles y cerrar la brecha. La recompensa es experiencia para Tri, lo que te permite subir su nivel y aumentar los ecos que puedes invocar al mismo tiempo y reducir su coste. El diseño de niveles de estas zonas no es lo mejor del juego, pues acaban haciéndose repetitivas a la larga, ya que no se diferencian demasiado entre ellas.

En los distintos poblados y “ciudades” que visitaremos, hay personas que requerirán nuestra ayuda. Entran a escena las misiones secundarias, unas que me han parecido buenas a nivel general. Señalizadas con una “!”, nos enviarán a realizar tareas de todo tipo: jugar al escondite, reunir gallinas en un corral, disfrazarse de gato para hablar con ellos, o llevarles una réplica de algo que nos pidan. Son objetivos sencillos, que no se tardan en completar, pero la variedad y las situaciones cómicas que ocurren en ellas, hacen que merezcan la pena. Las recompensas no siempre son halagüeñas, pues la mayoría dan rupias o ingredientes para zumos. Algunas aportarán piezas de poderilio o disfraces, por lo que recomiendo hacer todas las que encontréis.

Algunos NPC nos permitirán participar en distintos minijuegos en los que si superamos la marca de tiempo establecida, recibiremos jugosos premios. Algunos ejemplos son: recoger bellotas en poco tiempo, carreras a contrarreloj a lomos de un caballo o incluso una arena con diversos combates. Hay un buen puñado de ellos y algunos están ocultos, por lo que la exploración se mantiene como la fuente principal de la aventura.

También hay algunos personajes recurrentes a los que volver cada poco tiempo para obtener nuevas mejoras u objetos. A destacar:

• Dampé, el ingeniero de autómatas: este simpático hombre con una gran llave inglesa pegada a la espalda, te ayudará a fabricar distintos robots muy útiles en combate. Para ello, hay que resolver sus enigmas para llevarle las réplicas que necesita.
• Mercaderes Deku: estos simpáticos seres están esparcidos por Hyrule y te permiten crear todo tipo de zumos. Estos tendrán efectos positivos de todo tipo: curar corazones, recuperar Energium, aumentar la resistencia al frío, velocidad al trepar o nadar y muchos más. Ayudan enormemente en la aventura, pudiendo llevar hasta 10 de ellos al mismo tiempo. Los ingredientes se hallan en cualquier lugar de Hyrule, cada uno en un bioma diferente.
• Luebury, el científico: como ya hemos comentado antes, este loco anciano nos permite aumentar el nivel del arco, flechas y bombas de Link, aparte de la capacidad de Energium que podemos acumular. Para ello, hay que traerle piezas de poderilio escondidas por Hyrule.
• Sellelio: Este simpático amante de los sellos nos recompensará por encontrar todos sus sellos coleccionables en la llamada “maratón de los sellos”. Hay 25 en total y están muy escondidos, habiendo que explorar el mapa hasta rincones que no sabías que podías llegar.

Aparte de todo esto, también hay otro tipo de recompensas que podremos encontrar. Los fragmentos de corazón, de los cuales si obtenemos 4 nos darán una pieza completa de vida. Estos los puedes ver en lugares del escenario o ser recompensas a ciertas misiones. Son los objetos más valiosos de todo el juego y los hay a puñados. También están los clásicos cofres, unos que en su mayoría ocultan simples rupias, las cuales te acaban sobrando a la larga. Los cofres interesantes, con fragmentos de corazón u otros objetos relevantes, escasean más.

Conclusión

The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom es de los mejores juegos 2D de toda la saga. Una nueva forma de jugar con la que poder experimentar para superar el juego como más te guste. Total libertad desde el comienzo, pudiendo ir hasta cualquier lugar de un mapa lleno de secretos. La exploración es su punto fuerte, con montones de cuevas, misiones, mazmorras, minijuegos o NPC muy variados y divertidos. La mecánica de las réplicas funciona a las mil maravillas, aun siendo un poco engorroso su menú cuando tienes muchos ecos acumulados, haciendo de cada puzle una caja de arena con la que experimentar. Además, es un juego precioso en lo artístico, haciéndote sentir que estás jugando con juguetes reales.

Es traer la fórmula que tan bien funcionó de Breath of the Wild a un entorno más pequeñito pero denso en contenido. Una forma de ir echando el telón a un catálogo de Nintendo Switch espectacular. Zelda no tenía nada que demostrar, pues es leyenda viva del videojuego por sus propios méritos, pero era el momento de que fuera ella quien salvase Hyrule, mientras lo pasamos en grande manejándola a los mandos. Esperemos que este sea el inicio de un largo recorrido de Zelda como protagonista y, por qué no, en juegos aún más ambiciosos.