¿Cómo es Trenza del mar Esmeralda?
Trenza del mar Esmeralda no es precisamente un librito. Cuenta con 552 páginas, divididas en seis partes con sesenta y cuatro capítulos y un epílogo. Tiene muchos capítulos, pero diría que ninguno de ellos supera las diez páginas de longitud. Aunque parezca muy largo, se lee bastante rápido y es una lectura amena. Además, el libro presenta doce ilustraciones realizadas por Howard Lyon que le brindan un encanto y un interés único.
En mi caso, adquirí la versión de tapa dura y me costó 14.95€. Un precio bastante humilde considerando el mastodonte que es la novela. Imagino que sería una oferta, ya que he visto que el coste en otros sitios ronda los 20€. El libro es de un color verde esmeralda (nunca mejor dicho) y tiene una portada muy bonita. No os engañaré, lo compré porque me enamoró la portada. Sí, soy de esas personas que cuando van a comprar libros se fijan en las portadas primero y, si me llama la atención, procedo a leer la breve descripción de la contraportada. La sinopsis de Trenza del mar Esmeralda es concisa y tan intrigante, que no me pude resistir a echarlo al carrito de la compra.
¿Quién es Brandon Sanderson?
Brandon Sanderson es el Stephen King de la fantasía y la ciencia ficción. Es uno de los escritores estadounidenses más populares de los últimos veinte años y sus obras no se hacen de rogar. Este es un modo poco sutil de decir que saca libros a la velocidad de la luz y me aventuro a afirmar que la calidad del material no decae. Y, digo que me aventuro, porque “Trenza del mar Esmeralda” es la primera novela de Brandon Sanderson que he leído. El nombre del autor me resultaba conocido, pero nunca me había dedicado a investigarlo. Hasta que, hace un par de semanas, vi unos libros en oferta y captaron mi atención.
Me asustó ligeramente descubrir que este ambicioso titán de la literatura ha creado un universo único de más de veinticuatro libros. Algunas novelas, como las dos que yo me compré, son autoconclusivas. Lo cual, para un mundo tan vasto, es beneficioso, porque te permite adentrarte en él sin albergar la menor idea. De hecho, yo adquirí dos libros sin saber si eran una precuela, una secuela o el cierre de toda la trama. Me gustaron y los compré. Punto. Así suelen funcionar mis decisiones acertadas. Y, menos mal que lo hice, ya que ahora planeo leerme el Cosmere de cabo a rabo.
En mi opinión, inventar un mundo sobre el papel tan amplio tiene sus ventajas e inconvenientes. Para empezar, es más fácil caer en contradicciones o perderse en algunas partes. Son demasiados detalles y características que recordar. Por otro lado, ofrece un entendimiento y una perspectiva gigante sobre un mismo universo. Lo habitual suele ser que una saga se componga de varios libros y tenga un cierre y que después se saquen varias precuelas o secuelas. Os digo desde ya que este no es el caso.
¿Qué es el Cosmere?
Si queréis entender en mayor detalle lo que es el Cosmere, os recomiendo esta página, donde se explica a las mil maravillas. Tal y como lo entiendo yo, el Cosmere es un universo o una galaxia con distintos planetas en los que se desarrollan las obras de Sanderson. Como soy principiante en la fantasía épica y ciencia ficción de Brandon Sanderson, no quiero afirmar ni desmentir nada de lo que no esté segura. Lo que sí sé es que Sanderson buscaba crear una obra muy grande, con múltiples personajes y tramas desarrolladas, pero que no pretendía que el resultado final abarcase tropecientos libros. Al final es cierto que, cuando una saga es muy extensa, algunos lectores se echan para atrás considerando el número de volúmenes y páginas.
Por lo que he podido ver, sí que hay sagas dentro del Cosmere, pero no abarcan diez libros seguidos. Por ejemplo, la de Mistborn o Nacidos de la bruma, que es la que me estoy empezando a leer yo, tiene tres partes; El Imperio Final, El pozo de la Ascensión y El héroe de las Eras. Aún estoy demasiado verde como para saber a qué parte del Cosmere corresponden estas obras, pero sí que puedo decir que son de lo mejor que he leído desde que intenté empezarme las obras de Dune y desistí por falta de tiempo.
Me he informado sobre el orden en el que es más recomendable adentrarse en los veinticuatro libros que componen el Cosmere. Algunos piensan que es mejor ir en orden cronológico y otros en orden de publicación. Yo he optado por el orden cronológico, ya que me parece más sencillo para captar todo sin que me explote la cabeza en el intento. A gran escala y como explica Nuria Blanco (podéis pinchar en su nombre para acceder a su canal) en su vídeo de youtube, el Cosmere viene a ser similar al MCU de Marvel en el sentido de que hay un montón de personajes e historias diferentes que se conectan entre sí.
Para los interesados en el vídeo de Nuria Blanco os lo dejo detallado abajo. He utilizado su vídeo como fuente para este apartado, ya que, como he explicado, soy nueva en lo relativo al Cosmere y a las obras de Sanderson.
Una protagonista sencilla
El personaje principal de Trenza del mar Esmeralda no es otra que la propia Trenza. Una chica amable, generosa, valerosa, reflexiva y con una curiosa afición por coleccionar tazas y divagar sobre sus orígenes. Es alguien que antepone las necesidades de sus seres queridos y de las personas en general a las suyas propias. Es la clara definición de la palabra desinterés. Su nombre de pila es Glorf. No me extraña que prefiera que la llamen Trenza. Se ganó el apodo gracias a su cabello siempre atado y domesticado en una trenza.
Vive en una isla, que la mayoría conocen como la Roca, situada en algún lugar remoto del mar Esmeralda. En realidad, se llama Punta de Diggen y es una especie de puerto o desembarcadero para naves mercantes y piratas. Ella ha conocido a muchos comerciantes, marineros y corsarios a lo largo de su vida. Aunque la máxima relación que haya establecido con ellos sea la de recibir una taza a cambio de otro objeto. La colección de tazas de Trenza no es enorme, pero sí que tiene piezas de lugares muy dispersos de su planeta.
En la Roca no hay gente rica, a excepción del duque y su familia. Sus habitantes son de origen humilde y pobre. La principal actividad económica tiene que ver con las salinas, el comercio y la plata. La sal proporciona protección a las gentes de la Roca frente a las esporas esmeraldas. La familia de Trenza no es noble, importante y adinerada. Su padre sufrió un accidente que le dejó lisiado de una pierna y su madre divide su tiempo entre ocuparse de su casa y de sus hijos. Trenza ayuda siempre que puede a su madre. Es una excelente cocinera y experta en aprovechar alimentos cuya fecha de expiración se aproxima a velocidad vertiginosa.
Trenza se gana un dinero limpiando ventanas en casa del duque y ha entablado una amistad con Charlie, el jardinero. Charlie es toda una presencia en sí. Le encanta contar e inventarse historias, es muy fantasioso, pueril, sincero y gracioso. Cuando Trenza aparece en la mansión, dice ser el jardinero. Pero, ambos saben que su verdadera identidad es la de hijo y heredero del duque. Como tal, se enfrenta a unas expectativas crueles y poco realistas por parte de su padre, de la nobleza y del rey. El obstáculo es que Charlie se ha enamorado de esa chica que limpia cristales en su mansión dos veces por semana y que Trenza no cree poder vivir sin las historias de Charlie.
El acontecimiento que dispara y precipita la trama, que se desarrolla durante quinientas cincuenta páginas, es que Charlie y Trenza se confiesan su amor, o más bien dicen ser el guante del otro, y el duque lo presencia. Por lo tanto, se empeña en partir de la Roca con su hijo e ir en busca de una esposa digna para él. Trenza y Charlie prometen esperarse. Él asegura que ahuyentará y aburrirá a todas esas princesas y damiselas importantes con sus historias y que, como prueba, le enviará una taza de cada destino que visite. Ella accede y decide aguardar pacientemente el regreso de Charlie. Pero ese día nunca llega. Los únicos en retornar son el duque y su nuevo heredero con su flamante mujer. Según el testimonio de su padre, Charlie fue raptado por la hechicera.
¿Por qué Trenza funciona tan bien como protagonista?
Esta pregunta me la he formulado varias veces a lo largo de las dos semanas que he tardado en acabar el libro. Creo que se debe a dos razones. Primero, que Trenza es un personaje con el que cualquier persona se podría sentir identificada, ya que presenta cualidades comunes y típicas y posee atributos de los que muchos desearían presumir, como la valentía, la sinceridad, el honor y la capacidad de sacrificio y reflexión. Segundo, que se la describe con una cantidad de detalles, aristas y profundidad que es imposible no visualizarla y no encariñarse con ella.
Brandon Sanderson trabaja a destajo para que conozcamos un poco más a Trenza capítulo a capítulo. La presenta con lentitud, elegancia y sutileza. No se precipita ni se lanza en una descripción exhaustiva sobre sus facultades y pecados capitales. Expone que Trenza es reflexiva, alguien que se piensa dos veces las cosas antes de hacerlas, y desinteresada. Después, va moldeando su personalidad con gracia, coherencia y armonía. Nosotros descubrimos quién es Trenza del mar Esmeralda en función de sus pensamientos, decisiones y maneras de resolver conflictos.
Trenza es un personaje con un arco muy hermoso, del cual no voy a revelar nada para ahorraros los spoilers. Con decir que crece, madura, se desilusiona y aprende a volver a creer, es más que suficiente. Sin embargo, por más que evolucione y cambie, su esencia no se ve alterada en ningún momento. De hecho, cuando intenta traicionar sus principios y desviarse de lo que ella considera justo y el buen camino, termina reculando y arrepintiéndose.
Los baches en el camino
Cuando Trenza se entera de que la hechicera está pidiendo un rescate por Charlie, decide fugarse de la isla y buscar el modo de reunir el dinero para pagarlo. Cabe destacar que el duque no planea adentrarse en el mar de Medianoche ni desafiar a la hechicera. En cambio, la voluntad de Trenza se ve impulsada por la fuerza más grande e imparable de todas; el amor. Así empiezan las aventuras de Trenza. Su primera toma de contacto con un mundo desconocido, al haber permanecido confinada en una isla durante diecisiete años.
Las hazañas, recursos y artimañas de Trenza para lidiar con los problemas de uno en uno pueden parecer predestinadas, convenientes incluso. En la mayoría de ocasiones es el azar, la casualidad y la suerte quienes se encargan de dar una respuesta a la incógnita. Trenza solo es responsable de haber conocido a la persona adecuada en el momento idóneo o de haberse topado con el objeto pertinente en un instante decisivo. Esto no resta ni le quita valor a que la protagonista sea muy capaz, talentosa, habilidosa y a que aprenda muy deprisa. Pero, puede llegar a cansar un poco.
Al cabo de diez enfrentamientos y de que ocho de esos diez se resuelvan por fortuna y coincidencia, te sientes fatigado. El autor abusa de las resoluciones fáciles y convenientes y de la capacidad de Trenza de aprender y domar cualquier arte. Da la impresión de que Trenza sabe hacer de todo o de que puede aprender a hacerlo, aunque sea por sí misma. Esta no es una cualidad mala en un personaje, pero, cuando se aplica a la extensión de la trama y es la llave para abrir todas las puertas, provoca que se pierda el misterio y la magia.
Opino que, en Trenza del mar Esmeralda, Brandon Sanderson no toma decisiones muy arriesgadas. Hay varios plot twists que, si eres intuitivo, te verás venir. Aunque eso no quiere decir que dejen de sorprenderte. El final es bueno, agradable y satisface tu curiosidad por averiguar qué pasó después. No formo parte de los que piensan que un final necesita ser trágico para ser impactante, porque en la vida real nada termina bien. Ni de los que creen a pies juntillas que, si no fallecen al menos dos personajes principales, el mensaje es demasiado blanco y el resultado excesivamente perfecto.
Sin embargo, de cara al desenlace de la novela, Sanderson abusa de otro recurso del que tampoco soy muy adepta; el de la resolución del conflicto mediante el diálogo. Es un método que veo útil y coherente en algunos puntos, pero que se me antoja muy Disney Channel. En el caso de Trenza del mar Esmeralda, la dialéctica tiene el objetivo de demostrar la inteligencia, astucia y sabiduría de la protagonista y de corroborar que los malos no son malos porque sí. Este es un punto que me gusta del libro, ya que los villanos no están ahí solo porque la historia necesite un antagonista. Se les describe como retorcidos, malvados y temibles, pero nosotros descubrimos mediante la narración del autor que, a menudo, la fachada habla más que las intenciones del personaje.
Atención: a partir de este punto hay spoilers sobre la novela y el final.
El villano
Se podría decir que en la novela hay varios villanos. Empezando por las esporas, el duque, el rey, la capitana Cuervo, el dragón Xisis y culminando en la hechicera. El único villano en común para todos los personajes y decisivo en la trama es la hechicera. Por lo tanto, asumiremos que la hechicera es la antagonista definitiva de Trenza del mar Esmeralda. Todos temen a la hechicera y la mayoría tienen alguna cuenta pendiente con ella, sobre todo Trenza, Huck y Hoid.
Las esporas son un arma de doble filo. Las hay de doce tipos, equivalentes a los doce mares y las doce lunas del planeta de Trenza. Cada tipo de espora produce un efecto distinto. Los habitantes del planeta las temen y también las utilizan en beneficio propio. A bordo de un barco, los germinadores (tal es el cargo de Trenza en el Canto del Cuervo) las emplean para combatir con otros navíos y para reparar su embarcación. Los germinadores son expertos en esporas y no se sienten tan intimidados por ellas como el resto de los tripulantes. Sin embargo, su uso siempre implica un alto riesgo y un peligro de muerte constante.
Al principio, Trenza está aterrorizada de las esporas como la que más. Con el avance de la historia, se acostumbra a las esporas y aprende a no temerlas tanto. Esta es una de las evoluciones o adquisición de conocimientos que disfruto. No es forzada y tiene sentido. Como germinadora del barco, Trenza debe cultivar y profundizar su experiencia con las esporas. Basándonos en ello, podemos descartar a las dichosas esporas como villanas de la historia.
El duque y el rey son el reflejo de una política esclavista y una sociedad injusta. No son villanos relevantes, solo son otras dos personas corruptas de un sistema podrido desde los cimientos hasta el techo. A la capitana Cuervo se la puede analizar de dos maneras; como antagonista y como víctima. Cuervo sufre una condición llamada comeesporas que, a la larga, acaba con la vida del huésped. Las esporas habitan en su interior y la proporcionan una especie de inmunidad o inmortalidad a un alto precio. El parásito reclama agua constantemente. Por eso Cuervo no se separa de su petaca.
Sanderson insiste en que la capitana Cuervo es una mala persona. Estoy de acuerdo, aunque también la veo como víctima de su condición. El autor justifica con mucho éxito por qué Cuervo no es trigo limpio y la rodea de un aura que suele perseguir a las personas con malas intenciones. Cuervo es egoísta. No le importan las vidas de su tripulación y no le tiembla la mano para manipularlos y que se conviertan en corremuertos. Su destino es el mejor de toda la novela. Te deja con un buen sabor de boca y con la lección de que nadie se va de rositas después de haber herido a sus semejantes.
El dragón Xisis es víctima de su reputación. Es sanguinario, porque no deja de ser un dragón. Pero, al contrario de lo que muchos pensarían, los dragones del mundo de Trenza no persiguen riqueza, sino conocimiento. Xisis tiene secuaces o siervos, que se definen más bien como trabajadores. Usualmente, las personas acuden a él con una ofrenda para pedirle un favor. No es tan tirano como parece. Sus trabajadores viven en buenas condiciones, se alimentan bien y cuentan con ciertas comodidades. Aunque siguen siendo prisioneros de su yugo.
La hechicera es la villana más tonta e insulsa. Durante el transcurso de la novela nos explican que la hechicera tiene aterrorizados a todos los habitantes y que ha monopolizado el comercio del mar de Medianoche. El duque se aprovecha de esta circunstancia para deshacerse de Charlie. Se dice que nadie ha logrado llegar a la isla de la hechicera y regresar con su cordura intacta. Los pocos que consiguen salir con vida, como Hoid o Charlie, que acaba transformado en Huck la rata, acarrean una maldición de la que no pueden hablar.
En el enfrentamiento final con la hechicera descubrimos que es un ser presuntuoso y engreído que peca de confiarse demasiado. La manera en la que acaban con ella y resuelven el nudo principal de la trama me parece ligeramente anticlimática e irrisoria. Es tan sobrio y simple, que está bien calculado. El final no tiene nada de malo. Se cierran todos huecos y no quedan cabos sueltos en la embarcación. La hechicera se marcha y todos fueron felices y comieron perdices. El hecho de que terminar con la villana de la historia sea tan fácil, le quita emoción y valor al gran viaje de Trenza.
Las conveniencias de la trama, como que los personajes cuenten con los recursos necesarios para entrar en el mar de Medianoche (manipular a los monstruos, llegar a la isla, derrotar al ejército y adentrarse en la torre), me recuerdan un poco a las plot conveniences de Harry Potter y la Cámara Secreta. Donde, el héroe, que vendría a ser Harry, dispone de las herramientas adecuadas para derrotar a Tom Riddle, porque el libro va a acabarse en cincuenta páginas y la historia debe cerrarse. Por casualidad Harry recibe la espada de Gryffindor, la ayuda de Fawkes y, más evidente aún, resulta que un colmillo de basilisco puede destruir un horrocrux y que las lágrimas de un fénix pueden curarte del veneno de un mordisco de la criatura.
Lo mejor de Trenza del mar Esmeralda
Brandon Sanderson relata la historia desde la perspectiva de un narrador testigo. Es decir, narra unos hechos de los que no es el protagonista, pero que sí ha presenciado. Ese narrador es Hoid, el pirata más ridículo, bobalicón y tonto que se haya visto jamás. Sin embargo, Hoid no siempre ha sido un grumete que lleva calcetines con sandalias y que se dedica a plantearse qué pasaría si le echase azúcar a un pedazo de estiércol. Hoid fue maldecido por la hechicera y, dicha maldición, le impide pensar con claridad, ser él mismo e incluso hablar de las causas y efectos del conjuro.
Uno de los objetivos de Trenza será averiguar cómo romper la maldición de Hoid para que él la ayude a encontrar la isla de la hechicera y a descifrar cómo atravesar el Mar de Medianoche y no morir en el intento. Es complicado lidiar con Hoid, ya que no puede mantenerse serio y pierde constantemente el decoro, las formas y la coherencia. Lo que le convierte en un personaje muy divertido. Las ocurrencias de Sanderson para Hoid son muy cómicas y te hacen reír genuinamente. Por eso el hecho de que Hoid, que es en realidad un brujo tan o más poderoso que la hechicera, sea el narrador de la historia de Trenza me parece brillante.
Otro de los aspectos que más me gusta del libro es que Brandon Sanderson incluye un pequeño debate, una disertación filosófica al principio de algunos capítulos hablando sobre distintos tópicos. Desde los sentimientos hasta la vida, las guerras y la política. La capacidad narrativa y creativa del autor es impresionante, ya que la novela está muy bien escrita, pero no es difícil de leer y no se hace pesada o pretenciosa en ningún momento por tener un lenguaje muy sobrecargado. Se podría describir como terrenal, cercana, simpática y adecuada para todos los libros. De hecho, opino que es la mejor manera en la que yo me he podido introducir en las obras de Brandon Sanderson, porque me apasionan las historias de recios piratas y mares embravecidos.
Conclusión
Aunque Trenza del mar Esmeralda tiene sus pros y sus contras, posee más puntos positivos que negativos. La historia es amena, fácil de leer, interesante y entretenida. Supongo que incluye referencias a otras obras de Sanderson que todavía no me he leído. Y, digo todavía, porque pienso leérmelas todas en su debido orden. Al fin y al cabo, es solo una diminuta parte del Cosmere. No sé si el resto de planetas serán iguales y si todos estarán inundados por las esporas. Si lo están, tengo curiosidad por descubrirlo. Y, si no lo están, tiene aún más mérito que Sanderson haya creado un planeta con particularidades y tempestades completamente distintas a las de otros planetas de su universo.
Si os gustan las historias de barcos y piratas, esta os encandilará. Definirla exclusivamente como un cuento de piratería y amistad, sería mentir. Tiene magia, aventura, drama, tragedia, comedia y, sobre todo, toca al lector. Ese conjunto convierte a Trenza del mar Esmeralda en una novela que pienso guardar en mi estantería y revisitar en algún momento. Bien es cierto que algunos recursos y formas de resolver conflictos no me gustan, porque me parecen muy cómodas o fáciles, pero nada es perfecto. Tampoco me gustan los héroes imbatibles del estilo shōnen, en los que el protagonista es el más fuerte y derrota a todos los malos porque sí. Trenza se da un aire, porque, por más lista y resolutiva que sea, me parece abusivo que sea capaz de aprender todo por sí misma y de hacerlo bien, aunque no sea a la primera.
Lo que es evidente y creo que no deja indiferente a nadie es que crear un universo tan grande como el Cosmere, con cerca de veinticuatro obras, no es una tarea sencilla. Más cuando algunas de ellas son autoconclusivas como Trenza del mar Esmeralda o Yumi y el pintor de pesadillas y pueden leerse sin conocer nada del Cosmere. Hay que tener mucho talento y mucha cabeza para hacer algo así y me ha quedado claro que Brandon Sanderson cuenta con ambas facultades.