Nuestro viaje y experiencia en Disneyland París

Un Monde Qui S’illumine.

Visitamos Disneyland Paris en marzo del año pasado. Fue nuestro primer viaje en pareja fuera de España. Los dos somos unos auténticos aficionados y amantes del mundo de Disney. Crecimos con las películas, historias y pequeños sueños de Walt Disney. Es por eso que, desde mediados de enero de 2023, fecha en la que comenzamos a planear nuestra deseada travesía, iniciamos una extensa maratón por varias de las mejores películas de la historia de la compañía.

El viaje. Una pequeña odisea Madrid-París.

La mejor forma de llegar a París, especialmente si viajas desde otro país, es en avión. Olvídate de los trayectos eternos e insufribles en tren, autobús o coche. En nuestro caso, viajábamos desde Madrid. El vuelo duró más o menos unas dos horas, hora y tres cuartos. El avión lo cogimos en Barajas, y desde el primer momento que entramos en la estación, Marina apenas podía pronunciar palabra de los nervios que llevaba por elevarse a miles de metros del suelo. Se pasó todo el viaje en silencio escuchando música, parecía que la llevaban al matadero. Una vez aterrizamos, la película cambió.

El viaje lo organizamos al completo a través de Traventia.es. Cogimos dos días con los dos parques, Disneyland París y Walt Disney Studios (próximamente renombrado a Disney Adventure World), en un hotel muy alejado de los parques y con vuelo incluido. El coste total fue de 688 euros los dos juntos, sin contar las posteriores comidas. La idea inicial era, de los tres días completos que teníamos, ir dos a los parques Disney y el último visitar París. Esa idea se modificó cuando la segunda noche decidimos comprar otro día más de parques porque no nos queríamos despedir aún de aquel idilio.

Vistas del cielo de España
Imagen tomada desde el cielo de España. Volamos por la compañía Air Europa.

El avión salió de Madrid a las 16:40 y llegó a las 18:35 al aeropuerto de Orly. Una vez allí teníamos que desplazarnos hasta el hotel Premiere Classe Roissy, el cual estaba bastante lejos, ya que estaba más orientado hacia el aeropuerto Charles de Gaulle. Para el uso del transporte público usamos la aplicación SNCF Connect. Con ella puedes comprar billetes de todo tipo de transporte durante el tiempo que desees. En nuestro caso nos decantamos por el de una semana, con un coste de unos 30 euros.

Para el uso de esta aplicación es necesaria una cuenta Navigo que se puede crear desde el propio móvil. Además, te permite usar el NCF del teléfono para validar los tickets dentro de los autobuses, trenes, metro, etc. Esto hace que si no quieres pagar el coste de 5 euros que tiene la tarjeta física, o no tienes cerca ningún sitio cercano donde hacerla, poder transportarte sin problemas y de manera cómoda. El único inconveniente que tuvimos fue que a veces no se escaneaba a la primera el ticket y había que pasar el móvil varias veces hasta que funcionase.

El viaje del aeropuerto al hotel fue una pequeña odisea. Justo esa semana había huelga de transporte público, por lo que la idea original de coger el metro tras el tranvía que salía de Orly quedó descartada cuando nos encontramos un cartel que decía que cerraba a partir de las 19:00. Sin embargo, gracias a la aplicación IDF Mobilités, pudimos coger varios autobuses y un tren para llegar a nuestro ansiado objetivo. Menos mal que Marina habla francés porque si no habríamos estado más perdidos aún de lo que ya lo estábamos.

Para añadir un poco más de dramatismo, el último bus nos dejó a un buen trecho andando y mientras atisbábamos el hotel al horizonte, una intensa lluvia parisina empezó a caer sobre nuestras cabezas. La entrada al hotel fue lo más cercano a una victoria de gladiadores que se había vivido en este país, desde los juegos que se hacían en las Arenas de Arlés a mediados del siglo IV.

La primera impresión del hotel era lo que nos esperábamos. Un sitio para dormir y poco más. Una cama grande y cómoda con un baño enano y al que le fallaba la cadena. Al fin y al cabo solo íbamos a estar ahí para dormir, así que nos sobraba con eso. Cenamos unos sandwiches de máquina, ya que no había ningún restaurante ni centro comercial cerca, aparte de la lluvia que estaba cayendo. Con esas, solo quedaba meterse en la cama, descansar y soñar muy fuerte con el gran día que teníamos por delante.

Primeras impresiones de Disneyland París

Son las 6 de la mañana y suena el despertador. Ha llegado el día. Duchas rápidas y rumbo al primero de los tres autobuses que había que coger para llegar al parque. Se comenzaban a atisbar carteles e incluso alguna atracción a lo lejos en el último de los buses. Estábamos por fin en Disneyland París. Tras un control de seguridad, donde un segurata me habló en perfecto castellano, la entrada estaba delante de nuestras narices. Teníamos dos vías; a la izquierda Walt Disney Studios, y todo recto Disneyland París, el parque principal. Nos decantamos por hacer durante todo el día un extenso recorrido por este último, ya que nos pareció lo mejor para vivir la experiencia Disney original y ya al segundo día visitar el otro que era más pequeño y en algo más de una mañana lo podías ver entero.

Antes de entrar al parque ves de frente el impresionante Disneyland Hotel. En aquellas fechas estaba aún de reformas, pero el pasado mes de enero reabrió sus puertas al público con numerosas novedades. También se veía la cara de Minnie en un pequeño jardín tras un lago. Una vez atraviesas esa zona, es el momento de validar la entrada a través del teléfono en uno de los tornos para adentrarte de lleno en aquel mundo de fantasía.

Entrada 30 aniversario Disneyland París
La decoración del 30 aniversario se encontraba por todo el parque. A destacar esta preciosa entrada con personajes Disney.

Era el 30 aniversario del parque, por lo que todo estaba tematizado con esa idea. La entrada nos daba la bienvenida con un 30 gigante y detalles morados por todas partes. Mickey y Minnie nos saludaban desde su balcón y el castillo se erguía en el fondo, tras una larga Main Street llena de tiendas y restaurantes. Con una música de fondo que te llevaba directamente a tu infancia, un precioso castillo y un montón de mundos por descubrir la emoción nos inundaba. Eso sí, antes había que hacer una pequeña parada para comprar un café y algo de desayuno en una cafetería ubicada a la derecha en la Main Street.

Hicimos las primeras fotografías a diferentes esculturas hechas con vidrio, que representaban a distintos personajes Disney y estaban ahí por el 30 aniversario. Tras esto, visitamos el idílico castillo, el cual guarda muchos secretos. Es el castillo de la bella durmiente, por lo que todo su interior está tematizado de aquella película de 1959. Con grandes vidrieras que narran la historia de la película y un montón de detalles, como la rueca con la que se pincha Aurora, la cual está en constante movimiento.

La Main Street con un rico café
Avanzar por la Main Street hasta el castillo es uno de los mejores momentos de toda la visita. Que no falte un buen cafecito.

Dentro también hay dos tiendas. Una de ellas es La Boutique du Château, donde venden artículos de Navidad sin importar la época del año. Ahí es donde compramos las orejas de Mickey tematizadas del castillo de Bella. La otra es Merlin l’Enchanteur y, donde puedes encontrar cristales tallados, figuritas de cristal, deslumbrantes joyas y antigüedades medievales. Todo hecho a mano.

Aparte del interior del castillo hay una mazmorra por debajo donde podrás ver al animatrónico más grande de todo el parque. No podía ser otra que Maléfica, convertida en un imponente dragón que no deja de moverse para ahuyentar a los visitantes. Tras esta visita, comenzamos a visitar las otras cuatro grandes zonas que tiene el parque.

Frontierland, el escalofriante viejo oeste al que le falló su principal bala.

La zona del oeste es una que está en un montón de parques temáticos. Mismamente en España tenemos una en Parque Warner y otra en Port Aventura, o incluso parques dedicados exclusivamente a esta temática, como Fort Bravo u Oasys MiniHollywood. Disney, por lo tanto, no iba a ser menos. Los parques Disney están abiertos los 365 días del año, esto hace que siempre haya alguna atracción en mantenimiento. En nuestro caso nos tocó que Big Thunder Mountain, la gran atracción de Frontierland, estuviera cerrada. Esta zona cuenta con 3 atracciones en total:

Big Thunder Mountain.

A pesar de no estar operativa, se podía apreciar su majestuosidad desde el otro lado del lago donde se encuentra. Una montaña rusa que atraviesa una gran montaña rodeada de agua, donde varios efectos te sorprenderán durante el trayecto. Es una de las espinitas clavadas que se nos quedaron del viaje, un motivo más para volver a visitar Disneyland París. La historia que tiene de fondo narra la leyenda de la existencia de fuerzas sobrenaturales en el interior de las minas. A mediados del siglo XIX, sucesos extraños le ocurrieron a los mineros que la exploraban, haciendo del pueblo Thunder Mesa uno fantasma. Años más tarde, los intrépidos huéspedes que se atrevan descubrirán si la leyenda era cierta. ¿Te atreves?

Big Thunder Mountain en Disneyland París
Si hay algún motivo para volver, es el de probar Big Thunder Mountain. Algún día llegará el momento de atravesar esa peligrosa montaña.
Phantom Manor.

Una de nuestras favoritas de todo el viaje. En una gran mansión se ocultan decenas de secretos terroríficos por descubrir. Con un pre show donde verás el techo crecer sobre ti y terroríficos cuadros en movimiento, la primera impresión ya te mete de lleno en su historia. Con unas geniales operativas, como en todo el parque, montaréis en unos vagones en constante movimiento. Dentro encontraréis decenas de terroríficos y divertidos animatrónicos, con varios efectos visuales.

En esta atracción no suele haber mucha cola, en nuestro caso las veces que subimos no tardamos más de 10-15 minutos. Es un despliegue audiovisual fascinante que querrás repetir nada más bajar de la atracción. Esta mansión pertenece a una de las familias fundadoras de Thunder Mesa. Todos los pretendientes de Melanie Ravenswood, hija del patriarca de la casa, acabaron perdiendo la vida en extrañas circunstancias. Se rumorea que el padre tuvo algo que ver, aun así, Melanie ha seguido esperando y así lo hará por cientos de años más.

Phantom Manor en Disneyland París
La imponente Phantom Manor. Ya solo desde fuera es un espectáculo. Fuente: Pexels.com
Thunder Mesa Riverboat Landing.

Un gran barco a vapor surca el lago de Frontierland, rodeando la atracción Big Thunder Mountain y ofreciéndonos unas vistas a las que solo se puede acceder desde esta atracción. Hay algún secreto para los más avispados en las costas del lago, así que estar atentos al escenario. El tiempo de espera no suele ser muy largo, de hecho nosotros entramos directamente, depende de si el barco ha zarpado ya o está en el puerto esperando visitantes.

Es un viaje tranquilo, de unos 15 minutos de duración, donde podréis hacer el trayecto en cualquiera de las tres plantas que tiene. También podréis sentaros en el interior y explorar un poco los entresijos del gran barco. Os sentiréis como en un pequeño crucero y sirve para descansar un rato de los cansados días que se viven en estos parques. Subiréis en el Mark Twain o en el Molly Brown, los dos barcos a pedales del siglo XIX.

Thunder Mesa Riverboat Landing en Disneyland París
Momento de relajarse a bordo de un pequeño crucero por el lago que rodea la Big Thunder Mountain.
The Lion King: Rhythms of the Pride Lands. El musical que no te puedes perder.

Hay varios espectáculos en Disneyland París, desde cabalgatas con espectaculares carrozas que bañan las calles de color y aelgría, como el fantástico show nocturno que te despide por todo lo alto. Sin embargo, en este parque en concreto, solo hay uno que sea a puerta cerrada (otro tema es Walt Disney Studios). Es el caso de The Lion King: Rhythms of the Pride Lands, un musical que narra la película original de El Rey León a través de excepcionales acrobacias, música en directo cantada y tocada, y grandes actuaciones.

Todos los míticos momentos de la película están. No faltará las legendarias canciones Cicle of Life, Hakuna Matata o I Just Can’t Wait to Be King. Las canciones son en versión original y además se añaden algunas nuevas en exclusiva para este espectáculo que no desentonan para nada con el nivel del resto. Con un sonido 360º, te pasarás los 30 minutos de show cantando y bailando las canciones que marcaron tu infancia. Una visita obligatoria que entra incluida en el precio de tu entrada. Hakuna Matata, vive y sé fe

The Lion King: Rhythms of the Pride Lands en Disneyland París
El vestuario es increíble, al igual que el escenario, que se adapta perfectamente a cada escena. (Bertrand GUAY, AFP)

¡Adventureland, marineros de agua dulce!

Adventureland es, al igual que todas las zonas de Disney, un espacio ambientado a la perfección. Según cruzas el arco de piedra, que emula la entrada al castillo del sultán, te recibe una música que te traslada directamente al mundo de las Mil y una Noches. Nos encontramos en Agrabah, hogar del intrépido Aladdín, su inseparable acompañante Abu y la hermosa Jasmín, en mitad del desierto. Impresiona lo maravillosamente recreado que está todo, desde las baldosas del suelo hasta las fachadas de las casas.

Aladdin en Disneyland París
Un pequeño pasaje que cuenta la historia de la película de Aladdín a través de pequeñas figuras, algunas de ellas móviles. Recomendado.

La primera atracción o, como su propio nombre indica, pasaje es Le passage enchanté d’aladin (el pasaje encantado de Aladdín). Se oculta tras lo que parece ser la entrada a una tienda o casa y puede pasar inadvertido si no estás atento. Se trata de un breve recorrido por una casa con representaciones de algunas escenas de la película, tales como la Cueva de las Maravillas, la lámpara flotando o el sonriente y azulado Genio. Si pasas de largo o decides no entrar, realmente no te estás perdiendo nada relevante o increíble, pero es una ruta curiosa y simpática. Definitivamente, a tu paso por Adventureland, tienes que hacer una paradita y dedicar unos minutos de tu itinerario para visitar el pasaje de Aladdín.

Piratas del Caribe.

Jaime, siendo el loco de la adrenalina y los loopings que es, estaba deseando de subirse en las montañas rusas, como Indiana Jones and the Temple of Peril (Indiana Jones y el Templo del Peligro) o Hyperspace Mountain, y un poco desencantado, porque Big Thunder Mountain estaba cerrada por reformas. Sin embargo, a Marina le daban igual los templos, los truenos y las montañas. Marina, como fan número uno de Piratas del Caribe y al ser la única atracción de todo Disneyland que conocía, quería que el primer ride fuera en Pirates of the Caribbean y se salió con la suya.

Dormidos y con apariencia de zombis por culpa del madrugón, fuimos directos a la atracción de Piratas del Caribe. Nos encanta la saga de películas que sigue las aventuras de Jack, Barbosa, Will y Elizabeth. Nos costó un poco encontrarla, porque está bastante escondida y mal señalizada, pero, como he dicho, eso también puede deberse a que habíamos descansado cinco horas a duras penas o a que nuestro sentido de la orientación no es el mejor. Tras unos buenos diez minutos dando vueltas intentando localizar la entrada de la atracción y ubicarnos en el mapa de la App, dimos con la gran calavera negra que se erige frente a la atracción.

El interior de la atracción es espectacular. Nosotros, por la fecha en la que fuimos, nos encontramos todos los pasillos y áreas, que en otras épocas estarán hasta arriba de gente, vacíos. Se nos hizo bastante ameno, porque no había que esperar y fue simplemente avanzar hasta la entrada. Imagino que, teniendo que hacer cola, será bastante más tedioso, ya que hasta la llegada a la zona de las barcas no hay gran cosa que ver. No es una de esas colas interactivas con animatronics o decoraciones en las paredes. Simula un bastión o una fortaleza en cada uno de sus bloques y escalones. Bien es cierto, que, en pleno Siglo XVIII, no te ibas a topar con Jack Sparrow saludándote en bucle o repitiendo; «siempre recordaréis este día como el día en que casi atrapáis al Capitán Jack Sparrow«. Así que, cuando menos, es realista.

Animatrónico de Jack Sparrow en Piratas del Caribe
El animátronico de Jack Sparrow es extremadamente realista. Te hace dudar de si es Johnny Depp de verdad.

Si hay un aspecto de Disneyland París que destaca y que nos impresiono muchísimo es la eficiencia de su personal y la tematización. En Pirates of the Caribbean, desde el tipo que te preguntaba cuántos eráis para la atracción hasta el que te indicaba como sentarte, llevaban puesto su disfraz pirata. No había ni uno solo fuera de personaje. Honestamente, parecían extras de Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas. Además de que, en cuanto te oyen conversar en otro idioma que no sea el francés, directamente se dirigen a ti en inglés.

Otro factor a resaltar es el olor. Dentro de la atracción predominaba un aroma que solamente nos atreveríamos a comparar con esa sensación de llevar todo el año sin oler el mar y, al iniciar las vacaciones, empezar a sentir su inconfundible olor a treinta kilómetros. Simple y llanamente, olía a paseo marítimo, a puerto y a alta mar. Detalle, que puede parecer una tontería, pero te sitúa justo dónde debes estar.

Las mecánicas de la atracción son impecables. Hay algún momento en que se para la atracción y te anuncian por megafonía (no como en Portaventura) que el trayecto se reanudará en unos instantes. Pero, casi agradeces la espera y el tiempo de pausa, porque hay tantos detalles cuidados al milímetro, tantas cosas que observar, que, así, por lo menos te da tiempo a verlas más de cerca. La tematización de la atracción, desde sus escenarios, sonidos y animatronics es perfecta. Supera todas las expectativas que teníamos para Pirates of the Caribbean y justifica por qué repetimos cuatro o cinco veces y, aun así, nos quedamos con ganas de más.

Indiana Jones y su trauma con las serpientes.

Indiana Jones and the Temple of Peril también está muy bien tematizada y mantenida. Cuando atraviesas la entrada, dejas de ser un turista y te conviertes en un explorador de la selva o en un buscador de tesoros en un templo maya. En aquel momento, tampoco estaba muy concurrida, por lo que pudimos repetir varias veces. Si, como a Jaime, te encanta todo lo que te ponga del revés y dé la sensación de que el vagón va a volcar, te gustará, aunque a lo mejor te parecerá un poco floja en comparación con otras. Si, como Marina, sufres de vértigo y de miedo a morir porque falle el cinturón y caigas al vacío, puede subir con total seguridad a esta atracción. Incluso con los ojos abiertos, ya que, aunque toma altura, no es tanta como para que te dé un ataque de pánico en la subida.

Atracción de Indiana Jones en Disneyland París
El gran Templo del Peligro, rodeado por la montaña rusa de Indiana Jones.

No es una atracción que tenga mucha afluencia. De hecho aunque Big Thunder Mountain estuviera cerrada y esto provocara excasez de montañas rusa, no tuvimos que esperar más de 5 minutos las dos veces que subimos. El gran atractivo es el looping más cerrado que yo haya expirementado. Una de las pocas atracciones para los que buscan adrenalina de todo el parque, por lo que si eres un intrépido aventurero, no dudes en adentrarte en el Templo del Peligro.

Discoveryland, un viaje al futuro ideal para fans de Star Wars.

Discoveryland era de las zonas que más ganas tenía de visitar. Me gusta mucho Star Wars y había atracciones que me generaban mucha curiosidad. No decepcionó en absoluto. Es la segunda zona con más atracciones, después de Fantasyland. Aquí tendrás adrenalina, grandes experiencias 3D, disparos por el espacio, coches futuristas, buenas zonas para comer y encuentros con legendarios personajes del cine galáctico. Todo este cóctel de sensaciones y emociones hizo que fuese de los lugares que más frecuentamos durante nuestra visita. Aunque nos faltaron un par de atracciones por probar, una por no estar operativa y otra por altas colas en comparación al tipo de atracción que era, se compensó con cinco que merecieron mucho la pena.

Buzz Lightyear Laser Blast.

Buzz es uno de mis personajes favoritos de Pixar, la saga Toy Story es mi favorita de esta compañía y eso hizo que mi hype por esta atracción estuviese por las nubes. Es la única atracción basada en una IP de Pixar en todo Disneyland París(no cuento Walt Disney Studios). Ya las colas te meten de lleno en su universo. Destaca un enorme Buzz animatrónico, que nos cuenta que tendremos que vencer a Zurg para salvar la galaxia.

Es una shooter dark ride como lo pueden ser en España La Aventura de Scooby-doo en parque Warner o Street Mission en Portaventura. En este caso, una de sus principales virtudes es una palanca que nos permite girar 360 grados el coche de 2 personas en el que vamos. Esto permite una gran movilidad para apuntar con tu blaster a todos los móviles objetivos que hay por todo el recorrido. Tiene alguna sorpresa en su interior que sorprende mucho la primera vez que la ves. Es, sin duda, una de las imprescindibles de esta zona y del parque en general. Es la primera atracción que te encuentras si entras por la entrada principal de Discoveryland, por lo que la afluencia suele ser algo alta, de media hora es difícil que baje a no ser que haya desfile a esa hora.

Buzz Lightyear en Disneyland París
Un gran Buzz nos dará la bienvenida a la gran aventura que viviremos dentro de esta maravillosa shooter dark ride.
Star Wars Hyperspace Mountain.

La gran atracción adrenalítica del parque. Esta mítica atracción del parque lleva desde 2017 con temática Star Wars. Y no le puede haber venido mejor ese cambio. Desde que te subes al asiento y la música de la franquicia empieza a sonar ya estás completamente dentro. El primer lanzamiento te pone a 75 Km/h en apenas unos segundos y desde ahí es un no parar de loopings e inversiones durante los más de 1000 metros de longitud que atesora. Todo esto acompañado con grandes pantallas que te meten dentro de una batalla de naves espacial que te dejará sin aliento al bajar del vagón. Probablemente mi atracción favorita de todo el parque por su intensidad y tematización. Las colas no fueron muy extensas, aunque el viernes tuvimos que hacer la single ride para ahorrarnos una buena cantidad de espera.

Star Wars Hyperspace Mountain en Disneyland París
El rapídisimo lanzamiento inicial de Star Wars Hyperspace Mountain es el momento más intenso de todo Disneyland París.
Star Tours: La Aventura continúa.

La otra gran atracción de Star Wars. Esta vez con mi zona de espera de colas favorita de todo el parque. Verás distintos animatrónicos que parecen robots completamente reales. Encontraremos a los míticos C-3P0 y R2-D2, aparte de otros robots y alienígenas y una gran pantalla que te pondrá en contexto de la historia. Habrá 6 cabinas donde entran unas 24 personas en cada una, haciendo que los tiempos de espera no sean para nada altos.

Una vez dentro, tendrás que ponerte unas gafas 3D y abrocharte bien el cinturón para que los movimientos de la cabina no te pillen por sorpresa. C-3PO será el piloto por 3 escenas diferentes que son totalmente aleatorias. Hay un total de 60 combinaciones diferentes y van añadiendo cada vez más, lo que provoca que sea de las atracciones en las que más sentido tiene repetir. Una de las anécdotas divertidas fue una de las escenas en las que Darth Vader está buscando un espía rebelde y escoge a una persona de todas las que están subidas. La elegida fue Marina, apareciendo una foto de su cara con las gafas 3D que provocó mi diluvio de lágrimas por risa.

Colas de Star Tours en Disneyland París
Ya solo en las colas te van metiendo de dentro en el universo Star Wars. Atracción para repetir varias veces por sus cambios de escenas.
Mickey’s PhilharMagic.

En este caso me cuesta un poco tratarla como atracción, ya que se trata de una película en 4D. En ella acompañaremos a Donald en un viaje por distintas películas Disney en las que esucharemos algunas de las mejores canciones de la compañía. Entre ellas está Qué festín de la Bella y la Bestia, Un mundo ideal de Aladdin o Un poco loco de Coco, entre algunas otras. Es una gozada volver a escuchar estos temazos pero con efectos sorpresa, como alguna salpicadura de agua. La duración es de 11 minutos, por lo que es totalmente recomendable que al menos una vez la visitéis.

Mickey's PhilharMagic en Disneyland París
Míticas canciones que te sabes de memoria, experiencia 4D y Donald, ¿qué más se puede pedir?
Autopia.

Aquí bajamos algo el nivel respecto a las anteriores. A diferencia del resto, esta atracción es al aire libre. Se trata de un circuito en el que conduciremos un coche de dos plazas futurista según los diseñadores de los años 50. Puedes girar el volante para coger bien las curvas, acelerar y frenar, ya que hay algún semáforo que no nos podremos saltar si está en rojo. Trata de no crear atascos y compite con tu pareja de coche para tomar el timón de la conducción. Tiene algo de tematización basada en cartelería futurista, pero no es nada del otro mundo.

En España tenemos una atracción muy similar en Ferrari Land, llamada Maranello Grand Race. Si me tengo que quedar con una, sería con la de París, aunque sea solo por los trabajadores que algunos de ellos se meten bastante en el papel de guardias de tráfico. Además, las colas suelen ser bastante altas, debido a que aquí las operativas van algo más lentas, por lo que si veis que hay mucha cola, sería una de las atracciones prescindibles.

Autopia en Disneyland París
No es de las más espectaculares de parque, aun así, pasarás un rato divertido conduciendo por el futuro.
Orbitron.

La única atracción, de las que estaban abiertas, en la que no montamos. Su alto tiempo de espera y el ver que es una atracción que se repite en el parque, ya sea con dumbo o con las Alfombras voladoras de Aladdin en el parque vecino, hicieron que no pasáramos por sus 45 minutos de cola. Aun así, verla desde el exterior está muy bien, basada en los dibujos visionarios del sistema solar de Leonardo da Vinci, es una atracción en la que podrás controlar la altura de la nave espacial. Hay atracciones similares en casi cualquier parque del mundo, así que me parece otra de las prescindibles de la visita.

Orbitron en Disneyland París
No montamos pero Orbitrón estéticamente es muy peculiar y bonita al mismo tiempo. Da para buenas fotografías.
Los misterios del Nautilus.

Otra de las grandes espinitas clavadas del viaje. Atracción que se encontraba en mantenimiento y que no pudimos disfrutar. Inspirada en la novela de Julio Verne, 20.000 leguas de viaje submarino, nos adentramos en un submarino perfectamente tematizado para conocer los misterios de las profundidades del mar. Por lo que he podido ver en algún video me recuerda a Allende la Mar Océana de Puy du Fou España, por lo que iré de cabeza la próxima vez que visite este parque.

Los misterios del Nautilus en Disneyland París
Otro de los motivos para volver a Disneyland París. Atracción que nos da mucha curiosidad de descubrir qué hay en su interior.
Recomendación de una tienda y un restaurante en Discoveryland.

Aparte de disfrutar de espectaculares atracciones, también tuvimos tiempo para descansar y recuperar fuerzas en uno de sus restaurantes. Se trata del Café Hyperion, un restaurante de comida rápida donde destacan las hamburguesas. Comimos allí 2 días ya que nos pareció de las opciones más económicas del parque, por 17 euros escogimos una hambuguresa de carne, patatas y bebida. El vaso de plástico valía un euro extra aunque es reutilizable y nos sirvió de recuerdo. La hamburguesa estaba bastante buena para lo que suele ser el sabor habitual en este tipo de lugares. El restaurante era enorme, hambientado dentro de un gigante dirigible y con televisiones donde ponían capítulos de los nuevos dibujos de Mickey y sus amigos.

Menu hamburguesa en Café Hyperion
Comida típica de parque pero que nos supo a gloria para recuperar energías. El vaso nos lo llevamos de recuerdo.

También quería recomendar la tienda Star Traders, a la salida de la atracción Star Tours. Se trata de un lugar donde venden todo tipo de merchandising de Star Wars. Camisetas, sables, cascos, droides que montar tu mismo, llaveros, etc. Con el tiempo parisino, y más en marzo, decidimos protegernos del frío con un gorro de star Wars que abriga bastante. El precio fue de unos 20 euros y ahí lo tengo reservado para cuando vuelva el frío.

Fantasyland.

Fantasyland es, quizás, la parte más infantil de todo Disneyland París. Todas las atracciones de esta zona están pensadas para que las pueda disfrutar la familia al completo, desde el abuelo hasta el bebé de dos añitos. También es en la que se concentra el mayor número de tiempo de espera en las colas. Atracciones como Peter Pan’s Flight o Blanche-Neige et les Sept Nains suelen tener una fila infernal que ronda entre los treinta minutos y la hora de espera. It’s a Small World es la atracción que más ganas teníamos de probar, pero, por un extenso mantenimiento que se alargó más de un año, estaba cerrada. De hecho varias rides, aprovechando que era temporada baja, habían echado el cierre para hacer ajustes o reformas. Del parque de Disneyland ya contamos tres bastante potentes: It’s a Small World, Big Thunder Mountain y Los misterios del Nautilus.

Esta zona de fantasía está mayoritariamente invadida por los niños y padres con una montaña de trastos y el carrito de bebé a cuestas. Es bastante más probable que te cruces a un trabajador del parque disfrazado de un personaje de Disney. El Princess Pavilion, parte en la que puedes hacerte una foto con tu princesa favorita de Disney (o, más bien, con la que esté disponible) es aconsejable evitarlo como si os fuera la vida en ello. Tenía casi dos horas de cola. Para los adultos es muy fácil obviarlo, pero, si tenéis hijos, mantenedlos alejados de allí antes de que vean a Ariel, Aurora o Bella y quieran conocerla.

Entre atracciones y zonas más destacables, tenemos:

El Castillo de la Bella Durmiente.

Ya lo hemos mencionado previamente. Es necesario hablar de él, porque hay que atravesarlo para llegar a Fantasyland. Al salir del castillo, el camino se bifurca entre Discoveryland y Fantasyland. Recorrer el castillo es un paseo obligatorio por en el parque. Si lo podéis hacer con poca gente, mejor, ya que podréis disfrutar y observar con más tranquilidad las recreaciones de escenas de la película en coloridas obras de cristal templado y objetos significativos. Hay que reconocer que es tan espectacular por dentro como por fuera. Representa también un buen refugio para la lluvia con lo inestable que es el clima francés.

Dragón de Maléfica en Disneyland París
Atrévete a entrar en las profundiades de las mazmorras del castillo para descubir el animatrónico más grande del parque.
It’s a Small World.

Por desgracia, llevaba cerrado desde 2021 por reformas. Habíamos visto vídeos del recorrido de la atracción y escuchado la pegadiza canción, pero nos quedamos con ganas de subir. El único vistazo que pudimos atisbar de su interior y de su parte trasera fue cuando nos montamos en el Disney Railroad, tren que da una vuelta por todo el parque. Vimos eso y a Jack Sparrow escondido por alguna parte no visible de Fantasyland.

Ir's a Small World en Disneyland París
Ahora que han terminado sus reformas, se convierte en uno de los principales motivos para revisitar el parque. Aunque no hayamos podido probarla, su pegadiza canción nos recorre los seso de vez en cuando.
Peter Pan’s Flight.

El vuelo de Peter Pan es una atracción sobre todo familiar y orientada a los niños. Vayas cuando vayas, siempre tiene algo de cola. Es cubierta, con lo cual es un lugar seguro si llueve. Al entrar te subes en un vagón e inicia el simpático trayecto de esta Dark Ride por diversos escenarios de la película de 1953 (ha llovido desde entonces). Cumple lo que promete. Le hace un homenaje bastante decente y digno de ver a la peli de Peter Pan.

Peter Pan's Flight en Disneyland París
Subidos en estos barcos, surcaremos el cielo de Londres hasta llegar al país de Nunca Jamás. Tiene alguna escena en la que parece que vuelas de verdad.
Blanche-Neige et les Sept Nains.

Blancanieves y los siete enanitos es muy similar a Peter Pan’s Flight en temas de ubicación, contenido y viaje. También está predispuesta para los más pequeños, tiene un mínimo común múltiplo de cola y ofrece una premisa idéntica. El único factor cambiante es que, en vez de trasladarnos al Londres del Siglo diecinueve o veinte, nos muestra un resumen de la historia de la antiquísima producción de 1941. Los escenarios, la música y las recreaciones de los personajes están muy logrados, así que merece la pena subir.

Blanche-Neige et les Sept Nains en Disneyland París
Con algún toque de pasaje del terror, esta es una atracción muy cuidada y con unos animatrónicos preciosamente hechos.
Mad Hatter’s Tea Cups.

Las tazas del Sombrerero Loco es la típica atracción en la que montas cuando no sabes en qué subir. La cola era fluida y el tiempo de espera inexistente, tal vez se debía a la baja afluencia del parque o a que, normalmente, sea una atracción poco transitada. Es la atracción de las tazas de toda la vida que hemos visto en tantos parques tematizada de formas distintas. La decoración es muy chula y colorida. Tal y como hemos especificado con las de Peter Pan y Blancanieves, esta, también es para los peques.

Mad Hatter's Tea Cups en Disneyland París
La clásica atracción de tazas giratorias de muchos otros parques, siendo esta de las más bonitas que he visto.
Le Carrousel de Lancelot.

El carrusel de Lancelot se ambienta en Merlín, Arturo y los caballeros de la mesa redonda. Es un tiovivo como los de las ferias. Son atracciones tan habituales, conocidas y antiguas, que no pueden faltar. La cola es un poco mayor que para las tazas del Sombrerero Loco y el viaje no dura mucho. Pero, tienes que subir, aunque solo sea para ponerle un check y decir que has montado en todas las rides del parque.

Le Carrousel de Lancelot en Disneyland París
Cerca del carrusel se encuentra la espada del Rey Arturo. ¿Serás capaz de sacarla del yunque?
Dumbo the Flying Elephant.

Dumbo, el elefante volador es, básicamente, un pulpo de feria. Una atracción con temática de la película de Dumbo en la que trepas a lomos del elefante y te embarcas en un viaje bastante suavecito y breve. Lógica y reiterativamente, está pensada para los niños. Aun así, da unas vistas del castillo únicas en todo el parque.

Dumbo the Flying Elephant en Disneyland París
El lugar donde está y las vistas que ofrece, son los mayores reclamos de esta clásica atracción.
Alice’s Curious Labyrinth.

El curioso laberinto de Alicia es un recorrido con varios caminos y en el que te puedes perder fácilmente. Por fin, nos encontramos con un pasaje disfrutable tanto para niños como adultos. Caracterizado a partir de la película de Alicia en el País de las Maravillas, nos ponemos en la piel de Alicia y atravesamos el laberinto guiados y confundidos por el conejo y el gato. Con los gritos de «¡Qué le corten la cabeza!» en francés de fondo, ascendemos por el torreón del castillo de la Reina de Corazones y nos topamos con unas maravillosas vistas de todo Fantasyland.

Alice's Curious Labyrinth en Disneyland París
Un divertido recorrido, con muchos secretos por ser descubiertos.
Le Pays des Contes de Fées.

La Tierra de los Cuentos de Hadas es un amigable paseo en barca por un paisaje adornado con escenarios y figuras en miniatura referenciando a los clásicos más míticos de Disney (Aladdín, Hansel y Gretel, La Bella Durmiente…). Las maquetas parecen diseñadas por el arquitecto más talentoso y seguro de su trabajo. Al igual que en Piratas del Caribe hay momentos en los que la atracción se detiene y nos anuncian que el trayecto continuará en unos minutos. Lejos de ser una crítica, te garantiza más tiempo para poder fijarte en todos los detalles. Cuando fuimos nosotros estaba abierta al público. A fecha de la publicación de este artículo, junio de 2024, se encuentra cerrada.

Le Pays des Contes de Fées en Disneyland París
¿Serás capaz de reconocer todos los pequeños cuentos que hay en este tranquilo viaje en barco?
Casey Jr. – le Petit Train du Cirque.

Casey Jr. el Pequeño Tren del Circo es idéntica a Le Pays des Contes de Fées. La única diferencia reside en que su gemela es una atracción de barquitos y esta de tren. De hecho, están al lado. Pueden imaginarse, indiferentemente, como una continuación de la otra. Nos regala un recorrido por otra recopilación de cuentos en miniatura. Actualmente, también está cerrada.

Casey Jr. – le Petit Train du Cirque en Disneyland París
Rodeando la anterior atracción, esta pequeña «montaña rusa» cuenta con unos vagones muy peculiares.

Un colorido desfile y una emocionante despedida

Uno de los grandes momentos del día es, sin duda, la cabalgata Disney Stars on Parade. Con una mágica música de fondo, irán apareciendo enormes carrozas tematizadas de algunas de las mejores películas de Disney. Dentro de ellas habrá numerosos personajes que protagonizan esas películas y que no dejarán de bailar y saludar a todo el mundo. Aparte hay un montón de bailarines en el suelo disfrazados de decenas de formas diferentes.

Aunque es difícil quedarse con alguna, voy a destacar la carroza de Maléfica, un imponente dragón que de vez en cuando escupe una llamarada de fuego y la de Toy Story, con Buzz subido a un cohete en las alturas, con la pelota de Pixar y Slinky por detrás, entre otros muchos detalles. Es una parada obligatoria y solo hay una sesión al día. Busca un buen lugar para verla en primera fila y déjate llevar por la magia Disney en su máxima expresión.

Maléfica en la cabalgata de Disneyland París
Cada carroza que va apareciendo es mejor que la anterior. Esta de Maléfica es de nuestras favoritas.

Para finalizar el día por todo lo alto, queda el momento cúspide con el que todos soñamos ver alguna vez en directo. El espectáculo nocturno del castillo es una de las experiencias más emocionantes y espectaculares que he tenido nunca. A través de proyecciones sobre el castillo, Mickey se irá transportando por decenas de las grandes películas de la historia de Disney. Prácticamente, cualquier película que te imagines estará representada. Con un uso brutal de la pirotecnia, teniendo fuegos artificiales por todos lados, con efectos de chorros de agua y con algunas de las mejores canciones de Disney, la lágrima querrá salir de tus ojos a poco que sientas nostalgia por estas películas. Es un momento que se te quedará guardado en la memoria y la despedida perfecta para un día donde los sueños realmente se nos hicieron realidad.

Espectáculo nocturno de Disneyland París
Una despedida a la altura del parque. Un momento que se te quedará guardado para siempre en la memoria.

Autores

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Jaime Sánchez García.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Piensa Solutions que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.