IMPORTANTE. La siguiente crítica contiene spoilers y está fundamentada en opiniones personales. Si no habéis visto Hermanas hasta la muerte, retroceded. Si queréis ir directos a la parte sin spoilers, bajad a la conclusión.
Hermanas hasta la muerte, cuyo título original es Bad sisters, es una serie de Apple Tv+ que se estrenó en 2022. Su creadora es Sharon Horgan, que, como veremos más adelante, también interpreta uno de los papeles protagónicos. La serie tiene numerosos productores: la propia Sharon Horgan, Faye Dorn, Clelia Mountford, Dearbhla Walsh, Dave Finkel, Brett Baer, Bert Hamelinck, Michael Sagol y Marlin-Sarah Gozin. Pertenece a los géneros de suspense y comedia negra. En esta web nos gusta bastante el catálogo de series que ofrece Apple Tv+, tanto que, hasta el momento, tenemos un Top 10 de las que son, en nuestra opinión, las mejores series de Apple Tv+ hasta la fecha.
Contexto de la primera temporada
La temporada uno nos presenta a las divergentes hermanas Garvey. Cinco mujeres duras de roer y hechas de otra pasta. En orden de mayor a menor, son: Eva Garvey (Sharon Horgan), Grace Williams(Anne-Marie Duff), Ursula Flynn (Eva Birthistle), Bibi Garvey (Sarah Greene) y Becka Garvey (Eve Hewson). Eva es el pañuelo de lágrimas y la sabiduría encarnada para sus otras cuatro hermanas. Grace es una mujer sumisa, complaciente y de un carácter muy manipulable. Ursula es un desastre y se va de la lengua con mucha facilidad. Bibi tiene un genio de mil demonios y no es alguien con quien se pueda jugar. Becka es la más joven y atolondrada de las cinco.
Se ven envueltas en un lío cuando el marido de Grace, John Paul Williams (Claes Bang), aparece muerto. Toda la trama de la temporada gira en torno a quién mató a John Paul y en ilustrarnos con lo patán e impresentable que era. Hay momentos en los que es muy difícil siquiera teorizar o imaginarse quién es el asesino, ya que la mitad de los personajes tienen motivos de peso para querer atizarle con una pala en el cráneo. John Paul es un personaje cosido y rematado con el único propósito de ser odiado. Parece una masa homogénea de todos los estereotipos sobre los hombres, con toques misóginos y comportamientos de niño mimado.

También están pululando por ahí los hermanos Claffin, Thomas Claffin (Brian Gleeson) y Matthew Claffin (Daryl McCormack), dueños de la agencia de seguros Claffin e Hijos. Su padre se ha suicidado recientemente y el negocio se encuentra al borde de la quiebra. Son los responsables de abonar el seguro de vida de John Paul. Con lo cual, ven en su muerte una mina de oro e intentan demostrar que no fue una muerte accidental o por causas naturales. Las principales sospechosas y también las personas más fáciles de acusar son las hermanas Garvey.
Al final, se descubre que la asesina es Grace. Lo irónico es que todas sus hermanas habían intentado matar a John Paul por separado para salvar a Grace de los malos tratos, calumnias y desplantes de su marido, pero ninguna lo logró. John Paul tenía más vidas que un gato, hasta que Grace alcanzó el límite tras años y años de maltrato, vejaciones e insultos y le estranguló. Sus cuatro hermanas se vuelven cómplices y encubren el crimen. La temporada deja todas las tramas cerradas y el futuro hacia una posible temporada dos algo difuminado.
Sí, hubo segunda temporada
En realidad, mientras escribo esto, no han terminado de salir al aire los ocho capítulos que componen la temporada 2. El último se estrena el 24 de diciembre. La segunda temporada lleva un ritmo igual de bueno que la primera. Si mi horario me lo permitiese, me habría visto todos los capítulos disponibles de una sentada, ya que Hermanas hasta la muerte es una de esas series que te enganchan al punto de engullirlas a la misma velocidad que un vaso de agua cuando estás sediento.
La temporada se sitúa dos años después de la muerte de John Paul y empieza con la boda de Grace. Grace ha conocido a un hombre maravilloso por internet y se han enamorado. Su hija, Blanaid Williams (Saise Quinn), le ha admitido en el núcleo familiar sin problemas, se ha encariñado con él y le considera su padrastro. Ian Reilly (Owen McDonnell) parece el hombre perfecto. Después de los traumas y heridas que John Paul dejó en Grace, Ian llega para sanar y llevarse a lomos de su corcel a la mediana de las Garvey. Ambos contraen nupcias y se ve que Ian encaja bastante bien en la dinámica familiar de las hermanas Garvey.

Todo parece magnífico para Grace y compañía hasta que descubren un cadáver descompuesto dentro de una maleta. El cuerpo pertenece a George Williams, el padre de John Paul. Se inicia una investigación policial en la que participan Una Houlihan (Thaddea Graham) y Fergal Loftus (Barry Ward). Loftus es el inspector jefe que ordenó la exhumación del cadáver de John Paul la temporada pasada y está a punto de jubilarse. Houlihan es una recién llegada al cuerpo, con un afilado instinto policial para las mentiras y las incógnitas. Una Houlihan parece la becaria de Loftus, quien, en numerosas ocasiones, la trata fatal y le falta al respeto, metiéndose con su atuendo o con sus ideas.
En un impulso nervioso, Grace, le cuenta a su cónyuge la verdad sobre su exmarido y confiesa haberle asesinado. Ian se pone tenso y se borra del mapa. La ansiedad e incertidumbre de Grace crecen por momentos. No sabe si Ian va a delatarla o a pedirle el divorcio. Se encierra en su casa y comienza a mostrar una actitud muy extraña frente a Blanaid, sus hermanas y sus vecinos. Adicionalmente, tiene que lidiar con Roger Muldoon (Michael Smiley) y sus demonios internos. La culpa está devorando a Roger por dentro, ya que ayudó a Grace a deshacerse del cadáver de John Paul, y quiere confesar. Roger siente algo más que amistad por Grace, así que, ella consigue darle pena para silenciarle. Las hermanas Garvey colaboran asustando y manipulando a Roger para que mantenga la boca cerrada.
La hermana de Roger, Angelica Collins (Fiona Shaw), es como una peste para Grace. Solían ser amigas, porque asistían juntas a un grupo para afrontar la pérdida de seres queridos, que fue donde Grace conoció a Ian realmente. Angelica acosa a Grace para que le cuente la verdad y se ofrece a ayudarla, pero Grace Garvey se siente asfixiada y rechaza su compañía. Angelica es un personaje que exponen en la vitrina para que la odiemos, porque es una señora entrometida, cotilla, dramática, exagerada y que maquilla las situaciones a su conveniencia.

Sin embargo, yo sentí un cariño instantáneo por Angelica desde su primera aparición. La actriz que interpreta a Angelica Collins, Fiona Shaw, no es otra que la que ostentó el papel de Petunia Dursley en la saga cinematográfica de Harry Potter. Petunia es un personaje odioso y repulsivo en las obras de J.K. Rowling, pero, ver a Fiona Shaw actuando y brillando en “Hermanas hasta la muerte”, me conmovió. Últimamente, han fallecido tantos actores que aparecieron en la franquicia de los magos (Robbie Coltrane, Maggie Smith, Michael Gambon, Helen McCrory, Alan Rickman…), que me alegra ver a una de ellos al pie del cañón. Desde Criticas Frikis levantamos nuestras varitas por todos ellos.
Grace sufre un terrible accidente y pierde la vida. Nos dejan con el misterio de por qué huyó en mitad de la noche con una bolsa llena de dinero y abandonando a Blanaid. Intentó llamar a Eva para pedirle ayuda, pero fue el contestador automático el que le respondió. A Eva le pesará mucho el no haber contestado esa llamada a tiempo. Las cuatro Garvey supervivientes se quedan con el enigma de la muerte de Grace y entonces vuelve Ian.
Cada uno con sus dramas
Paralelo a lo que es la trama, cada mujer Garvey tiene sus propios pleitos. De Grace no vamos a hablar en este apartado, porque ya ha quedado más que claro que no tiene suerte con los hombres. El primero resultó ser un maltratador, embaucador y abusador del que no se desprendió hasta que no la torturó de todas las formas posibles. El segundo parecía demasiado bueno, pero quizá sea la prueba de que el agua no necesita estar enlodada para desbordar suciedad.
A Becka Garvey se le viene encima una montaña de responsabilidades y decisiones. Se ha embarcado en una nueva relación con Joe Walsh (Peter Claffey), un chico gracioso, simpático y, en general, bueno para Becka, y se ha quedado embarazada. Su corazón tiene batallas más duras que librar, porque la menor de las Garvey todavía siente algo por Matt Claffin. De hecho, engaña a Joe con Matt y ambos se dan un tiempo. Nos dejan cavilar un poco sobre la identidad del padre, que acaba siendo Joe. Becka duda con quién de los dos quedarse y, aunque Matthew se muestra dispuesto a hacerse cargo del bebé y apoyarla, opta por el verdadero padre de la criatura, Joe.
Tengo una sensación agridulce sobre esto, ya que pienso que a quien Becka ama realmente es a Matt y lo demuestra en las pocas escenas que comparten en la segunda temporada. Sin embargo, se despiden al concluir la temporada y Becka Garvey da a entender que criará al niño con Joe, porque es el padre biológico y aquello es lo mejor para el bebé. Eso no implica que Becka no sienta algo por Joe. Pero, desde luego, no le quiere si se queda con él solo porque tienen un hijo en común. En mi opinión, esto es un error de cálculo que la perseguirá en una potencial temporada tres y espero que Daryl McCormack no haya finiquitado su trabajo como Matthew Claffin en «Hermanas hasta la muerte».
Los dilemas de Ursula Garvey son los que menos se exploran a lo largo de la temporada. En la temporada pasada tuvo un affair y engañó a su marido, lo que culminó en su divorcio. Ha desarrollado una pequeña adicción, que, por lo que nos muestran, podemos deducir que no llega a descontrolarse, a unos tranquilizantes. Como trabaja de enfermera, los roba del hospital. Si la hubiesen descubierto, aquello podría haber acarreado unas consecuencias fatales, siendo la pérdida de su empleo la menor de ellas. Cuando ve lo alterada que está Grace le ofrece los calmantes y se siente culpable de su accidente, porque cree que su hermana mayor se los tomó e iba drogada mientras conducía.
Ursula se apunta a distintas aplicaciones de citas y mantiene un interludio amoroso con Fergal Loftus, que no conduce a ningún lado. El inspector también está divorciado y su exesposa, Nadine Loftus (Liz Fitzgibbon), planea llevarse a su hija, Jessie Loftus (Callie Weir), a Australia. Con lo cual, se siente tan solo y perdido como Ursula. Durante la investigación de la muerte de George Williams y del accidente de Grace, se reconocen. Cuando el inspector, por fin, se ha retirado vuelven a tener una cita, pero el único objetivo de Ursula es sacarle información, aunque el expolicía se hubiera hecho ilusiones.
Bibi Garvey también tiene lo suyo. Está casada con Nora Garvey (Yasmine Akram) y tienen un hijo en común, Ruben Garvey (Jake Farmer). El matrimonio se está planteando añadir un nuevo miembro a la familia y, mientras que Nora se encuentra muy ilusionada y expectante, Bibi se deja dominar por el miedo. Bibi no está segura de querer ser madre por segunda vez y confiesa que, en su día, le costó conectar con Ruben. Bibi acaba venciendo sus temores y acompañando a su mujer en el proceso de la inseminación y de asistir a la clínica. Las tramas de su personaje son más rutinarias que otra cosa. Nos muestran el curso que va tomando la vida mientras eres cómplice de un asesinato y te dedicas a arrojar un cadáver por un acantilado.

Y, por último, pero no menos importante, Eva Garvey. Eva es, después de Grace, la que tiene un desarrollo más complicado y una trama más relevante. Para empezar, Eva se enfrenta a la crisis de medio siglo. Cumple cincuenta años, a pesar de aparentar quince menos. Eva es una mujer independiente, profesional, fuerte como un pilar de cemento armado y resolutiva. Sin ella, el resto de las Garvey habrían terminado con un par de esposas y en una inmunda celda de la prisión. Sin embargo, en esta temporada nos demuestra que también es sensible, frágil y que, como todo ser humano, tiene necesidades afectivas. Ahora, hay un punto en el que trazo la línea. No es lo mismo ser una mujer frágil que una mujer enamorada.
Tras el fallecimiento de Grace, Eva obtiene la custodia temporal de Blanaid y, como su tutora, la acoge en su casa y maneja su herencia. Ian también está presente, ya que ha formado un vínculo padre-hija con Blanaid. A Eva su presencia le parece beneficiosa para su sobrina y, además, le viene bien la ayuda en un momento tan duro como es la pérdida de una hermana. Ian Reilly es como el hada madrina de la Cenicienta para las hermanas Garvey. Aunque llevaba prácticamente dos días casado con Grace y desapareció cuando ella se sinceró con él, apoya a las Garvey y se instaura como el protector de las cuatro hermanas y su duelo.
Eva e Ian pasan mucho tiempo juntos por Blanaid. Ambos empiezan a desarrollar unos sentimientos poco éticos, ya que Ian era el marido de la hermana fallecida de Eva. Dan rienda suelta a sus pasiones y Eva se siente tremendamente culpable. Aunque, una vez superada la culpa, la vemos feliz al lado de Ian. Se pelea con sus hermanas. Especialmente con Bibi, que desconfía de las intenciones de Ian. Tal es la ceguera de Eva Garvey con Ian Reilly, que le hace administrador de la cuenta de Blanaid y el bueno de Ian la estafa y huye con el dinero.
Ojo de loca no se equivoca
Hay dos personajes a los que las hermanas Garvey juzgan mal. El primero es Angelica. Como ya sabemos, la hermana de Roger era amiga de Grace y tenía una estrecha relación con Blanaid. Al punto de colocar fotografías suyas con Blanaid en la cómoda de su habitación y de decorar un cuarto para la chica. Si lo piensas bien es algo perturbador que una vecina y antigua amiga de tu hermana aparezca por todas partes y parezca estar al corriente de los secretos inconfesables que Grace Garvey se llevó a la tumba. Se puede considerar un poco extraño que invite a su casa y ronde a la hija de tu difunta hermana. Casi como si pretendiese secuestrar a la adolescente. Las hermanas Garvey llegan a creer eso en un momento en que Blanaid desaparece y Eva sufre una crisis nerviosa en la comisaria.
Angelica Collins nos confunde bastante. Por un lado, es una mujer temerosa de la ira de Dios que intenta hacer el bien según su visión de las cosas. Por otro, parece alguien que averigua información ajena y utiliza los secretos en beneficio propio. Esto se hace evidente cuando Ursula se desahoga con ella sobre el asunto de los calmantes que le entregó a Grace y Angelica comercializa su silencio por una cuantiosa donación a la parroquia. Sin embargo, es un personaje que me inspira una profunda ternura. Para mi enorme sorpresa, pienso que Angelica se lleva la temporada dos de calle e, irónicamente, ya que no forma parte del círculo y el elenco principal, se ha convertido en mi personaje favorito.
Tras la muerte de su amiga Grace, Angelica propone a las hermanas Garvey que arrojen juntas sus cenizas al mar. Las cuatro hermanas se sienten un poco amedrentadas y violentadas, ya que, al ser Grace sangre de su sangre, se encuentran en su pleno derecho de hacer lo que les plazca con sus restos. Pero, como Angelica insiste y posee cierta información sobre ellas que no debe ver la luz del sol, las Garvey ceden. Organizan una excursión en un barco prestado por un amigo de Becka y se llevan la urna que, en vez de contener a Grace, alberga unas cenizas falsas.
En mitad de una discusión entre Angelica y las hermanas Garvey se produce un accidente. La vela del barco se suelta y el palo golpea a Angelica a la cabeza. Angelica cae al mar y, a pesar de los intentos de las Garvey por rescatarla y alertar a los guardacostas, es arrastrada por la corriente. Todas piensan que Angelica ha muerto, así que tratan de encubrir sus huellas y de inventarse una coartada viable. Sin embargo, Angelica demuestra tener más vidas que John Paul y aparece en un hospital. Convenientemente, padece una amnesia parcial y no recuerda nada del incidente.

La Angelica Collins pre-accidente era de un color y la que despierta en aquella camilla de hospital es de otro completamente diferente. Supongo que los creadores han ideado la trama para que sospechemos de Angelica hasta este punto y después tienen que demostrarnos que no tuvo malas intenciones en ningún momento. Mi problema no es que no creyese que Angelica estaba implicada de algún modo en la muerte de Grace, si no que quería que Angelica fuese inocente. No se merecía un final malo. Efectivamente, tras su experiencia cercana a la muerte, Angelica deja de ser sospechosa y se convierte en un rostro amigable. Lo que nos conduce al segundo personaje con un juicio injusto.
A este punto de la trama y después de estafar a Eva, está más que claro que Ian Reilly no es trigo limpio. Las Garvey averiguan que ni siquiera es quién dice ser. Contactan con Joe, el novio de Becka, y le sonsacan información sobre Ian, ya que eran buenos amigos. Al parecer, Ian tiene un pequeño problema con las apuestas y le encantan las carreras de caballos. Bibi, Eva, Ursula y Becka acuden con Roger al hipódromo y allí se enteran de que Ian Reilly no existe. El nombre del estafador es Cormac Sweeney. Eva obtiene una dirección y, en lugar de esperar a sus hermanas, va directa a por el ladrón.
Eva se hace pasar por su prima para localizar su vivienda. Resulta que Cormac Sweeney vive en un barrio normalito, en una casa decente, está casado, tiene hijos y otro en camino. Es la mujer de Cormac la que abre la puerta y le dice a Eva que allí no hay ningún Cormac Sweeney. Su mujer está al tanto de sus estafas y tejemanejes e Ian, Cormac, o como se llame, es un ludópata, estafador y maltratador.
A la par que Eva, Una Houlihan, que está investigando la repentina y casual desaparición de Ian, descubre que Ian Reilly es Cormac Sweeney. Houlihan llega más lejos que las Garvey y rebusca en archivos policiales. Se topa con el expediente de un expolicia, que fue expulsado del cuerpo por corrupción, abuso sexual y malos tratos, cuya identidad corresponde a la de Cormac Sweeney y la fotografía coincide con el aspecto de Ian Reilly. Además, Houlihan experimenta un dilema moral, porque es consciente de que el inspector Loftus encontró el dinero con el que huía Grace y se lo quedó. Por un lado, su instinto policial desea delatarle y, por otro, su parte sentimental razona que es mejor dejar que Fergal Loftus tenga un retiro tranquilo.
¿Qué le pasó a Grace?
Al comienzo del último episodio nos muestran lo que le ocurrió a Grace. Cuando se sinceró con Ian y le confesó que había matado a John Paul, Ian dijo que necesitaba tomar el aire y se dirigió a la salida. Grace le suplicó que no se marchase y, en un acto de desesperación absoluta, le golpeó en la espalda y en el rostro. Ian reaccionó, empujó a Grace al suelo y se marchó. Aquí, Cormac se quita la máscara de Ian Reilly frente a Grace y le exige dinero a cambio de guardar silencio. Grace le pregunta si alguna vez las quiso de verdad (a ella y a Blanaid). A lo que Cormac le contesta que solo ha sido una más.
Se reúnen en un bar y Cormac le pide la suma de dinero. Grace se niega a darle un solo céntimo y se marcha como alma que lleva el diablo. Se encuentra tan alterada, que sufre un despiste al volante por inclinarse a buscar algo en su bolso. Esquiva a otro vehículo con el que casi colisiona y se estampa contra un árbol, falleciendo en el acto.
Cuando empecé a ver la temporada dos, no se me pasó por la cabeza que la muerte de Grace fuese una posibilidad. Me sorprendió bastante. Siempre es grato que los creadores se atrevan a matar a un personaje principal. Aunque, no pienso que Grace Garvey fuera uno de los personajes más queridos. Lo cierto es que la historia, tanto de la primera como la segunda temporada, giraba en torno a ella. Llegué a creer que la trama avanzaría por la senda de una muerte falsa y que Grace habría fingido su muerte con ayuda de Angelica. Ese giro me habría parecido muy bueno, pero mejor dejar lo de las resurecciones mágicas para las series de carácter sobrenatural, tipo Vampire Diaries.
Todos los misterios llevan a Cormac
Cormac se presenta en casa de Eva para negociar con las Garvey. Ya no cuenta solamente con la valiosa información de que Grace fue la asesina de John Paul y que este no se suicidó. Ahora también sabe, gracias a Eva, que las cuatro Garvey restantes fueron cómplices del crimen, porque encubrieron a su hermana y mintieron a la policia. Eva le exige que devuelva los fondos de Blanaid, a lo que él se hace el tonto. Se produce un altercado entre Becka y Cormac. Ella intenta agredirle y él la arroja contra el suelo.
De repente, Cormac recibe un golpe seco en la cabeza y cae al suelo, golpeándose con el pico de la mesa y esparciendo sangre por las baldosas de la cocina de Eva. Angelica aparece en la puerta, sosteniendo un bastón con aspecto inocente. Las Garvey comprueban sin éxito el pulso de Cormac y entran en un bucle irracional sobre quién es el responsable de su muerte. Todas señalan a Angelica y la pobre mujer, que continúa en un estado vulnerable y desorientado tras su accidente, se asusta.
He de decir que se me hace muy feo que, después de los desplantes y atropellos que le han hecho a Angelica, no tarden en echarla a los lobos y en tratarla de culpable. Más teniendo en cuenta que Angelica, probablemente, no sea consciente de lo que está ocurriendo y puede que ni de dónde se encuentra. Esto reafirma el cariño que siento por este personaje. Si bien es cierto que no siempre se ha portado bien con las Garvey, en ese instante se la ve tan frágil y desprotegida, que me hace odiar un poco a las hermanas Garvey.

Una Houlihan se presenta en casa de Eva para hacer algunas preguntas sobre el paradero de Ian, sin delatar que sabe perfectamente que Ian Reilly es Cormac Sweeny. Afortunadamente, Ursula se ha llevado el coche de Cormac para alejar a Blanaid de la casa. Las Garvey consiguen ahuyentarla y cargan el cuerpo inerte de Cormac en el coche de Bibi para arrojarlo por los acantilados de Sliabh Liag. Llegan a la escena y abren el maletero, pero resulta que Cormac no estaba tan muerto como parecía. Se levanta, mirando desconcertado e iracundo a las Garvey, y se aproxima al borde del precipicio. Como está mareado y conmocionado por el golpe que le ha propinado Angelica, se despeña por el acantilado sin darse mucha cuenta. Las hermanas Garvey tienen tan mala suerte que, en vez de caerse al mar y ahogarse, Cormac aterriza sobre un saliente. Malherido, pero vivo.
Las chicas debaten si huir y dejarle allí, completar la faena y tirarle por el barranco o llamar a la policia o a una ambulancia. Al final se decantan por la premisa de que no son asesinas y alertan a los sanitarios. Después de realizar la llamada de rigor, abandonan la escena y Cormac se queda allí tirado. Al llegar nuevamente a casa de Eva, se encuentran con Angelica y Houlihan esperándolas en el sofá. Resulta que la persistente Una Houlihan volvió para hablar con las Garvey y Angelica le soltó toda la sopa.
Bibi, Ursula, Becka y Eva hacen el ridículo intentando buscar una explicación apresurada para que Houlihan no las asocie con la desaparición de Ian Reilly. Entre berrinches, contradicciones, argumentos infantiles y las constantes disculpas de Angelica, las hermanas Garvey acaban confesando. Es Becka la que se harta de fingimientos y shows de teatro y le relata a Houlihan lo que han hecho, quién es el auténtico Ian Reilly y cómo se aprovechó de Grace. Sin embargo, Houlihan se delata antes de tener la información completa y desvela que ya sabía quien era Cormac Sweeny.
A continuación, ocurre lo esperado. Las mujeres reunidas en el salón de Eva alcanzan una especie de pacto. Houlihan olvida lo que ha descubierto, las Garvey siguen con su vida, a ser posible sin meterse en más líos, y Angelica hace las paces con la memoria de Grace y restaura su opinión sobre las hermanas Garvey, explicándole a Roger que son buenas chicas. La corrupción es buena cuando favorece a los protagonistas. Sin embargo, se debe castigar a los malos que incurren en el delito de utilizar su posición de poder para autobeneficiarse o salir indemnes de algo. El mensaje es un poco hipócrita. Aún así, me alegro de que las Garvey puedan vivir tranquilas de momento, ya que espero que vuelvan a complicarles la vida en una futura temporada tres.
Conclusión
Recomiendo Hermanas hasta la muerte a todo aquel que no la haya visto. Es un viaje entretenido, angustioso y repleto de gratificantes misterios para el espectador. No solo pasarás un buen rato, sino que, además, disfrutarás de los paisajes y la costa irlandesa. He de añadir, aunque no he estado nunca en Irlanda, que es precioso.
La temporada uno supera con creces a la segunda. Pero, es normal, ya que la serie posiblemente estuviera ideada para concluir al cabo de una temporada, por eso se cierran todas las tramas en el último episodio. Tal vez sus creadores se prepararon para una potencial cancelación. Bien debido a su éxito o a que tenían más que ofrecer, la serie fue renovada para una segunda temporada. La segunda temporada no se queda corta en cuanto a muertes, misterios, risas y sorpresas. Se mantiene en la misma línea de ser una intriga que afecta a las cinco Garvey en conjunto y también cierra por completo la trama al terminar.
Hermanas hasta la muerte se ha convertido en una de mis series favoritas de Apple Tv+, junto con Ted Lasso, Tierra de mujeres, Silo o Severance. Sin duda, Apple Tv+, es una plataforma que promete muchísimo y que ofrece un contenido de calidad. Y, no solo en lo visual, también en los elencos de sus series, que cuentan con grandes nombres del mundo de la actuación. No sé si volveremos a ver a Bibi, Eva, Becka, Ursula y Grace en una tercera temporada, pero espero que Fiona Shaw vuelva a encontrarse en el reparto como Angelica.