El porqué del éxito de Una película de Minecraft
Tengo que enfatizarlo desde el principio. No soy el público objetivo de esta película. Seguramente, tú que me estés leyendo, tampoco lo seas. Por eso mismo es tan complicado analizar Una película de Minecraft (A Minecraft Movie). Sobre todo tras ver las reacciones de los niños en mi sala de cine. No vivía algo similar desde Vengadores: Endgame, y ni siquiera aquella se le acerca a los aplausos constantes que ha recibido esta. Por esto mismo, una experiencia que para mí ha sido más tirando a mala que buena, para ellos ha sido “la mejor película de la historia”, como oí a varios decir.
Y es que no veía el cine que suelo frecuentar tan lleno como este viernes. Enormes colas para las palomitas, al igual que para las entradas. Y esto, trae consigo la parte mala de los cines: gente entrando 10 minutos tarde y tapándote visión, otros utilizando la linterna para saber donde van, cuchicheo constante, etc. Y hubiese sido peor si nos hubiésemos sentado en el medio y no en un lateral.
Para ir al origen del éxito de la película, hay que ir, inevitablemente, al videojuego. Minecraft, videojuego desarrollado por Mojang, se lanzó en 2009, aunque su versión 1.0 lo hizo en 2011. Desde entonces, ha cosechado más de 300 millones de copias vendidas, convirtiéndole en el segundo videojuego más vendido de la historia, solo por detrás del Tetris, que sigue siendo el número 1 con más de 520 millones.
En lo personal, es un videojuego que nunca me ha llegado a gustar. He intentado en numerosas ocasiones jugarlo, y nunca me ha llegado a enganchar. Aun así, reconozco que es muy bueno, pues las infinitas posibilidades de jugar como quieras y hacer, literalmente, todo lo que esté en tu mente, es impresionante. Esto, ayudado por streamers que hacen decenas de series al año, ha hecho que se cree una comunidad gigantesca y se convierta en los dibujos animados de las nuevas generaciones.
Un hito histórico que esta película ha sabido aprovechar a nivel de recaudación, pues en su primer fin de semana ha superado los 300 millones de dólares. Unas cifras que la convierten, previsiblemente, en la adaptación de videojuegos más exitosa de la historia. Superará próximamente a Pokémon: Detective Pikachu, que consiguió superar los 430 millones y ocupa, actualmente, el primer lugar.
Una historia tan cliché como sus personajes
Una película de Minecraft es claramente una cinta de comedia orientada al público infantil. Dirigida por Jared Hess, habitual del género con cintas como Nacho Libre (2006), Gentlemen Broncos (2009) o Napoleon Dynamite (2004), destacando el humor absurdo con excéntricos personajes.
La premisa de la historia es muy básica, Steve (Jack Black), un vendedor de pomos de puerta, acaba en el Overworld, tras encontrar el Orbe del Dominio y el Cristal de Tierra, objetos que al mezclarlos crean un portal hacia ese mundo. Allí, vive tranquilamente con su lobo Denis, tras haberse acostumbrado a la creativa vida que le permite ese mágico lugar. Un día, es secuestrado por Malgosha, villana y líder de los Piglins, un ejército de cerdos antropomórficos con más cabeza que cerebro. Su objetivo es recuperar el Orbe y el Cristal, objetos que se encuentran en nuestro mundo.

Es aquí donde entran los otros 4 personajes principales, aunque unos tienen más importancia que otros. El primero y más importante es Garrett Garrison (Jason Momoa), un antiguo gamer de éxito que regenta actualmente una tienda de videojuegos cercana a la quiebra. Desesperado, encuentra el Orbe y el Cristal en un trastero, siendo el Macguffin que llevará a los protagonistas al Overworld. Jason Momoa hace muy bien el papel de tipo duro en apariencia pero torpe y con buen corazón en el interior. Su humor se basa, sobre todo, en la comedia física, con las típicas caídas y golpes ridículos.
Después tenemos a los hermanos Henry (Sebastian Eugene Hansen) y Natalie (Emma Myers), unos jóvenes huérfanos que viven gracias al nuevo trabajo de la Natalie, la mayor. El pequeño viene a representar a todos los niños que alguna vez han jugado a Minecraft. Es el “héroe” de la historia, pues es el más creativo y futuro ingeniero espacial. Su hermana tiene un rol más secundario, aportando poco a la trama. Ambos son personajes muy planos, pero que al menos no dan vergüenza ajena como los otros dos adultos.

Por cierto, antes dije que eran cuatro y es que la última es Dawn (Danielle Brooks), agente inmobiliario de los hermanos y que acaba en la aventura con ellos porque sí. Apenas tiene relevancia y gracia, siendo solo importante por las buenas migas que acaba teniendo con Denis.
En general, toda la premisa, personajes y transcurso de la historia, me recuerda a películas como Jumanji: Bienvenidos a la jungla (2017), con un elenco de personajes cómicos que rozan la vergüenza ajena en varias ocasiones, que se juntan por azar del destino y que no acaban creando ningún tipo de química entre ellos. Jack Black y Jason Momoa tienen escenas que han hecho que me tapara la cara de lo incómodo que era, todo mientras el público aplaudía con fervor. Nada que ver con la sensación que dejan otras adaptaciones como Super Mario Bros: La película (2023) o la trilogía de Sonic, con tramas divertidas tanto para adultos como para niños.
Alarmante falta de creatividad que sí tiene el videojuego
Si algo hace grande a Minecraft como videojuego, es su total falta de límites. Puedes crear todo lo que se te ocurra, de hecho el juego va precisamente de eso. No tiene una historia que seguir, misiones que hacer u objetivos que perseguir. Tú creas todo a partir de tu imaginación. Esta inventiva y originalidad es justo lo que le falta a la película. Apenas utiliza las bondades de la construcción, que casi todas recaen en un Henry que tampoco es el niño más creativo del mundo. Al final, es una simple película de aventuras en la que los buenos se enfrentan a los malos tras una secuencia interminable de gags absurdos.
Aquí es donde entra el factor fan por el videojuego. Si lo eres y reconoces todas las referencias que hacen en la película, entonces tu visión puede ser bastante diferente. Midiendo la cantidad de aplausos por ciertos personajes o situaciones, puedo entender lo buenos que son estos cameos. Tiene un buen acabado visual en cuanto a criaturas y personajes se refiere. Los creepers, zombies, piglins u otros animales están muy bien llevados, con escenarios muy bonitos, más que los pixelados del videojuego que nunca he soportado.

Ahora bien, tiene un gran problema con las pantallas verdes. En el momento en el que hay humanos, la sensación de “pegote” no se me ha ido en ningún momento. Se nota demasiado el croma, algo que me ha sacado bastante de la película. Creo que hubiese sido mejor que los humanos también fueran avatares y combinasen mejor con el escenario, pues cuando no están, queda muy resultón como película de animación.
Otro problema que le veo es su ritmo. Sobre todo en una recta final muy apresurada, con una batalla muy descafeinada y poco estimulante y un inicio fulgurante lleno de imágenes sucesivas a modo TikTok que frena en seco para presentar al resto de personajes. La trama avanza a través de constantes conveniencias de un guion que no se toma en serio en ningún momento. Es verdad que alguna risa me ha sacado, aunque más por personajes CGI que por los humanos.

Conclusión
Una película de Minecraft es un éxito comercial sin precedentes en las adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla. Esto es así gracias a que Minecraft es el segundo videojuego más vendido de la historia, solo por detrás de Tetris. Algo que provoca que las salas de cine exploten tanto en recaudación, como en la forma de vivir la película. Aplausos al inicio, cada vez que se dice una frase épica, aparece un personaje especial o al acabar. Ha creado una atmósfera de evento que no he visto venir antes de acudir al cine.
Ahora bien, como película es un desastre a varios niveles. Comenzando por una historia cliché que abandona toda creatividad que sí tiene el videojuego, con unos personajes que rozan la vergüenza ajena, un Jack Black pasadísimo de rosca y un Jason Momoa carente de gracia. El resto de personajes son planos, poco interesantes y están para rellenar. No hay química entre un grupo muy dispar que además no encaja con un mundo que brilla más cuando ellos no están. Sobre todo por unos cromas que parece que van a salir de la pantalla en cualquier momento.
Si eres fan del videojuego, encontrarás referencias que sí te pueden emocionar, hay momentos con bastante gracia y la película es amena si tienes tolerancia al ridículo. No tiene nada que ver con otras adaptaciones que sí pueden disfrutar los adultos, como Super Mario Bros: La película, Sonic: La película o incluso Pokémon: Detective Pikachu. A veces hay que aceptar que la película no está pensada nosotros y dejar a los chavales que flipen lo más grande. Aun así, no puedo ocultar lo que siento, y es que Una película de Minecraft es la peor película que he visto nunca en una sala de cine.
Lo Mejor:
- ✅ A nivel visual, cuando no salen humanos, está muy bien llevado al cine el universo Minecraft.
- ✅ Muchas referencias al videojuego que encantarán a los fans.
Lo Peor:
- ❌ Una historia típica, sin gracia y con mucha falta de creatividad.
- ❌ Personajes que rozan la vergüenza ajena y con falta de química entre ellos.
- ❌ Si no eres fan de Minecraft o eres un niño, es muy difícil que te guste la película.