Gateando no se llega lejos
En estos días previos a una gran avalancha de nuevos lanzamientos que se vienen, estaba en busca de juegos cortitos que sirvieran de aperitivos de los platos fuertes. Fue entonces cuando me percaté de que regalaban un juego de los Rugrats para Epic Games y encima de lanzamiento. Al ver que su duración era realmente escasa y que tengo cierta nostalgia por la serie de los bebes rebeldes, me decidí a catarlo.
El primer juego de The Mix Games es un claro homenaje a aquellos títulos de NES que tan buenos ratos han dado a tanta gente. Tiene toda su esencia, aunque adaptado a tiempos modernos, sobre todo en términos de dificultad. Esto hace que la duración no se extienda por reintentar y reintentar una y otra vez, sino que a poco que le pilles el truco puedes completarlo en no más de 2 horas si sumas alguna muerte.
Uno de los grandes atractivos es cambiar en todo momento entre gráficos HD y 8-bit. Los primeros se ven realmente bien, con dibujos a mano representan a la perfección la esencia de la serie de animación de 1991. El diseño de escenarios y enemigos se ajusta genial al estilo cartoon, siendo el punto más fuerte del juego. Querer descubrir qué tipo de enemigo y escenario vas a encontrar en el próximo nivel es uno de los grandes alicientes de no soltar el mando hasta terminarlo. Por otro lado, los jefes finales ponen el sello final a los niveles, siendo un reto equilibrado y ofreciendo los momentos más divertidos de la aventura.


Por otro lado, el estilo 8-bit le sienta como un guante a un juego de este tipo. Todos los sprites están realizados con mucho gusto, por lo que si te apetece retroceder en el tiempo, este modo es ideal para ti. Incluso se puede añadir un filtro CRT para más inmersión nostálgica. Aparte de lo visual, también tiene la opción de poner la música retro, haciendo que la mítica banda sonora de la serie cobre un nuevo sentido. En lo personal, este modo me ha retrotraído a la época de la Game Boy Color, siendo esta mi primera consola y por ende, la que más se acerca a este tipo de gráficos.
Una vez hablado de la visual, que al final una imagen vale más que mil palabras, así que lo podéis apreciar por vosotros mismos, toca tratar la jugabilidad. Al ser un juego chapado a la antigua, los únicos controles que tendremos serán el salto, agacharse, coger objetos o enemigos y la caída en picado. Con este limitado set de movimientos, se hace a veces algo complicado en según que zonas. Sobre todo con los enemigos aéreos, que tienen una hit box algo dudosa o aquellos que disparan proyectiles difíciles de esquivar con personajes tan lentos.

Hay 6 niveles en total y el orden de completarlos es completamente libre, siendo algunos bastante más complicado que otros. El objetivo del juego será recoger suficientes monedas, ocultas por los escenarios, para abrir la puerta del Rex y acceder a la fase final. No es necesario obtener todos los coleccionables, aunque sí la gran mayoría, siendo esto una tarea no demasiado complicada. Yo acabé recolectando todas las monedas, ya que es algo que disfruto mucho. Recorrerse todos los recovecos en busca de lugares secretos es uno de los grandes placeres de los plataformas. También es posible encontrar unas galletas que sirven de vida extra, puesto que si te derrotan a todos los personajes tendrás que comenzar el nivel desde el principio, perdiendo todo lo que hayas encontrado.
Podremos escoger entre cuatro bebés. Tommy y Lil, que son los más equilibrados al tener el salto y el lanzamiento parejos y, por otro lado, está Chuckie con un gran salto pero poco lanzamiento y Phil con poco salto y mucho lanzamiento. Al final la idea es jugar con todos los bebés, ya que cuando acaban con uno automáticamente te pasa a otro, haciendo que al menos cambie un poquito la jugabilidad durante la partida. Sin embargo, esto depende del nivel de dificultad.
El modo fácil tiene respawns ilimitados, el normal te permite cambiar de bebés aunque con límite de vidas y el difícil te impide modificar nada. Existe la opción de jugarlo en cooperativo local. Esto es algo que se está perdiendo un poco en los juegos modernos y que cada vez que la veo me llevo una pequeña alegría. Aunque las pantallas son muy pequeñas y entran pocos elementos en pantalla, añadir un compañero siempre es motivo de más diversión.

No he hablado de la trama hasta ahora, aunque no hay mucho que decir. El objetivo de los Rugrats es reunir suficiente dinero para comprar el nuevo videojuego de moda. Hay algunas “cinemáticas”, que no son más que una pequeña animación que acaba en imagen estática con un texto plano debajo. He echado en falta un doblaje en estas escenas, o al menos una traducción al castellano, que no costaba nada. No sobran, pero tampoco aportan mucho, algo que debería, al tratarse de una adaptación de una serie de animación con capítulos muy divertidos.
En conclusión, Rugrats: Adventures in Gameland es un sencillo juego de plataformas que existe por y para nostálgicos de la serie o de la época de NES. Me cuesta recomendarlo a alguien fuera de este grupo de personas. Sin embargo, estando gratis en Epic y si queréis un plataformas en scroll lateral con buen apartado visual y sonoro, le podéis dar un tiento. Si lo queréis comprar en físico en Nintendo Switch, aquí tenéis el enlace. A mí me ha dejado con ganas de más, cuando empiezas a disfrutar de él se termina. Aunque unas mecánicas ancladas en el pasado, con ciertos fallos de precisión en el salto y ataques enemigos, lastran el producto final. Termina siendo juego pequeño e inocente, como un bebé.
Lo Mejor:
- ✅ El poder cambiar los gráficos de forma instantánea.
- ✅ Buen apartado visual acompañado con la clásica música de la serie.
- ✅ La posibiliad de jugarlo en cooperativo.
Lo Peor:
- ❌ Imprecisión en los saltos que puede causar frustración.
- ❌ Diseños de niveles cortos y olvidables.
- ❌ Cuando empiezas a disfrutarlo, se acaba.