Un cierre memorable de una etapa inolvidable
Quién le diría a Marvel Studios después de Iron Man (2008) que 11 años más tarde y tras 21 películas, darían “cierre” con la película más taquillera de la historia. Al menos lo fue durante 8 meses hasta que se reestrenó Avatar en China como movimiento estratégico. Lo más difícil en proyectos tan a largo plazo, es saber cerrarlos de manera que la mayoría de gente quede contenta. Suele ocurrir que el final le arruine la experiencia general a muchas personas, como pasó con el de Juego de Tronos, el de Como Conocí a Vuestra Madre o el de Perdidos. Series que pueden estar en las mejores de la historia, pero que siempre serán recordadas por tener cierres que no estaban a la altura de las expectativas. Aunque en lo personal, dos de estas series sí que cierran decentemente.
Y es que es muy difícil jugar con las expectativas. Vengadores: Endgame llegaba con la tarea de continuar una historia que parecía haber tocado techo en Vengadores: Infinity War. Todo el mundo salió encantado de aquella película y las ganas de saber cómo acabaría todo eran inauditas. Algo que se demostró en una recaudación récord de más de 2,717 millones de dólares. Las salas de cine estaban abarrotadas, todos hablábamos de la película e intentamos ir sin comernos ningún spoiler antes de tiempo. Algo que a mí me fue imposible, fastidiándome cierto suceso del final.
De hecho, solo con el tráiler ya consiguió ponernos los pelos de punta. Ese tono dramático y serio pero al mismo tiempo épico y lleno de rebeldía con una frase clave: “cueste lo que cueste”. Sin necesidad de mostrar nada del argumento ni sobre cómo solventarían la situación. El ecosistema se estaba formando antes del propio estreno. Os lo dejo aquí abajo porque sigue emocionando como antaño.
Las reacciones en la sala eran increíbles. Parecía, en ocasiones, más un partido de fútbol que una película de cine. No tanto como lo que vi hace poco en Una película de Minecraft (2025), con niños idos de sí chillando por la aparición de un Creeper. Mientras que con una lo viví como uno más de esos pasionales espectadores, con la otra salí hastiado de la sala deseando no haber entrado nunca. Cuestión de perspectiva, supongo.
Como ya dije en la crítica de Vengadores: Infinity War, no se puede entender una película sin la otra. Aunque ambas tienen identidad propia y se pueden disfrutar por separado, me parece que una maratón de ambas te puede dar la mejor experiencia posible. Los Hermanos Russo continúan en la dirección y al cast principal se le une un Paul Rudd y Jeremy Renner que no aparecieron por motivos de guion. Entre medias, tuvimos dos películas con cierta importancia para entender al completo todo lo que sucede en la película, Ant-Man y la Avispa y Capitana Marvel. Ninguna es una gran película dentro del MCU, aunque presentan el Reino Cuántico a la propia Carol Danvers que sí tienen algo de protagonismo.
Tengo siempre mucha pelea interna sobre qué película me parece mejor. Me he decantado por ponerle 5 estrellas a ambas, pues me parecen los mejores productos que nos ha dado Marvel Studios en su historia. Mientras que la primera me parece más sólida, con Thanos brillando por encima de Los Vengadores y con un ritmo salvaje, esta logra emocionarme más y siento que tiene más momentos inolvidables. Comencemos a analizar, poco a poco, el último baile de algunos de los personajes más emblemáticos de la historia del género de superhéroes.
* A partir de este punto habrá spoilers de la trama de Vengadores: Endgame.
“Les digo que hay que pasar página… algunos lo hacen… nosotros no”
El inicio de Vengadores: Endgame me parece brutal. La primera escena nos muestra a la familia de Clint Barton desaparecer de repente debido al chasquido de Thanos. Es decir, continuamos justo donde acabó Vengadores: Infinity War, con el corazón encogido. Los Hermanos Russo estaban preparando ya el final desde el momento en que vemos la despedida de un desnutrido Tony Stark a Pepper Potts. Está muy cerca de caer en el espacio y acompañado de Nébula, la única superviviente de los que estuvieron en Titán. Por suerte, la Capitana Marvel en su aparición más relevante de la película logra rescatarle y llevarle de vuelta a La Tierra.
Lo más desconcertante y que nos dejó completamente descolocados a todos es lo que ocurre justo después. Los Vengadores localizan a un solitario Thanos con la misión cumplida hacer su vida en un huerto. Está oficialmente jubilado. Y con él, las Gemas del Infinito. Con su último chasquido decidió destruirlas para que nadie pueda reconstruir lo que ha destruido. Era el plan de los héroes, utilizarlas para devolver a la vida a todos los desaparecidos. Thor, el Vengador que se siente más responsable de la derrota por no apuntar a la cabeza cuando tuvo oportunidad, esta vez no dudaría. Se la rebana como quien corta una verdura. No había vuelta atrás, la derrota estaba confirmada.

El siguiente letrero nos sigue dejando más boquiabiertos aún: hay un salto temporal de cinco años. El universo ha seguido su curso, pero parece estancado en aquel momento. Steve Rogers da terapia a aquellos que no logran superar el trauma, Viuda Negra está hundida y el mundo en sí se siente decaído. Si en la serie The Leftovers (2014) apenas desaparece el 3% de la población y el mundo entra en una decadencia total, os podéis imaginar lo que ocurriría con la mitad. Por suerte, en esta realidad existen Los Vengadores. Unos que no consiguen pasar página, como verbaliza el propio Capitán América, por lo que si hay una mínima posibilidad de traer a todos de vuelta, no piensan desaprovecharla.
Una rata como heroína en Vengadores: Endgame
Scott Lang lleva estos cinco años encerrado en el Reino Cuántico dentro de una furgoneta, como vimos en la escena postcréditos de Ant-Man y la Avispa. Pues bien, logra escapar de allí gracias a una rata que pisa justamente el botón que hace que Ant-Man salga disparado. Una escena muy bonita es la suya reencontrándose con su hija Cassie cinco años mayor. Y es que el impacto para él es aún mayor cuando solo han pasado cinco horas en el Reino Cuántico. Esta sería la clave para idear los viajes en el tiempo, y si alguien puede conseguirlo es Tony Stark.
Es el que parece tener la mejor vida, con su familia formada con su mujer Pepper y su hija de cinco años, Morgan Stark. Viven en una cabaña alejada de la civilización, está retirado y no quiere oír hablar de tareas superheroicas. Y es que las relaciones paternofiliales parecen estar de moda en el MCU, pues el momento en que Morgan le dice que le quiere 3000 toneladas es más tierno que un cordero recién nacido. Por eso es tan grande Tony Stark, porque a pesar de tener una vida de ensueño, no duda demasiado en trabajar en la idea de los viajes en el tiempo. Aunque esto signifique poner en riesgo su propia vida.
Aunque aquí yo creo que sí tira un poco de egoísmo, al menos por el cariño que le tiene a Peter Parker, uno de los desaparecidos. Es al ver una foto suya cuando se da cuenta de que tiene que hacerlo. Es un genio, eso ya lo sabíamos, por eso no nos sorprende que sea capaz de resolverlo mientras mastica aperitivos.

Mientras tanto, Bruce Banner, que tiene el físico de Hulk, es el encargado de intentar crear la máquina del tiempo mientras Tony se decidía a hacerlo o no. He de decir que este Hulk me parece un bufón y una broma de mal gusto que nos priva de tener al héroe más salvaje en la batalla más importante de todas. Consigue pequeños avances más cómicos que otra cosa, como envejecer y rejuvenecer al sujeto de pruebas llamado Scott. En fin, la tontería no dura mucho, pues Tony llega rápidamente para darles la clave del éxito.
Solo falta reunir a Los Vengadores restantes: Thor y Ojo de Halcón. Son dos de los más afectados por el chasquido. El primero vive en Nueva Asgard, Noruega, con los supervivientes asgardianos, Valquiria y sus amigos Korg y Miek. Por un lado, entiendo su profundo estado de depresión que le ha llevado a tener una barriga a lo Homer Simpson y a jugar al Fortnite todo el día. Por el otro, no comparto la idea de convertir al personaje que más épica tuvo en Vengadores: Infinity War en un bufón incapaz de ser mínimamente funcional. El segundo se ha convertido en un asesino de criminales llamado Ronin, con capucha y Katana. Natasha le da esperanzas y le recluta para el viaje de sus vidas.
Un viaje en el tiempo como homenaje al MCU
Este tramo de la película, que dura casi una hora, es el más discutido de todos. Se le echa en cara ser un frenazo en la historia y un deus ex machina con patas. A mí me parece todo lo contrario. Bien, el objetivo de Los Vengadores está claro: reunir las Gemas del Infinito viajando al pasado para cogerlas antes de que lo haga Thanos. Como ya saben la ubicación de todas, es fácil dar con un punto en la historia que les haga sencilla la tarea. De esta forma, se dividen en cuatro grupos para encontrar las seis Gemas:

- Nueva York (Gema del Espacio, Tiempo y Mente): Es el viaje más importante, pues son tres Gemas de una tacada, así que Capitán América e Iron Man, junto a Hulk y Ant-Man, son los encargados. Me sigue pareciendo un momentazo el volver a la Batalla de Nueva York y ver la mítica escena de Los Vengadores (2012) en la que todos se posicionan en círculo. Hulk se desvía hacia el Sanctum Sanctorum, lugar de la Gema del Tiempo resguardada por La Anciana. Acepta entregársela cuando se entera de que fue Strange quien cedió la suya a Thanos por iniciativa propia. La de la mente, escondida en el Cetro de Loki, se la quita a sí mismo el Capitán América, sin obviar que es “el culo de América” según Scott. La del Espacio, sin embargo, tendrá una complicación. Por cierto, la escena en el ascensor con el Capi diciendo “Hail Hydra” a gente que sabe que son de Hydra para pasar desapercibido es espectacular.
- Nueva Jersey (Gema de Espacio): Steve Rogers y Tony Stark deciden ir a la Nueva Jersey de 1970, lugar donde se encuentra el Teseracto en manos de la antigua S.H.I.E.L.D. Aquí está el último cameo de Stan Lee con una frase para el recuerdo: “Haz el amor y no la guerra”. Por un lado, Steve va a por las partículas PYM que les permitirán volver a su tiempo del propio Hank Pym, que aún trabajaba para S.H.I.E.L.D. Por el otro, Tony va directo a por el Teseracto. Lo que no se esperaba era reencontrarse con su joven padre. Es otra tierna conversación sobre la paternidad, pues justo en ese momento su mujer estaba embarazada del propio Tony. Mientras, Steve ve a lo lejos al amor de su vida, Peggy Carter. Ambos regresan con la Gema y con el corazón encogido.
- Asgard (Gema de la Realidad): Para esta Gema, hay que irse a la Asgard de 2013 en el contexto de Thor: El Mundo Oscuro (2013). El motivo es simple, la Gema se encuentra dentro de una Jane Foster que aparece en un plano reciclado de aquella película. Se nota que Natalie Portman no estaba para cameos. Bien, los que van aquí son Thor y Rocket. El primero tiene una conversación muy bonita con su madre sobre lo mal que lo está pasando en su profunda depresión. Frigga le anima hasta tal punto de reclamar el Mjolnir de esa época. Rocket, por otro lado, consigue la Gema y escapan rápidamente de allí. Es el arco más corto y menos trascendente, pero el reencuentro madre-hijo sí que lo será para el Dios del Trueno.
- Morag (Gema del Poder): Para esta Gema nos tenemos que ir al año 2014 con la película Guardianes de la Galaxia (2014). En su emblemático inicio con Peter Quill bailando “Come and Get Your Love” de Redbone, Máquina de Guerra y Nébula (no se me ocurre dúo más soso) le frenan los pies para coger la Gema del Poder. Ahora bien, lo realmente importante aquí es que el cerebro de Nébula se conecta con el de la Nébula de este tiempo, avisando a Thanos de que algo raro está ocurriendo. De hecho, consiguen capturarla y conocer el plan de Los Vengadores. La que vuelve con Máquina de Guerra es realmente la Nébula de 2014.
- Vormir (Gema del alma): La Gema con el precio más alto de todos. En la anterior película conocimos que para conseguirla hay que sacrificar aquello que amas. Qué conveniente que los que se presenten por ella sean Viuda Negra y Ojo de Halcón, dos amigos inseparables. Es uno de los momentos más duros, pues ambos quieren sacrificarse por el otro. Al final, ganan y pierden ambos, siendo Natasha la que acaba estampándose contra el suelo. Es una pérdida definitiva e irreparable, un dolor con el que tendrá que vivir Clint para siempre. Obtiene la Gema y la lleva de vuelta a su tiempo.

Todos estos viajes nos retrotraen a algunas de las escenas más emblemáticas del MCU, por los recuerdos de películas que forman parte de la historia viva del género. Además, ver reencuentros familiares como el de Tony y su padre o Thor y su madre es precioso para cerrar sus arcos y dotarles de una motivación extra para sacar adelante la última batalla de algunos de ellos. Los viajes en el tiempo siempre son un arma de doble filo, trayendo quebraderos de cabeza a veces innecesarios. En este caso es puro fanservice y quizás esté ciego por ser justo el público objetivo, pero a mí esta parte me sigue emocionando.
El Capitán América siempre fue digno
¿Hemos ganado? Todos vuelven al presente, bueno, todos no, Viuda Negra y Nébula se quedan atrás. La primera, tristemente fallecida y la segunda capturada por Thanos. El duelo por Natasha dura poco. Una lágrima de Steve y el lanzamiento de un banco de Hulk. La verdad es que se pasa muy de puntillas que uno de los personajes que ha estado con ellos desde el principio se haya ido. Aunque quizás estén acostumbrados tras ver desaparecer a la mitad del universo.
Con las Gemas reunidas, solo falta ponerse el guante de nanotecnología de Stark y chascar los dedos para traer a todos de vuelta. Hulk es el encargado de mover sus dedos y… ¡Blip! Todo parece normal hasta que llega una llamada de Laura, la mujer de Clint. Es la primera señal de que están volviendo, lo han conseguido. Los pajaritos cantan, las sonrisas se dibujan en los héroes, hasta que ¡BUM! Misiles caídos del cielo destruyen la base de Los Vengadores. La Nébula del pasado se había colado y ha creado un portal para traer a Thanos y su ejército al presente. Daba comienzo la última batalla para salvar el universo.

Esta última hora de película me parece apoteósica. Para empezar, el enfrentamiento entre los tres héroes más importantes del MCU hasta este momento: Thor, Capitán América e Iron Man, los que tienen una trilogía cada uno a sus espaldas, se enfrentan cara a cara contra un Thanos sin Gemas. Este combate es un espectáculo, con Thor utilizando el Destructor de Tormentas y el Mjolnir al mismo tiempo, Iron Man sacando todo su arsenal y con uno de los mejores momentos de Vengadores: Endgame: Capitán América portando el Martillo de Thor. Es una escena para chillar en el cine, algo que ocurrió en un montón de salas.
En Vengadores: La era de Ultrón ya vimos a Steve mover ligeramente el Mjolnir, era una pequeña pista muy bien puesta. Además, la forma en la que pelea apoyándose en su escudo es puro cómic, dándole una buena paliza a un Thanos que no caería tan fácilmente. Y es que demuestra ser mucho más poderoso de lo que se pensaba sin Gemas, acabando con los tres héroes él solo y casi sin ganas de luchar.
La batalla parecía perdida. Hordas y hordas alienígenas se abalanzan sobre un Capitán América dispuesto a morir de pie. Sin embargo, un halo de esperanza le susurra a su oído derecho: “Por la izquierda”. Una frase que nos retrotrae a Capitán América: El Soldado de Invierno cuando Steve adelantaba constantemente a Sam Wilson. Es el mismo quien se la devuelve, pero con un nuevo significado: llega toda la caballería Marvel.
“Vengadores… ¡Reuníos!”
Es lo que todos estábamos esperando. Tras dos horas preparando el gran final, solo había una forma de cerrar la Saga del Infinito: una batalla histórica con todos los héroes Marvel luchando juntos. Poco a poco, van apareciendo de los portales de Dr. Strange y sus hechiceros todos los héroes caídos y no caídos en Vengadores: Infinity War. Black Panther, Spider-Man, Los Guardianes de la Glaxia, Dr. Strange, Wanda… todos. Con la fanfarria de las películas de Vengadores, llegaba la mítica frase de los cómics que aún no había sido mencionada en todo el MCU: “Vengadores… ¡Reuníos!”.
Lo que ocurre a partir de aquí es difícil describirlo con palabras. Lo único que se puede hacer es sentarse y disfrutar como hice en el cine aquel abril de 2019. Todos tienen su cuota de protagonismo, ya sea acabando con unos cuantos alienígenas o dándole un buen correctivo a Thanos, como hace Wanda, que casi es capaz ella sola de acabar con él. Entre medias, se producen varios reencuentros como el de Peter y Tony fundiéndose en un sentido abrazo o el de Peter Quill y la Gamora del pasado. Es puro fanservice y poco coherente que les dé tiempo a una conversación pausada con todo lo que hay alrededor.
El CGI está impecable y el aspecto visual que mezcla trazos de sol con nubes le dota de mucha épica al momento. El objetivo es devolver las Gemas a su tiempo a través del túnel cuántico ubicado en la furgoneta de Scott. Una de las entradas más espectaculares la tiene Capitana Marvel, que llega un poco tarde, pero consigue destrozar sin demasiado esfuerzo la nave de Thanos. Con su nuevo look de pelo corto, le pide amablemente el guantelete a un Peter que lo ha dado todo para protegerlo.

Tras esto, ocurre un momento que tuvo su cierta polémica: la reunión de todas las mujeres en un mismo plano superheroico. Sí, vuelve a ser fanservice algo inverosímil, pues que se junten justo las 10 heroínas que existen en un mismo punto exacto es demasiado llamativo. Pero igual que lo es las conversaciones que he dicho antes o los propios viajes temporales del nudo de la película. Todo Vengadores: Endgame es un autohomenaje, así que o compras todo no compras nada.
Es la batalla más épica que hemos tenido hasta ahora en el MCU, comparable a otras grandes del cine y la televisión como la “Batalla de los Campos de Pelennor” de El señor de los anillos: El retorno del rey (2003) o la “Batalla de los Bastardos” en Juego de Tronos. Para todas aquellas personas que han visto las 21 películas anteriores, es un auténtico regalo que no olvidarán jamás. Sobre todo, por lo que ocurre al final de la batalla.
“Yo soy Iron Man”
El plan de la furgoneta se va al traste cuando Thanos la destruye lanzando su espada de doble filo contra ella. Además, consigue recuperar el Guantelete a base de vencer al Capitán América, Thor y Capitana Marvel. Casi nada. Cuando parece que está a punto de volver a chascar sus enormes dedos hasta que se da cuenta de que las Gemas no están en su mano, sino en la de Iron Man. Dr. Strange sabía perfectamente que esto iba a ocurrir, pues justo antes de cogerlas le hace le indica que este es el único futuro en el que ganan. Con la frase que inició todo el MCU y su propia andadura por el mismo, Tony Stark responde a Thanos con la frase: “Yo soy Iron Man”.

Este chasquido sí tiene el efecto esperado por todos: Thanos y su flota desaparecen para siempre. Pero todo tiene un coste. Tony Stark queda muy malherido, tanto, que aquella frase fue lo último que diría. Las reacciones de Peter Parker y Pepper Pots te rompen el corazón. El primero con su “hemos ganado, Sr. Stark” entre lágrimas es durísimo, pero el “estaremos bien, puedes descansar” de Pepper termina de romperte en mil pedazos. Es el gran protagonista de las 3 Fases que componían este universo hasta aquel momento, por lo que no se me ocurre un cierre mejor y más digno a una trayectoria impecable.
Todo el cierre en sí es precioso. El mensaje que hizo Tony en caso de que esto saliese mal sigue hundiéndote en tus propias lágrimas. Sobre todo con su última frase dirigida Morgan: “Te quiero 3000”. Este es el gran motivo por el que Vengadores: Endgame tiene un lugar más especial para mí que Infinity War, tiene alma. No es mejor película como tal, está llena de fanservice y conveniencias de guion. Thanos está desdibujado y el ritmo es irregular. Sin embargo, es emocionante, te hace reír, gritar y llorar. Los sentimientos son los sentimientos.
Nuevos comienzos y el baile de toda una vida
El MCU no se acabó aquí como todos sabéis. Tras Vengadores: Endgame siguen llegando todos los años numerosos estrenos en forma de películas y series que siguen nutriendo un universo que parece no tener fin. Lo que plantea el final de la película son varias ramas por las que tirarían estos proyectos. Para empezar, Thor se marcha con Los Guardianes de la Galaxia y deja Nueva Asgard en manos de Valquiria. Es una decisión que tenía sentido en un principio, pero que viéndola con retrospectiva no han aprovechado en absoluto
Me gusta especialmente la conversación de Clint y Wanda sobre las dos importantísimas pérdidas que han tenido ambos. Es en el funeral de Tony, uno que debería haber sido también para Natasha. Clint la recuerda a ella mientras Wanda lo hace con Visión. Al menos tienen este pequeño momento de reconocimiento a las otras dos pérdidas que han tenido Los Vengadores.

Aunque esto no se queda aquí. Para nuestra desgracia, también ha sido el último baile del Capitán América. Al menos del actual en aquel momento, Steve Rogers. Es quien decide devolver el Mjolnir y las Gemas del Infinito a su tiempo, aunque también se decanta por quedarse con Peggy y vivir una vida entera con ella. Es un final más feliz que el que tiene Tony, llegando a anciano y cediendo su escudo y todo lo que eso implica a Sam Wilson. Él sería el próximo Capitán América, como vimos en la serie Falcon y el Soldado de Invierno (2021) y en la posterior película Capitán América: Brave New World (2025).
Me parece una buena despedida para el otro gran personaje de Marvel, siendo la última escena de Vengadores: Endgame la culminación del baile prometido que nunca pudo tener con Peggy. Tras esto lo único que hay son créditos. Algo que sería lo normal en cualquier otra película, pero que se hace muy raro viniendo de Marvel Studios. Es la única película de todo el MCU sin escena postcréditos, pues todo lo que había que contar, ya estaba hecho.
Conclusión
Vengadores: Endgame no solo tenía la dificilísima tarea de cerrar la trama de una película sobresaliente como fue Vengadores: Infinity War, si no de dar carpetazo a un trayecto de 21 películas al mismo tiempo que abría una pequeña ventana hacia el futuro. Unas expectativas tan altas que logró ser la cinta más taquillera de la historia del cine durante 8 meses antes de que Avatar fuera reestrenada en China para superarla de nuevo.
Son 3 horas de película divididas en tres grandes partes. La primera, es la aceptación de lo que ocurrió en Infinity War, las consecuencias del chasquido y el buscar una oportunidad de revertirlo. La segunda y más polémica de todas, es un viaje en el tiempo que sirve como autohomenaje al propio MCU. El ritmo decae, pero las constantes referencias a películas anteriores están muy bien metidas y te hacen ver la grandeza de este universo.
Ahora bien, lo que va a quedar en la memoria de todos es la última hora de película. Es un festival de momentos para el recuerdo metidos en un cóctel dentro de una batalla para la historia. Esto es provocar sentimientos en el espectador, pues no somos pocos los que vivimos eufóricos aquel “Vengadores… ¡Reuníos!”, o al Capitán América portar el Mjolnir. Tener a todos los héroes del MCU hasta aquel momento juntos y enfrentándose al monstruoso Thanos fue catártico.
Eso sí, no todo fue chillar de emoción o erizar nuestra piel por reencuentros inesperados. También hubo momento para el llanto. Y es que el último aliento de Iron Man rompió a todas aquellas personas que han seguido este camino que duró 11 años. Los recuerdos te inundan, las emociones se disparan y el silencio se hace en la sala. Es este el motivo por el que siempre me quedaré con Vengadores: Endgame por encima de Infinity War aunque esta sea mejor película como tal. Lo que sentí en el cine con ella no es equiparable con ninguna otra, tiene alma y está inundada de un cariño inmenso por su propia historia.
Fue el final del juego, aunque también fue el principio de uno nuevo que aspira a estar a su altura.
Lo Mejor:
- ✅ Un regalo a todos aquellos que han visto las 21 películas anteriores en forma de homenajes y referencias constantes.
- ✅ Una última hora para la historia con la mejor batalla del género de superhéroes y un puñado de momentos inolvidables.
- ✅ El acabado audiovisual es portentoso, muy necesario para dotar de épica al clímax final.
- ✅ Tiene alma, sabe emocionar y honrar su propio legado.
Lo Peor:
- ❌ Una clara bajada de ritmo a mitad de película.
- ❌ Exceso de conviniencias de guion en favor del fanservice