Retro-Crítica de Peter Pan (1953): ¿Por qué los niños deberían crecer?

El sueño de Nunca Jamás

Peter Pan envía un claro mensaje sobre dos cosas que les encanta hacer a los niños; jugar y evadir las responsabilidades que son demasiado pequeños para soportar, y sobre un aspecto que los adultos cambiarían si pudieran subirse a una máquina del tiempo; no crecer nunca. La idea de Peter Pan es apelativa para cualquier niño. Trata de un pequeño héroe inmortal, que puede sobrevolar el cielo nocturno y que vive en una isla sin padres ni ley. Por lo tanto, es libre de hacer lo que quiera. Nadie le dice cuándo tiene que irse a la cama, lavarse los dientes o poner la mesa.

Popularmente, se habla del complejo de Peter Pan y se hace alusión a esas personas que no terminan de aceptar que están creciendo. Seamos sinceros, ¿cuántos de vosotros no querríais regresar a vuestra infancia? No hablo de los momentos duros, sino de los tiempos fáciles. Cuando no había que preocuparse por tomar decisiones, pagar facturas o madrugar un lunes para ir a trabajar. Pero, es ley de vida. El tiempo no perdona a nadie. Lo más importante es mantener a nuestro niño interior con vida y no dejar que se nos arrebaten las ilusiones.

Si sois de España, habréis escuchado la canción de Peter Pan de El Canto Del Loco. Creo que le va que ni pintada a esta crítica. Si no la habéis escuchado, os dejo el enlace aquí. La letra, la música y la voz de Dani Martín te erizan la piel. Capta a la perfección la reflexión que estoy buscando hacer, retratando el momento en que «Peter se larga» como el instante en que se llevan su niñez.

¿De dónde surge Peter Pan?

Peter Pan contó con tres directores, Clyde Geronimi, Wilfred Jackson y Hamilton Luske, y ocho guionistas. Fue producida por Walt Disney, asentándose como su largometraje número catorce. Se estrenó el cinco de febrero de 1953, 72 años atrás. Con una duración de una hora y dieciséis minutos, se sitúa en el promedio de las películas animadas de Disney.

La película está basada en una obra de teatro de J.M. Barrie, llamada Peter Pan y Wendy. James Matthew Barrie estrenó su obra el 27 de diciembre de 1904 y en 1911 la convirtió en una novela infantil. La historia de la obra y el libro es prácticamente idéntica a la de la peli. Aunque, evidentemente, la de Disney tiene un toque más infantil y suave.

A lo largo de los años se han realizado diversas adaptaciones del trabajo de J.M. Barrie, siendo la primera en 1924. Fue una película muda, dirigida por Herbert Brenon. En 1953, se estrenó la película animada de Disney. Steven Spielberg se atrevió en 1991 con Hook, proyecto que trataba de un Peter Pan adulto interpretado por Robin Williams. En 2002, Disney sacó la secuela de la de 1953; Peter Pan 2: Regreso al país de Nunca Jamás, con la hija de Wendy como protagonista.

P. J. Hogan dirigió en 2003 Peter Pan: La gran aventura, otra película que contaba el origen del de Nunca Jamás. En 2015, Warner Bros presentó Pan, peli en la que se trata el pasado de Peter Pan y de su relación con varios personajes. Finalmente, en 2023, Disney sacó en exclusiva en Disney+ Peter Pan & Wendy. Un live action de la versión de 1953, que fue bastante criticado por los cambios que hicieron en la historia y en los personajes.

En total, son siete películas que cuentan la misma historia, pero de forma diferente. De todas ellas, las únicas que he visto son las que entran en la categoría de Clásicos Disney. Me suena haber presenciado algo de la de Steven Spielberg con ese Peter Pan adulto y descuidado. Aunque, tal vez, mi mente lo esté confundiendo con el Peter sucio, malvado y retorcido que se nos presenta en Chip y Chop: los guardianes rescatadores (Chip ‘n Dale: Rescue Rangers) de 2022.

El verdadero origen de Peter Pan

Peter Pan, como sucede con frecuencia con varias de las estrellas de Disney que nos han acompañado en la infancia, no tiene un origen pulcro, inocente y apto para todos los públicos. Al igual que todas las cosas hermosas, nace desde un lugar de dolor, desolación y soledad extrema. Resulta que la niñez de J. M. Barrie, autor de la novela y la obra de Peter Pan y Wendy, no fue tan feliz, sencilla y deseable como la eterna de Peter.

James Matthew Barrie creció muy influenciado y traumado debido a que, siendo apenas un niño, perdió a tres de sus hermanos. Estos acontecimientos derivarían en una fascinación por la idea de no crecer jamás y de gozar de una infancia perpetua, cualidades que también posee Peter Pan. Además, Barrie se inspiraría en los hijos de una familia de la que era bastante cercano, los Davies. En especial, con el pequeño Peter para la posterior creación de su personaje.

En su novela de 1902, «El pajarito blanco«, los niños se muestran en forma de aves blancas. Cuando pierden las alas, están condenados a convertirse en humanos y crecer. De algún modo, Peter logra evitar que le quiten sus alas y transformarse en humano y, por ende, crecer. Posteriormente, en Peter Pan y Wendy, sabremos que Peter es ese niño de leyenda que vive con Campanilla y los Niños Perdidos en Nunca Jamás.

En el clásico de Disney de 1953 y en su secuela de 2002 no se profundiza en el pasado de Peter Pan como individuo, por más interesante que esta perspectiva pudiera ser. Lo más relevante de su persona es que no crece, vive en Nunca Jamás con Campanilla y sus Niños Perdidos y se lo pasa muy bien burlándose del Capitán Garfio.

Un resumen de Peter Pan (1953)

La historia de Peter Pan se ambienta en el Londres de 1900. El matrimonio de George y Mary Darling se prepara para asistir a una fiesta. Sus hijos, Michael y John, están montando el alboroto usual mientras juegan a piratas por toda la habitación. Se inspiran en una historia de Peter Pan que les contó su hermana mayor, Wendy. George piensa que los niños tienen la cabeza podrida de fantasía y que ya es hora de que su hija crezca y abandone el dormitorio de sus hermanos por uno propio.

Cuando presencia el desastre que han organizado los pequeños en el cuarto, monta en cólera y culpa a Wendy por las alocadas ideas de Michael y John. Se enfada tanto que decide sacar a Nana, la perra de los Darling que se comporta como niñera de sus hijos, al patio y encadenarla junto a su caseta. Wendy, Michael y John son enviados a la cama y sus padres parten hacia la glamurosa celebración. La mayor de los Darling espera volver a ver la sombra de Peter esa noche.

Efectivamente, Wendy descubre a Peter Pan en la penumbra de su habitación tratando de pegar su sombra a la suela del zapato con una pastilla de jabón. Se ofrece a cosérsela mientras le explica que, al día siguiente, crecerá y que tal vez no podrá volver a verle. Peter se disgusta y le propone que le acompañe a las tierras de Nunca Jamás, donde será una niña para siempre. Resulta que a Peter Pan le gusta visitar el cuarto de Wendy, porque disfruta escuchando sus historias y relatándoselas después a sus Niños Perdidos.

Campanilla, el hada que ayuda y sigue a Peter en todas sus aventuras, proporciona un poco de polvo de hada a cada niño para que puedan volar hasta Nunca Jamás. La isla se encuentra más allá del firmamento, desde la segunda estrella a la derecha y recto hasta el amanecer. Tiene toda la apariencia de una isla pirata. Para llegar a ella se necesita volar.

Cuando Peter, Wendy, Campanilla, Michael y John sobrevuelan Nunca Jamás, son atisbados por el catalejo del Capitán Garfio y su tripulación les dispara balas de cañón. El grupo las esquiva y Campanilla se adelanta a la guarida de los Niños Perdidos para advertirles de la presencia de Wendy, a quien describe como un ave. Así, a la llegada de Peter y los tres hermanos a la morada de los Niños Perdidos, estos arrojan toda clase de objetos a Wendy. Peter descubre la verdad y destierra a Campanilla durante una semana.

Los celos de Campanilla hacia Wendy pueden ser muy problemáticos, aunque a mí se me antojan muy divertidos. Es cierto que el hada era la única figura femenina del entorno de Peter y su única amiga. Con lo cual, la aparición de Wendy genera tirantez y discordia. Hay una escena que me parece algo fuerte. Peter le pregunta a Campanilla si entiende que podría haber matado a Wendy y ella asiente convencida. Tras su destierro, se marcha furiosa.

Los Niños Perdidos son seis y poseen una apariencia muy curiosa. Son niños humanos, pero van disfrazados de distintos animales como conejos, osos o mapaches. Peter Pan les explica que Wendy será su nueva madre y que les contará cuentos muy divertidos. Ignorando los celos de Campanilla, Peter se lleva a Wendy para mostrarle la isla y ella accede encantada.

John expresa su deseo de conocer a los aborígenes. Peter les dice a sus Niños Perdidos que se diviertan y que «capturen a unos cuantos indios». El pequeño Michael Darling arrastra su osito de peluche mientras balbucea que van a cazar indios. Este tema lo trataremos más adelante. Los hermanos Darling y los Niños perdidos se van cantando por el camino. Son ellos quienes acaban siendo capturados por los nativos, que se camuflan tras los árboles y arbustos, y les conducen a su asentamiento. El Gran Jefe de las pieles rojas acusa a los niños de haber secuestrado a su hija, la princesa Tigrilla.

Al parecer, el asunto de «cazar indios» o «cazar niños» no es más que un juego. Siempre se capturan mutuamente y se liberan después. El que consiga atrapar al otro primero, vence. Esto le resta un poco de gravedad al asunto. Aun así, la expresión de «cazar indios» me parece muy fea y que los niños vayan coreando ese cántico durante su expedición por la parte selvática de la isla me resulta preocupante. Se puede achacar a la época. Pero, en la actualidad, suena fatal.

Por otro lado, tenemos al Capitán Garfio. Garfio es el villano de la película y el archienemigo de Peter. Su nombre viene originado porque, en el lugar donde debería estar su mano derecha, hay un imponente garfio. En uno de sus múltiples enfrentamientos, Peter le corto la mano derecha al Capitán y la arrojo al mar. El miembro amputado de Garfio fue engullido por un cocodrilo, al que, aparentemente, le encantó el sabor de su carne, ya que acecha al Capitán para tratar de devorarle.

Garfio padece un miedo terrible al animal. Cada vez que se manifiesta, el cocodrilo emite un curioso sonido de Tic-Tac. Esto se debe a que, en el momento en que se comió la mano, Garfio sostenía un reloj. Gracias a ese característico ruidito, el cocodrilo es bautizado como Tic-Tac y se le escucha llegar de lejos.

Como todo capitán pirata, Garfio posee un barco y una tripulación. Su mano derecha y principal confidente es el Sr. Smee. Smee es un hombre de apariencia anciana, regordete, con una nariz enorme y un poco tontorrón. Físicamente, me recuerda a los enanitos de Blancanieves y los siete enanitos. En esencia, Garfio aparenta ser un corsario sanguinario y temible cuando, en realidad, no es más que un niño asustado en el cuerpo de un hombre que se esconde bajo las faldas de Smee.

El paseo de Peter y Wendy culmina en el estanque de las sirenas. Peter les presenta a su nueva amiga y las sirenas, igual de envidiosas que Campanilla, saludan a Wendy y la sapilcan con agua. Peter Pan hace gala de su eterna juventud e inmadurez y se comporta de un modo sumamente infantil, desternillándose de la risa mientras las sirenas tratan de hundir a Wendy. Como dato curioso, este grupo de sirenas poseen la misma apariencia que la princesa Ariel en la película de La sirenita de 1989.

En la distancia, Peter y Wendy observan que el Capitán Garfio ha raptado a Tigrilla. En compañía del Sr. Smee, la conduce a la Roca Calavera. Garfio amenaza a la princesa india con dejarla atada a merced de la marea, que no tardará en alzarse, si no le revela el escondite secreto de Peter Pan. Garfio y Peter se enzarzan en un cómico combate, que termina con el rescate de Tigrilla y con el Capitán Garfio y Smee retirándose al barco perseguidos por el cocodrilo. La parte en la que Peter imita la voz de Garfio utilizando su sombrero es de las más graciosas de la peli.

Al Capitán Garfio se le ocurre un nuevo plan. Se aprovechan del destierro de Campanilla para ganarse su amistad y lograr que les confiese la ubicación de Peter. El Sr. Smee atrapa al hada en su sombrero y la lleva al barco. Garfio utiliza la carta de la presencia Wendy para emocionar y enfurecer a Campanilla, quien, ante la perspectiva de que su rival sea secuestrada por piratas, les señala en el mapa dónde se encuentra la guarida de Peter Pan. La entrada se ubica en el árbol del ahorcado. Una elección un tanto peculiar para un nombre, si me preguntan. Cuando extrae la información que quiere, Garfio encierra a Campanilla en un farol.

Mientras tanto, Peter, los Niños Perdidos y los Darling, festejan junto con los indios el regreso de Tigrilla. Bailan, cantan, gritan y se pasan una enorme pipa entre ellos. Ante la atenta mirada y los irreprimibles celos de Wendy, la princesa baila con Peter y le da un beso en la nariz. Peter se sonroja y Wendy se marcha enfadada. Cuando vuelven a su escondite, aún danzando y jugando a ser indios, Wendy anuncia a sus hermanos que deben retornar a casa y les explica al resto de niños qué es una madre con una canción.

Los Niños Perdidos quedan maravillados ante la idea de tener una madre y le piden permiso a Wendy para marcharse con ella. A Peter no le hace ninguna gracia, pero no les impide que se vayan. Les lanza la advertencia de que, cuando crezcan, no podrán volver a Nunca Jamás. Sin embargo, en cuanto salen del árbol son sorprendidos por los piratas, que los amarran y los amordazan. Se llevan a los rehenes al barco y los atan al mástil.

El Sr. Smee y Garfio le dejan un regalito a Peter Pan con una bomba dentro programada para explotar a las seis. Campanilla se escapa y rescata a Peter. El escondite se derrumba y Campanilla y Peter quedan enterrados bajo los escombros. En el barco pirata, el Capitán Garfio, que ha escuchado el estallido de la bomba, da por muerto a Peter. Obliga a los niños, que se niegan a convertirse en sus secuaces, a caminar por la tabla. Wendy es la primera en hacerlo y Peter la salva antes de que pueda caer al agua.

Peter sorprende a todos y saca un pequeño puñal para liberar a los niños. Niños y piratas pelean mientras Peter le da una paliza a Garfio. El capitán acaba cayendo al agua, directo en las fauces de Tic-Tac. El cocodrilo le devora, pero Garfio logra escapar nadando y dando ridículos brincos en el mar. El resto de piratas huyen en un bote con el Sr. Smee y Garfio les persigue a nado.

Se apoderan del barco y Campanilla lo embadurna de polvo de hada para que pueda levantar el vuelo. Ponen rumbo a Londres y surcan los cielos en el navío pirata. Wendy, John y Michael vuelven a casa y se meten en sus respectivas camas. El resto de niños optan por no quedarse, porque, al igual que Peter Pan, no están preparados para crecer.

Cuando George y Mary regresan de su fiesta, se encuentran a Nana dentro de la habitación y a Wendy dormitando junto a la ventana. Wendy les relata la maravillosa aventura que han vivido en Nunca Jamás y cómo han retornado a casa volando en barco. También le dice a su padre que ya está lista para crecer y él se retracta de sus palabras anteriores, asegurándole que no tenga prisa. Mary se asoma a la ventana y distingue entre las nubes el barco que ha descrito Wendy. Llama a su esposo, quien pone una expresión nostálgica, y recuerda haber conocido ese barco mucho tiempo atrás, cuando era un niño.

Los problemas de Peter Pan

La versión de 1953 de Peter Pan es una en las que Disney ha optado por situar un aviso o disclaimer al principio, advirtiendo del uso de escenas inapropiadas y la aparición de tabaco. No tengo nada que decir al respecto que no haya mencionado ya en retro-críticas previas, como Pinocho. Es una historia de otro tiempo, uno en el que se estilaban otras costumbres y hábitos perniciosos. No pienso que Peter Pan sea una cinta problemática. Al contrario, opino que el mensaje que transmite es muy hermoso. La decisión de Wendy de no permanecer en Nunca Jamás y de optar por crecer es una muy buena reflexión.

El único aspecto que puedo resaltar como desagradable o que ha envejecido peor es el momento en el que se utiliza la expresión «cazar indios». El hecho de que aparezcan nativos americanos en la cinta no me parece racista. Si lo examinamos desde la otra punta del espectro, tal vez lo xenófobo hoy en día sería que se omitiese a estos personajes. Admito que suena bastante mal que los niños canturreen que van a capturar indios o cazar indios. Sin embargo, después entiendes que es un juego entre los Niños Perdidos y los propios indios. Ambos grupos juegan a atraparse y se liberan posteriormente.

Dos cuestiones que no describo como conflictivas, porque no pienso que lo sean, pero que no me agradan, son; la inmadurez de Peter Pan y la connotación romántica que se le otorga a los sentimientos de Wendy en determinados momentos. La personalidad de Peter Pan tiene que ser así, puesto que es un niño que se niega a crecer y que desea permanecer congelado en su eterna niñez. La perspectiva de hacerse adulto, al igual que a su creador J.M Barrie, le produce arcadas. Aunque, a mí me resulta un poco cansina y molesta la falta de consideración, educación y decoro que presenta en varios puntos.

Entiendo que Peter es un niño desde hace mucho tiempo y que desconoce qué es lo que implica crecer. De manera opuesta, Wendy es demasiado madura para su edad y puede que por esa razón los Niños Perdidos y el propio Peter quieran convertirla en su nueva madre. Wendy representa la figura de la madre, porque es una niña a punto de atravesar el umbral hacia la adolescencia. No me aventuro a asegurar que esto se reduce a que sea una mujer, porque, primero, aún no lo es y, segundo, probablemente sea la única niña dispuesta a crecer que Peter y sus Niños Perdidos han visto en Nunca Jamás.

Otro punto que me incomoda es que Wendy parece tener sentimientos por Peter. Da esa impresión cuando Campanilla se pone celosa de su presencia y cuando Wendy se enfada con Peter, porque Tigrilla le da un beso en la nariz. Este es otro indicio de que Wendy esta creciendo. Por un lado, siente fascinación por las aventuras e historias de Peter Pan y, por otro, parece desarrollar sentimientos por él.

Personalmente, esta es una parte de la historia que me desagrada, aunque no se tome muy en serio. Los celos de Campanilla me resultan divertidos. Sin embargo, las películas que Wendy se monta en la cabeza con Peter son innecesarias. En particular, porque Peter Pan es un niño que nunca va a crecer y Wendy ya lo está haciendo.

La moraleja de Peter Pan

La principal moraleja que yo veo en Peter Pan es que crecer da miedo, pero es inevitable. Peter Pan es el claro reflejo de un niño asustado por el paso del tiempo, de un niño que no quiere desprenderse de su niñez y convertirse en adulto. Podríamos entrar en teorías, como he leído por ahí, sobre si Peter es en realidad un niño que murió y que se dedica a llevar a los niños perdidos al más allá en la isla de Nunca Jamás. Esta es una justificación posible para el hecho de que Peter Pan no solo no quiera, sino que no pueda crecer.

Por otro lado, Wendy es la contraposición. Es, tal vez, una niña que ha tenido que crecer muy deprisa o que está creciendo a pasos agigantados. La película entera trata sobre el camino de Wendy hacia la madurez. Al principio, ella se rehúsa a hacerse mayor. Quiere seguir jugando con sus hermanos, compartiendo cuarto y contándoles cuentos antes de dormir. Pero, de cara al final, Wendy se siente preparada para crecer. Incluso es ella misma quien se lo dice a su padre.

Peter no crecerá jamás. Estoy segura de que continuará prestando su nombre al llamado complejo de Peter Pan para representar a todos aquellos que se sienten igual que él. Sin embargo, Wendy sí lo hará, como podremos ver en Peter Pan 2.

El mensaje que me llevó de esta película es que crecer no es algo malo, sino natural. Es como esos adultos que temen a la vejez, ya sea por las arrugas, la calvicie o por su supuesta proximidad a la muerte. Pasar de ser niño a adulto es tan inevitable como doloroso y cruzar el umbral del ecuador de la vida hacia la etapa más sabia y anciana es complicado, pero gratificante.

Todo está conectado en el gran ciclo de la vida, como diría Mufasa en El rey león. Los padres cuidan a sus hijos, los niños crecen y los adultos envejecen y, al final, el ciclo se completa con los hijos, ya mayores, prestando los cuidados y las atenciones necesarias a sus ancianos padres.

Conclusión

Peter Pan o, sobre todo, la idea de Peter Pan ha marcado a generaciones enteras. El cuento de un niño que vive en una isla mágica (Nunca Jamás) con un grupo de Niños Perdidos combatiendo contra piratas y corsarios y que nunca se hace mayor. Peter Pan puede volar gracias a los polvos de hada de Campanilla y visitar el mundo real. Para Peter, esto es un viaje y una aventura. Mientras que, los niños, lo conciben como un sueño hecho realidad.

Muchos pequeñajos, como John y Michael, y niños cercanos a cierta madurez, como Wendy, consideran a Peter Pan una leyenda, un modelo a seguir, un ídolo o una aspiración de en lo que se quieren convertir. De hecho, Michael y John se ven tentados por la perspectiva de permanecer en Nunca Jamás con Peter y los Niños Perdidos. Wendy, por el contrario, ni se lo plantea. Sabe que deben regresar a casa con sus padres y es muy responsable al respecto.

La película es una oda y un homenaje a los niños y a sus sueños. Nos muestra la infancia como un viaje plagado de magia y aventuras, aunque no por ello más fácil o exento de dolor, y el paso hacia la etapa de crecimiento como algo ineludible y necesario. No demoniza el hecho de hacerse mayor, cosa que creo que es muy importante, ya que el público principal de esta cinta son niños.

La fantasiosa idea de no crecer jamás es una que se nos ha cruzado por la mente a todos. Cuando eres un niño juegas a ser mayor, pero no te planteas que algún día ese juego inocente se transformará en tu vida. Algunos niños pensaron (aquí, hablo por mí) que crecer no era una posibilidad, que la infancia sería eterna y que hacerse mayor era más un anuncio que una sentencia y se encontraron con que los años pasan, el cuerpo cambia, la mente evoluciona y el complejo de Peter Pan se disipa como niebla matutina con los primeros rayos de sol.