La difícil tarea de adaptar un videojuego casi perfecto
La primera temporada de la serie The Last of Us encandiló tanto a los fans del videojuego como a los que no sabían nada del mismo. No solo cubría todos los acontecimientos importantes del videojuego, sino que ampliaba su universo dándonos historias tan emotivas y potentes como la de Bill en el tercer capítulo. Sí, modificaba algunos elementos, como la ausencia de esporas, pero la mayoría funcionaban en favor de la propia serie.
El primer videojuego dura unas 15 horas, por lo que era más abarcable en el formato de serie que se utiliza hoy en día, pues es difícil que alguna se extienda más allá de los 10 capítulos. Lo hicieron en 9, consiguiendo una temporada muy redonda y dejando unas expectativas muy altas para la segunda. Ahora bien, The Last of Us Parte II (2020) es un videojuego bastante más largo, pudiendo irse mucho más lejos de las 20 horas de duración.
Aquí la decisión del equipo de HBO, con Craig Mazin y Neil Druckmann (director de los videojuegos) al mando, de cómo estructurarla era vital para que tuviese sentido como serie y al mismo tiempo respetase y adaptase el videojuego. Uno que, en lo personal, me parece mejor en todo al primero. Tanto su cruda historia de venganza y los riesgos narrativos que toma, como la sensación que da a los mandos y su imponente apartado audiovisual, le hacen estar entre mis juegos favoritos de la historia.

Y es que entrando de lleno en la segunda temporada, su principal problema radica en cómo está estructurada. La primera decisión errónea es dividir la trama no en dos, sino en tres temporadas para abarcar los sucesos de The Last of Us Parte II. Con las últimas noticias indicando que la tercera temporada se iría a 2027, no veríamos el final de un juego que tiene 5 años a día de hoy hasta 2029 aproximadamente. Me parece una barbaridad alargar tanto tiempo una historia tan conocida, más aún viendo cómo han terminado esta temporada y los saltos abruptos que ha tenido, aunque de esto hablaremos más adelante.
A nivel de producción mantiene el alto nivel de la primera temporada. Los escenarios, vestuario y caracterización de los infectados rozan el sobresaliente. Ahora bien, las visualizaciones han ido bajando hasta un 55% en su último capítulo, según The Wrap, al igual que las críticas han ido aumentando. Ha dividido a la comunidad igual que lo hizo el videojuego en 2020, aunque por motivos diferentes. Si por aquel entonces yo me encontraba en el grupo de los defensores acérrimos, ahora me encuentro en un punto intermedio, pues veo sus problemas, pero también grandes virtudes que me han hecho disfrutar de cada capítulo por alguno u otro motivo.
* A partir de este punto habrá spoilers de The Last of Us Temporada 2, para una opinión sin ellos id directamente a la conclusión.
Un arranque de temporada desgarrador
Los dos primeros capítulos de la temporada son, junto al sexto, los mejores de esta tanda de siete episodios. Son cinco años los que han pasado desde los acontecimientos de la primera temporada, por lo que ambos protagonistas han cambiado tanto ellos mismos como la relación que tienen. Joel, con un Pedro Pascal que aumenta el nivel de la serie cada vez que aparece, va a terapia, buscando ser mejor persona tras las atrocidades que hizo por Ellie. Ambos viven en Jackson, una ciudad muy bien protegida y en la que tienen de todo: electricidad, comida, casas bien amuebladas y hasta algunas amistades.
Entre ellas, se encuentra una de las grandes protagonistas desde este momento, Dina (Isabela Merced). Es una chica risueña que se junta mucho con una Ellie, a quien se le nota de lejos que le gusta más que a un niño un dulce. Aparte hay más secundarios que, la verdad, tienen nulo desarrollo y están por ahí sin más: Tommy (Gabriel Luna), hermano de Joel, Jesse (Young Mazino), exnovio de Dina y amigo de ambas, o Gail (Catherine O’Hara), psicóloga que no existía en el videojuego.

El primer capítulo funciona muy bien de presentación de los nuevos personajes y para asentar cómo está la situación entre Ellie y Joel. Aunque no te cuentan aún el motivo, está claro el distanciamiento cada vez mayor que hay entre ambos. Ahora bien, todo dinamita en un capítulo dos que me parece espectacular lo bien que está traída una de las escenas más memorables y duras de la historia de los videojuegos. Aun en el primero, te presentan un personaje que muy pronto se te quedará en la memoria para siempre: Abby (Kaitlyn Dever). Lo primero que sabemos de ella es que está en un funeral y jura vengarse de Joel junto a sus amigos por algo que ha hecho.
Joel, que estaba de ruta con Dina, salva a Abby de varios infectados que la perseguían. Un acto de bondad que no cambiaría la idea de matar a Joel. Al mismo tiempo, una enorme horda de infectados llega a Jackson con intención de devorar a todo ser vivo allí presente. Es una batalla espectacular, con Tommy como gran protagonista con su fusil y lanzallamas. Es muy potente en lo visual, siendo uno de los mejores añadidos que tiene la serie respecto al videojuego. Me recuerda ‘La Batalla del Castillo Negro’ de la cuarta temporada de Juego de Tronos, aunque no llega al nivel de aquella.

Ellie decide ir a buscar a Joel, con el que no logran comunicarse de hace mucho tiempo. Y es que Abby ha dejado inconsciente a Dina y le está contando por qué le quiero muerto. Joel, para salvar a Ellie de una muerte segura que podía, o no, traer una cura al mundo, acabó con todos las luciérnagas del hospital Saint Mary de Salt Lake City. El médico encargado de la cirugía era el padre de Abby, a quien Joel asesinó sin dudar lo más mínimo aunque estuviese desarmado.
Aquí el papel de Kaitlyn Dever me parece brutal. Con mucha ira, pero también llena de tristeza, sigue adelante con su idea, recreándose todo lo posible. Primero con un escopetazo en sus piernas y después golpeándole con un palo de golf. Ellie llega aun cuando él está vivo, pero la detienen y la hacen mirar cómo su cara se va haciendo cada vez más irreconocible. Los planos están clavados respecto al videojuego. Es tan incómodo de ver, tan duro y tan triste. Sentimos prácticamente lo mismo que Ellie como espectadores. Es una escena que te deja vacío y con muchas ganas de que se vengue cuanto antes de este demonio trenzado.

Un viaje por Seattle con más sombras que luces
Ellie, desde el final del segundo capítulo, tiene solo una idea en la cabeza: acabar con Abby. 3 meses después de la muerte de Joel, decide marchar a Seattle, lugar donde se ubican los WLF (Frente de Liberación de Washington), grupo al que pertenece Abby. Su propuesta para que el Consejo de Jackson acepte la misión y vayan en grupo es denegada por mayoría, por lo que decide actuar por su cuenta. Es un buen añadido de la serie, poniendo a distintos personajes a reflexionar sobre si elegir la justicia y actuar con más cabeza y no perder a más gente.

Ellie es egoísta durante toda la temporada, prácticamente en cada una de sus intervenciones. Se hace cada vez más complicado empatizar con ella, por mucho que sintamos casi lo mismo por la muerte de Joel. En el juego era más fácil hacerlo, tomaba decisiones para ella misma también, pero cuidaba más sus relaciones.
Creo que no han sabido llevar bien al personaje, tanto en lo interpretativo, con una Bella Ramsey bastante por debajo de lo que mostró en la primera temporada, como por un guion que palidece en ciertos aspectos relacionados con Ellie. La relación con Dina, comienza en los primeros episodios con un beso que parece inocente, pero no lo es tanto y una complicidad cada vez mayor. Sí veo química entre ellas, con una Isabela Merced que llega, por momentos, a gustarme más que la del propio videojuego.

En el día 1 de Seattle vemos un batiburrillo de escenas en diferentes localizaciones, desde la tienda de música hasta el teatro. Está demasiado apresurado, introduciendo varias referencias a diálogos del juego y omitiendo secuencias enteras. Algo normal al contar con tan pocos episodios. Eso sí, el momento de Ellie cantando “Take on me” me parece muy bien adaptado y se mantiene igual de bonito.
También es muy buena la parte del metro llena de infectados. Es frenética y se nota la angustia de ambas. La reacción de Dina al ver que muerden a Ellie es todo lo dramática que tenía que ser. Ver en su rostro la decisión de acabar con ella mientras derrocha lágrimas de dolor es brutal. Aquí llega el momento de contar sus más profundos secretos. Por un lado, Ellie logra convencer, con bastante esfuerzo, que es inmune.

Después, Dina confiesa que está embarazada. Esta liberación por parte de ambas las lleva a consumar su amor ahí mismo. No creo que sea el momento idóneo en el que debería ir esta escena, demasiado apresurado con todo lo que les está cayendo. Pero esto es el fin del mundo y hay que ponerse las pilas.
Por último, que Ellie diga que “va a ser papá” y que aun así deja a Dina que le acompañe al hospital donde han escuchado que se encuentra Nora, compañera de Abby, me parece surrealista. Parecen ambas muy inconscientes de dónde se están metiendo. En el videojuego no duda en prohibirle acompañarla, sin embargo, aquí están de risitas y obviando los horrores que han visto la noche anterior. El pesar que tendrían que tener ambas por la muerte de Joel, no lo siento tanto.
Dos sanguinarios grupos enfrentados en Seattle
Lo mejor viene de parte de lo poco que vemos de Isaac Dixon (Jeffrey Wright), líder de los WLF y antiguo miembro de FEDRA a los que traiciona. Es un personaje más sádico que en el videojuego, pues aquí explota un convoy con sus antiguos compañeros dentro y tortura a un Serafita (Scar). Estos últimos están en constante guerra con WLF. Son un grupo creyente que persigue los ideales de “La Profeta”, abandonando toda tecnología y abrazando el primitivismo.
Es muy importante la conversación que tienen Hanrahan, una de las líderes de los WLF y la sargento Elise Park sobre lo que ocurrió en el sótano del hospital. Se revela, por fin, que “el virus se está empezando a transmitir por el aire”. Son las conocidas esporas del videojuego que siempre han tenido cierto protagoniso, aunque en la serie están introducidas algo tarde. Es una escena cargada de tensión que recuerda al magnífico inicio de la serie cuando comienzan a descubrir el virus.

Ninguno de los dos grupos podría considerarse “bueno”. Mientras los WLF acaban incluso con los niños, los Serafitas destripan y cuelgan a los WLF, como vemos en la escena de la emisora. La escena en el parque con las antorchas y su método de comunicación, los silbidos, es una buena muestra del terror que pueden causar. Son más misteriosos y salvajes, por lo que lo más recomendable es no acercarse a ninguno de ellos.
Allí, dañan a Dina con una flecha, siendo la excusa perfecta para llevarla de vuelta al teatro, el lugar más seguro que han encontrado. Ellie consigue distraerlos a todos simplemente corriendo como Forrest Gump. Además, consigue colarse en el hospital sin aparentes problemas, por mucho que haya perros y varios guardias. Son estos cortes abruptos en la serie, necesarios porque no tenemos secciones jugables, pero que dan una sensación constante de estar todo muy acelerado.

Toda la recta final del capítulo 5 está muy bien llevada, al menos en su mayoría. Ellie da con Nora, quien se niega a decirle el paradero de Abby. Cada vez más furiosa y con menos control de sí misma, comienza a perseguirla en una secuencia similar a la del videojuego. No nos habían presentado las esporas al inicio del episodio por nada, pues ambas acaban en el sótano, lugar de origen de las mismas. Se escucha también un rugido que, los que hemos jugado al videojuego, sabemos que puede tratarse del Rey Rata.
Creo que la última secuencia está alargada de más, dándose explicaciones algo innecesarias sobre por qué fueron a por Joel, algo que en el videojuego no se hace. De hecho, allí Ellie pensaba que fueron a por Joel por evitar la cura y no porque asesinó al padre de Abby y a todos los que había en aquel hospital. Lo que sí me parece brillante es cómo acaba con Nora. Es, plano por plano, una escena clavada a la de Abby con el palo de golf, aunque en este caso Ellie con una tubería. Bella Ramsey muestra una de sus mejores actuaciones de la temporada, con una mirada que infunde terror.
Joel y Ellie, una relación desgastada por una mentira
El capítulo 6 de The Last of Us Temporada 2 es de los que más he disfrutado. Para empezar, el regreso de Pedro Pascal tres capítulos después nos vuelve a demostrar que es el mejor actor que tiene la serie, de largo. Neil Druckmann, director del videojuego, hace lo propio tanto en este como en el último capítulo. Todo comienza con un flashback de Joel de joven, en 1983, en el que podemos ver lo duro que era su padre para educar a sus hijos. Con una frase que más tarde utilizaría Joel con Ellie “cuando tengas hijos, espero que lo hagas mejor que yo”.
Se nota desde el primer momento el cariño que le tiene Joel a Ellie. Le fabrica una guitarra y encarga una tarta para su decimoquinto cumpleaños. Al mismo tiempo, Ellie intenta ocultar su marca de mordisco quemándose el brazo para “volver a ponerse manga corta”. Esto enternece a Joel como pocas veces hemos visto en la serie. Además, le canta por primera vez “Future Days”, canción que Ellie intentó cantar en el anterior episodio sin éxito por la pena que le daba recordarle. Una que habría funcionado mucho mejor para el espectador de la serie si el orden estuviese cambiado.

Al año siguiente, para su decimosexto cumpleaños, tenemos uno de los mejores momentos del videojuego, la excursión al museo. Es de los pocos instantes de paz que hay, funcionando como un enorme balón de oxígeno entre tanto drama. Ver a Ellie emocionada con los dinosaurios, el planetario o la nave espacial me recuerda a mí en mi primera visita a Disneyland París. La fidelidad aquí es brillante, tanto en escenarios que son calcados a los del videojuego como todo lo que ocurre dentro. Es precioso y el momento en la nave espacial sigue llenando de un optimismo muy infrecuente en este universo.
Al año siguiente, vemos cómo Joel actúa de padre protector, aunque en verdad no lo es. Se enfada por verla con una chica en su cuarto haciéndole un tatuaje. Esto molesta a Ellie, quien le dice que la casa es de los dos, que él no tiene nada. Aquí se refiere claramente a ella, que no es su hija y no le corresponde decidir qué hacer con su vida. La relación se nota que se va erosionando poco a poco.
Un año más tarde, vemos una de las nuevas escenas dedicadas para la serie que sí aportan, tanto, que es la segunda mejor del capítulo. Eugene, marido de la psicóloga Gail, es mordido por unos infectados. Ellie le dice a Joel que tienen tiempo de traer a su mujer para que se pueda despedir, pues aún es reciente el mordisco. Joel vuelve a mentir a Ellie, pues acaba con él frente a un lago en un escenario muy bonito.
Como curiosidad, en esta escena Joel le dice que “si quieres a alguien, puedes verle siempre” y, si nos vamos al capítulo 6 también, pero de la primera, en el mismo minuto, podemos ver a Joel viendo la cara de Sara. Tremendo.

Por último, nos queda la gran revelación de The Last of Us Parte II y que en la serie han decidido poner a mitad de la historia. Con esta última mentira, Ellie se da cuenta, por la cara de Joel, que hizo lo mismo al final de la primera temporada. Es decir, asesinó a todo el mundo del hospital para evitar que acabasen con ella en la búsqueda de la cura.
Joel acaba confesándose y abriendo su corazón hasta tal punto de decirle que la quiere. Nunca imaginé a Joel abrirse de tal forma y no sé si encaja del todo con lo frío que es el personaje. Aun así, es un momento que consiguió ponerme los pelos de punta por las increíbles actuaciones de Pedro Pascal y Bella Ramsey. Eso sí, que esté ubicada aquí, y no en el final, no me acaba de convencer. El equipo del videojuego ya pensó ponerla aquí en su momento, pero se decantaron por hacerlo en el final por el golpe emocional que da. No puedo contar más detalles porque sería destripar la trama futura.
Un final apresurado que deja con la miel en los labios
El último capítulo de The Last of Us Temporada 2 es tan impactante como llevado a trompicones. Para empezar, Ellie deduce el paradero de Abby por dos palabras que dice Nora: ballena y noria. Esto en español tiene menos sentido, pues en inglés son muy similares, whale y wheel. Aun así, parece que deciden entre todos volver a Jackson, no sin antes ayudar a un Tommy que también está en Seattle. Al parecer, está acabando con varios WLF con su fusil. Sin embargo, Ellie, que está con Jesse buscándole, ve un acuario con una ballena y una noria al lado. 2+2= al paradero de Abby según este Deus ex Machina.
Tenemos una escena un tanto caótica, con Ellie cogiendo una lancha y dirigiéndose al acuario. Por el camino, una ola le manda de nuevo a tierra donde los serafitas están a punto de destriparla por el chivatazo de un niño. Escena por la que se pasa muy de puntillas, pues los WLF están atacando la isla de los Scars, por lo que deciden dejarla libre, decisión inexplicable. Pues nada, Ellie vuelve a la lancha como si no hubiese pasado nada y llega al acuario.

Esta escena en el videojuego es más lenta y se recrea más. Aquí, Ellie llega rápidamente al lugar en el que se encuentran Owen y Mel, dos de los amigos de Abby. La tensión se puede cortar con un cuchillo, con Ellie intentando que le vuelvan a decir el paradero de Abby. En defensa propia, Ellie actúa rápidamente al ver que Owen iba a coger una pistola. Acaba con los dos de un tiro (collateral), aunque a Mel aún le quedan fuerzas de pedir que saque al bebé de su tripa. Es una escena durísima. Esto le cambia el chip, abandonando este camino de venganza y decidiendo volver a Jackson.
O es lo que parecía, pues Abby irrumpe con una fuerza tremenda en el teatro, acabando con Jesse y dejando toda la tensión en el aire… hasta que nos vamos a un flashback de 3 días atrás. Abby despierta con un sol radiante y se asoma por su balcón para contemplar la espectacular base de los WLF ubicada en un estadio de fútbol americano. Con esto queda claro que la temporada 3 de The Last of us tratará sobre Abby y su punto de vista, al igual que en el videojuego. ¿Lograremos empatizar con su causa, estaremos en el lado de Ellie? Esto ya será cosa de cada uno.

Conclusión
The Last of Us Temporada 2 adapta la primera mitad del videojuego The Last of Us Parte II (2020). Uno que me parece una obra maestra del medio que supera en todo a su predecesor. Es una tarea que me parece mucho más complicada de la que tuvieron en la primera temporada, sobre todo por una estructura muy peculiar y una duración mucho mayor. La decisión que han tomado para abarcarla, me parece el gran error de esta temporada. Han decidido dividir el videojuego en 3 temporadas de menos capítulos cada una, 7 en este caso. El problema viene cuando habrá que esperar hasta mínimo 2027 para ver la tercera temporada.
Esto nos deja con una segunda muy precipitada, pasando por encima ciertos momentos, obviando otros, pero también añadiendo personajes y situaciones únicas de la serie. El inicio es bueno, con un primer capítulo que funciona genial para presentar nuevos personajes, como la nueva compañera de Ellie, Dina, y poner en contexto los cinco años que han pasado entre temporadas. El segundo es devastador, ampliando en lo espectacular respecto al videojuego y calcando una escena histórica del videojuego a la que no se le pueden poner pegas.
A partir de ahí, comienza un viaje por Seattle al que le falta corazón y minutos de metraje. También se echa en falta mucho más de los serafitas y los WLF para sentir la relevancia que tienen, aunque de esto veremos más en próximas temporadas. El sexto episodio me parece brillante, con varios flashbacks que nos muestran todos estos años de la relación Joel-Ellie. Pedro Pascal y Bella Ramsey lo bordan, el primero siempre un punto por encima de cualquier otro actor en la serie. Se ve la erosión que producen las mentiras, culminando con una escena imprescindible para entender a Ellie, aunque la decisión de ubicarla en este punto no la comparto.
Ahora bien, el final es demasiado apresurado, avanzando a través de conveniencias de guion y dejando todo a medias. Tanto, que no creo que veamos lo que sigue en el teatro hasta la cuarta temporada. En el plano técnico, la serie sigue siendo sobresaliente. La recreación de los escenarios y de los infectados es espectacular. Todo está muy cuidado para transportarnos al devastado universo de The Last of Us.
En lo interpretativo, la serie decae a partir del segundo episodio, por motivos obvios. Bella Ramsey coge un papel mucho más protagonista en el que no ha llegado a cumplir del todo. Tiene momentos brillantes en los que demuestra lo gran actriz que es. Sin embargo, hay otros en los que pienso que se queda corta, también por un guion menos sólido para el personaje del que tiene en el videojuego.
En definitiva, esta segunda temporada baja el nivel respecto a la primera, que fue redonda. Aun así, nos regala escenas potentes, fieles al juego y técnicamente impecables. Ahora es el turno de Abby, interpretada por Kaitlyn Dever, de demostrar si puede sostener el peso de una historia tan compleja como la de The Last of Us. La expectativa es alta. Y la exigencia, aún más.
Lo Mejor:
- ✅ A nivel técnico y de producción la serie se mantiene sobresaliente.
- ✅ El capítulo 2 y el 6 son de los mejores de toda la serie.
- ✅ Hay interpretaciones muy buenas, como las de Pedro Pascal, Kaitlyn Dever o Jeffrey Wright.
Lo Peor:
- ❌ La decisión de abarcar el videojuego en 3 temporadas más cortas en la que la cuarta se puede ir, fácil, a 2029.
- ❌ Temporada muy apresurada a la que le falta más metraje en todo lo que respecta al viaje por Seattle.
- ❌ Bella Ramsey está muy irregular en el papel protagonista, con momentos brillantes que alternan con otros muy flojos a los que no ayuda el guion.
- ❌ La ubicación de cierta conversación en esta temporada hará perder mucha fuerza al final de la serie.